Álvaro Javier Marrocco


Víctor Hugo Demo (Rafaela, 1956) de niño lo llamaban “Grillo” en el barrio, ese apodo lo acompaña hasta el día de hoy, y lo define en ese desplazarse volando de un lado a otro como un grillo. Ese impulso de salir de la pequeña ciudad santafesina de Rafaela, recorrer Madrid, New York y recalar en Ibiza (España), allá por los años ’70, lo define como el artista inquieto, que al día de hoy, sigue siendo. En una entrevista a un medio rafaelino dijo: “Yo no decidí nada, nunca decido nada, no tengo el poder de hacerlo, fui haciendo lo que el corazón me pide, lo que va pasando. Estaba en Rosario estudiando, me encontré con un grupo de amigos, terminé el tercer año de la universidad, se iban a Europa y yo me colé. Y después allá fui quedándome, fui quedándome y nada, no volví más a vivir a Rafaela”.

Admirador del surrealismo y la intelectualidad, y apasionado por el glamour de figuras como Coco Chanel, Max Ernst, Dalí, Peggy Guggenheim, Jean Cocteau y Man Ray. Entrar al universo de Grillo Demo es despojarse de todo prejuicio, es pasear por un jardín, viajar con el perfume de jazmines recién caídos, dejarse llevar por la luz tenue de las velas y flotar en un universo de colores donde figuras glamorosas se convierten en fenómenos abstractos, o se mixturan con trazos fuertes de colores y asumen otras figuras. Su arte es la impregnación múltiple y obsesiva de jazmines blancos sobre los retratos de referentes artísticos, imágenes católicas, estrellas de Hollywood, modelos icónicas, aristócratas, princesas y toreros. Sus acuarelas van a la esencia de espacios intensamente personales y capturan los sentimientos que transmiten de una manera inolvidable.

En su ciudad natal dio sus primeros pasos en las artes plásticas de la mano de Norma Fenoglio y Roberto Favaretto Forner en el Taller Municipal de Pintura. A los 19 años comenzó a exponer sus dibujos en la Galería de Arte Ahrus. “Exitosa muestra de Demo en Rosario” Así titulaba el diario La Capital un 5 de agosto de 1976, la primera exposición de dibujos que presentó Grillo en la galería Krass de la ciudad de Rosario. Inició su formación dentro del campo de la arquitectura en Rosario y tomó allí clases de dibujo en el taller de Julián Usandizaga. Tras dos años abandonó sus estudios y se embarcó a Europa para dedicarse a tiempo completo a la creación artística.

Se reconoce primero como jardinero y después como pintor. Desarrolla un lenguaje de colorido mediterráneo, luminoso y expresivo, en el que se conjugan influencias culturales muy distintas, fruto de su experiencia viajando por el mundo, y también diversos materiales y técnicas, siendo la fotografía una de las más recurrentes en su producción. Diestro en la acuarela, el collage y la pintura sobre objetos, el artista confirmará lo que aprendió desde pequeño, que la pintura no debe limitarse a las tradicionales telas sino que puede invadirlo todo.

Su obra, sus diseños y su estilo mixturado fue puesto en tapa de revistas como la Art Review quién le dedicó una portada, Philips de Pury le hizo una gran retrospectiva en Nueva York, expone en las mejores galerías desde Madrid (su obra puede verse de manera permanente en la mansión-galería de arte de Aina Nowack en El Viso) a Hong Kong. La edición francesa de Vogue ilustró con su arte un especial sobre Argentina. Y a lo largo de los años ’90 la revista Interview le encargó una serie de acuarelas sobre los estudios de los artistas más famosos del planeta que se convirtió en objeto de culto.

Madonna y los tres bambinos
Grillo cuenta en la entrevista al medio europeo que tuvo su primera exposición en Londres en la galería de David Gill, donde Madonna solía comprar. Un día, Gill expuso imágenes de su serie del niño Jesús rodeado de jazmines, y todo el mundo se volvió loco y la quería, pero nadie la compraba. Entonces apareció Madonna, que estaba montando su casa, recorrió la galería y lo único que se llevó fueron sus tres bambinos. Y sus amigos famosos, que lo eran también de ella, iban contando por ahí que habían visto su obra en su casa. “Por eso yo digo que soy famoso entre los famosos, pero no soy famoso. Yo soy un pintor de Rafaela” cierra Grillo. Su serie inspirada en jazmines “Falling Jasmine” cautivó a la diseñadora Carolina Herrera y dio origen a la primera colección de joyas de la marca.

De Rafaela a Ibiza con escalas
En 1978 llegó a Ibiza para quedarse. “Allí encontré todo lo que soñaba sin saber siquiera que lo soñaba. Me volví parte del grupo de personajes bastante creativos que escapábamos a la isla a inventarnos una vida”, afirma. El ideal de vida de Grillo era bastante concreto. “Quería vivir por dos pesos en esas casas de campo que a nadie le gustaban, y que eran como palacios maravillosos. Todo lo que un chico de ciudad de provincia sudamericana con espíritu creativo imagina que es el paraíso. Y en aquel momento Ibiza lo fue, y en muchos aspectos para mí lo sigue siendo”. Allí fue donde empezó todo, descubre algo que intuía desde niño: que la pintura no debía limitarse a las tradicionales telas, sino que podía invadirlo todo: vajilla, mantas, tapas de revistas y muebles. Grillo cuenta que apenas llegás a su casa sentís que podría ser la casa de tu mamá. Lo más importante para la decoración de una casa es que fluya ternura, el tipo de paz y tranquilidad que te hace sentir acogido.

En la entrevista al medio europeo Grillo comenta: “Mi abuela era la modista más fantástica de la ciudad. En mi casa veía desfiles de señoras elegantes, pero mi mamá, con cuatro pesos, era la más chic de todas. No sabría quién era Coco Chanel, pero siempre estaba espléndida”. Luego agrega que en su pueblo hay una tienda “que siempre parece a punto de desaparecer, lo cual nunca ocurre” donde venden de todo. Un lugar donde la gente distinguida de la ciudad no se anima a entrar, pero de donde él rescata sus “reliquias”, como las llama. “A Jade Jagger le llevé unos zapatos de plástico de allí y se volvió loca”.

Durante los años ’80 vivió entre Ibiza y Nueva York. Los años ’90 lo encontraron trabajando en la prestigiosa revista Interview (creada por Andy Warhol). Durante aquella etapa conoció a Jeff Koons, Francesco Clemente y Louise Bourgeois. Trabajó también con la revista Vogue, con fotógrafos y diseñadores de moda. En 2000 colaboró con David Gill Galleries de Londres en la creación de colecciones de muebles, cerámicas y pinturas. Dos años más tarde presentó una muestra individual organizada por la revista internacional Art Review de Londres.

Invitado por Carine Roitfeld, editora de Vogue Paris, volvió a la Argentina en 2005, interviniendo fotos de grandes exponentes de la moda, como Mario Testino, Fina Bemberg, Graciela Borges y Kouka de Paris. A partir de ese año comienza a exponer en galerías de arte nacionales.

A Grillo le gusta citar a Oswald Sitwell quién decía: “El artista es como un payaso que entretiene haciendo equilibrio en el borde del mundo”. Siempre estamos al borde del fracaso o del éxito, pero es una vida que nadie te da. Te la tienes que inventar. Todo lo que yo tengo es porque lo deseaba, aún sin conocerlo. Y me salió bien”.

Grillo Demo expuesto en Rafaela

La Secretaría de Cultura de la Municipalidad de la ciudad de Rafaela tuvo el privilegio de contar con las obras del prestigioso artista rafaelino Grillo Demo, quién exhibió su muestra el 27 de marzo del año 2018, en la sala principal del Museo Municipal de Artes Urbano Poggi, titulada “La vida es sueño”. Tras la apertura formal de la muestra evocó a sus maestros de la ciudad y destacó que Norma Fenoglio fue quien lo guió en el liceo: “Me acuerdo que hacía cerámica con Favareto Forner cuando el liceo estaba donde ahora está la Municipalidad, frente al monumento a Guillermo Lehmann, que era un galpón. Iba de noche con la bicicleta y volvía con las esculturas de barro, todavía mojadas en el portaequipaje de la bicicleta, esos fueron mis profesores aquí, en Rafaela”. También destacó “es un lujo este complejo. Es genial para la gente de Rafaela, que tengan este sitio para juntarse, que los artistas tengan un lugar de encuentro y es fabuloso. Por eso le puse a la exposición ‘La vida es sueño’ y la mía un milagro, como siempre digo, pero es un sueño que yo nunca soñé. Esta exposición en Rafaela, en un museo tan lindo en un lugar tan fantástico, es genial”.

Grillo Demo en el Teatro El Círculo de Rosario

El Teatro El Círculo desplegó su alfombra roja para recibir al ecléctico artista rafaelino, Grillo Demo, quién a los 22 años partió a Europa a buscar nuevos horizontes y luego de cuatro décadas volvió para presentar la muestra: “…un poco de EXOTISMO” inaugurada el 29 de marzo del 2019 en la sala Juan J. Trillas, del Teatro El Círculo (Laprida 1.235). En el catalogo local se podía leer: “Una sinfonía de colores y paisajes, especial para los amantes de la decoración mobiliaria y los fanáticos del dibujo”.