Gisela Mesa [email protected]


La obra de teatro Últimos, lo más reciente en el tiempo está en escena todos los domingos de junio a las 20 en Teatro Del Rayo bajo dirección y producción de Alejandro Leguizamón con la participación de los actores Lucas Maggioni- Lucas Vidoletti y la actriz Gabriela Bertazzo. La obra cuenta la historia de Cancio, Asencio y Benicia tres actores que quedan varados camino a la función. Solo se tienen a ellos mismos, y al carromato en el que se trasladan.

El espacio está vacío de escenografía, pero poco a poco las tres historias personales, las reflexiones, los pensamientos, y las diversas atmósferas se irán complementando y ocupando el lugar.

En esta obra de Alejandro Leguizamón, lo grupal, lo individual, y el propósito que cada uno de los personajes ocupa, son esenciales a la hora de llenar los vacíos de un escenario despojado. Mirador Provincial mantuvo una extensa charla con Alejandro Leguizamón sobre la obra, y sobre cómo ve la escena teatral en Rosario.

Alejandro Leguizamón
-¿Sin spoilear la obra, contanos de qué trata Últimos? ¿Cómo surge la obra?
-Últimos es una obra que muestra el trabajo y entretelones de una compañía teatral ambulante, que, montados en un carro viejo, cargado de bártulos, buscan realizar una función con la intención de hacer reír al público y por medio de su trabajo lograr subsistir y avanzar. Avanzar sin saber y tener muy en claro adonde. La obra de alguna manera propone que lo más importante es el recorrido ya que no siempre sabemos a dónde podemos llegar o que nos vamos a encontrar cuando lleguemos, vayamos a saber a dónde, ¿No? Incluso ellos tres, los personajes de la obra, se pierden y se echan la culpa por semejante tragedia, para ellos en ese tan importante momento que es llegar , se culpan hasta el punto de desconocerse en sus vínculos y en sus objetivos, tanto personales como grupales, pero bueno, es como muchos momentos de nuestras vidas, cuando logramos detenernos un instante y ver a los ojos a las personas que nos rodean nos damos cuenta que no era tan importante el perderse un poco, lo más importante es que estamos, que nos podemos ver y podemos comenzar nuevamente. Lo que más les importa a los personajes de esta bella historia cargada de risa y emoción, es estar juntos y juntas, acompañados y acompañadas en él camino. Esto es un poco Últimos.

La obra surge también de estos conceptos que abordamos en la propuesta escénica y poética. Tenía el deseo de trabajar con cada una de las personas que son parte hoy de Últimos, compañeros y amigos con los que no habíamos trabajado hasta el momento y que entre ellos
tampoco se había dado la oportunidad. Creo que hacía falta eso, proponer y contagiar el entusiasmo de encontrarnos y hacer algo juntos y juntas. Cuando comencé a trabajar en la idea no tenía el texto terminado, si tenía una pre dramaturgia visual, el universo plástico de la propuesta, algunas situaciones que los sujetos escénicos tenían que resolver y algunos diálogos construidos de la idea general. Pero lo que
más claro tenía era con quienes quería contar esta historia, entonces comencé a generar el encuentro, propiciar la participación. Nos pusimos a trabajar junto a la actriz Gabriela Bertazzo, los actores Lucas Vidoletti y Lucas Maggioni y Cindi Grüssi que se hizo cargo de una tarea difícil dentro de los roles de una producción, la asistencia de dirección, luego se sumó en el diseño de vestuario Agustina López y gran parte de la producción a cargo de integrantes de Teatrón Artes Escénicas (grupo con el que venimos trabajando desde ya hace 12 años), ahí fue cuando dijimos tenemos la obra.

-¿Qué obra le gustaría dirigir que no haya dirigido?
-La verdad que no lo sé, no tengo una obra que me plantee dirigir, así como a largo plazo, por lo general pienso primero en las personas con las que voy a trabajar y luego busco alguna obra o prefiero ponerme a escribir para ese grupo, anteponiendo el tema y o concepto que me llevó a pensar en ellos al momento de comenzar a gestar alguna idea. Pero, sí… si lo pienso, podría decir que como pendiente… “Nuestra Señora de las Nubes” de Arístides Vargas es una obra que me parece maravillosa, el mensaje de la obra ronda entre la soledad, el tiempo y el olvido. Como el olvido y el tiempo pasado pueden construir un presente, y como una persona en el exilio se puede encontrar siempre entre dos lugares, en dos tiempos, en esos dos tiempos que construyen la memoria y el no lugar al olvido. Son de alguna manera temas recurrentes en mi poética.

-Si nos fijamos en la cartelera teatral de Rosario, el teatro independiente marca tendencia. ¿Cuánto trabajo conlleva impulsar una obra teatral en nuestra ciudad?
-Mucho. Sí, mucho trabajo nos lleva a los y las realizadoras de la ciudad llevar adelante proyectos escénicos. Ya que los tiempos post pandémicos nos llevaron a un fondo del que cuesta levantarse. Es por esto que sostengo que no se puede trabajar solo, siempre hay que
estar con otros y otras para poder llevar adelante los proyectos que queremos y deseamos desarrollar. En nuestro caso, en un principio comenzamos los primeros encuentros grupales para la gestación del proyecto en el mes de febrero de 2019 (un montón de tiempo y una
pandemia en el medio) Fueron muchos meses de encuentros, de ensayos y trabajo, con un estreno en el mes de abril de 2021 en el teatro “La Comedia” de la ciudad de Rosario y luego de una gira por la provincia de Santa fe, volvemos al Teatro del Rayo (calle Salta 2.991) y
seguimos, lo que nos motoriza es poder encontrarnos y compartir.

-¿Qué tienen en común estos montajes?
-Si la pregunta es con respecto a “Nuestra Señora de las nubes de Vargas, creo que el abordaje que realiza Arístides Vargas sobre la identidad, La identidad es un tema recurrente en mis obras. Lo que creo que es importante construir y reconstruir constantemente tanto desde, lo político, lo social, lo cultural, los vínculos y que nosotros, realizadores podamos sumar en nuestras producciones y llevar a los y las espectadores a encontrarse y poder encontrarse con estos mensajes me parece una tarea ya lograda, ¿no? Al menos instalar la pregunta.

-¿Cómo ve el futuro del teatro en Rosario?
-Bien. A pesar de la situación económica en general, me parece que bien, bien por el teatro en sí mismo y las personas que lo hacemos y lo llevamos adelante desde nuestro esfuerzo personal y colectivo.

El público se está animando cada vez más a acompañar producciones locales y eso se agradece muchísimo. Ojalá sean cada vez más las personas que acompañen el teatro local, sin la necesidad de conocer a alguien que actúa en la obra que deciden ir a ver y que sea por el simple hecho de ser parte de la cultura territorial y poder encontrarse con relatos más cercanos y generen un diálogo mucho más estrecho entre público y realizadores.