Lenguaje artístico

Imaginar a Rosario como un gran taller

“Poder transformar el arte en un proyecto masivo nos hace parte de la sociedad”, así lo entiende Dante Taparelli, quién en diálogo con Mirador Provincial contó acerca de sus inicios artísticos, sus ideas sobre el espacio público, sus proyectos: Memorabilia, Museo Urbano y su obra artística.
08-05-2019 | 12:00 |

Santafesino y rosarino. “Poder transformar el arte, que está siempre encerrado entre cuatro paredes en un hecho masivo, me enorgullece y me hace sentir parte de una sociedad”, dice Taparelli.
Foto:Archivo.
Álvaro Marrocco
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Dante Taparelli nació en la ciudad de Santa Fe en 1955. Cuenta que su acercamiento a la creación artística comenzó cuando era muy niñito: tenía dos años y ya armaba altares, nunca había ido a la iglesia, pero abría los misales de su abuela y ordenaba las estampitas como si fueran un juego de naipes y les prendía velas. Aquella experiencia autodidacta fue el germen con el que Dante empezó a transitar los caminos del lenguaje artístico.

Con el tiempo se afincó en Rosario y como todo artista inquieto empezó a experimentar con telas, cerámica, y hasta trastos que la gente tiraba. En relación a los desechos, Taparelli dice: “Existe una particularidad en mí, y es el hecho de haber vivido siempre en casas gigantes, esto me permitió acumular cosas. Antes de que invente el Mercado Retro, mi quinta eran los volquetes. Generalmente cuando se muere una persona anciana, los herederos tiran todo, menos la propiedad o las cosas de valor y lo que se tira es la memoria. Antiguas cartas, papeles archivados, hasta la pata de una silla configura esto que llamo objetos testigos, que luego con mi obra reconstruyo”.

En su haber se destacan bienales de moda con artistas rosarinos que recién se iniciaban en el mercado. En relación a ello dijo: “Con los años empecé a diseñar ropa. La tela es un material que inventó el hombre para hacer más mullida su caída a la tierra, que es de piedra”. En 1999 trabajó en la recuperación de los carnavales en el parque Scalabrini Ortiz, a través del diseño de carrozas, vestuario, y ambientación. Más tarde llegarían el Mercado Retro y El Roperito, experiencias que significaron una solución a la crisis económica y social que atravesó el país en 2001.

Taparelli piensa a Rosario como un gran taller, de ahí que sus trabajos más destacados tengan que ver con la imagen de la ciudad. Como director de Diseño e Imagen Urbana de la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario trabajó sobre este concepto, desarrollando un proyecto denominado Museo Urbano. Arte a la vista, en donde se reproducen a gran. A escala obras de pintores de la ciudad en murales de edificios.

— ¿Qué podés contarnos de esta iniciativa? ¿Qué satisfacciones te produjo?
— Imaginate esta escena, un Vanzo -seguramente colgado en alguna solitaria galería- de golpe pasa a ser lo que el artista quiso. Una obra popular, masiva. Poder transformar el arte, que está siempre encerrado entre cuatro paredes en un hecho masivo, me enorgullece y me hace sentir parte de una sociedad y de una gestión en donde se apuesta por la construcción. Con el teatro El Círculo pasó algo similar cuando se decidió reacondicionar el teatro por el Congreso de la Lengua Española, no sólo se trabajo en el teatro, sino también en los bares de enfrente, en las esquinas, con el empedrado, con las farolas y ahora con el umbral. Es decir, son cosas que posibilitan que la gente sea parte. Los funcionarios del arte debemos trabajar para lograr la común unión entre las personas. Que se unan para el disfrute, en este caso del arte. Agarrar un edificio horrible y pintarle un cuadro gigantesco no hace solamente que el edificio deje de ser uno más del montón, logra algo más interesante, no solo que la mirada de la gente hacia ese edificio sea diferente, sino algo inevitable, que al mirar hacia ese cuadro pintado en el edificio uno sienta amor.

— ¿Por qué elegís trabajar con murales? ¿Qué simbolismo esconden?
— La masividad. Los artistas somos generosos, porque con el arte uno construye para los otros, mira el Vanzo de calle Pellegrini al 1.600 ¿Por qué pintó a un “canalla” y un “leproso”? Porque estaba pintando la fuerza poderosa de la sociedad. ¿Y para quién los pinta? ¡Para la sociedad! El arte tiene que ser masivo, Diego Rivera hizo una revolución mexicana solamente con sus murales. Así como también lo hicieron los pintores del Renacimiento a fines de la Edad Media en las cúpulas de las iglesias, toda la gente que entraba, quedaba extasiada mirando los techos. El poder de las imágenes puede cambiar a una sociedad, y los artistas que somos parte de esta sociedad no hacemos más que reflejarlo. Un artista lo primero que pinta es a sus amores o a su entorno, incluso se ve hasta con las abstracciones. Picasso con el Guernica pinto una ciudad destruida, es decir lo que vio, lo que lo sensibilizó, lo que le produjo. La intención del artista es que la obra sea un eco eterno, que eternamente su pensamiento siga, esa es la eternidad, esa es la memoria, eso es arte.

En su pagina (www.dantetaparelli.com) hay un relato que lo describe como artista, donde dice: “El artista va tomando objetos y cosas de este mundo y los pone a hablar y decir cada uno con su lenguaje hasta conjurar solo una cosa: arte”.

“Yo soy un tipo que hace 35 años que vivo en un taller y para mí la vida diaria es un eterno construir sobre lo destruido. Es decir, construir para resignificar, si lo pegas con lo que le pasa al ser humano, uno se reconstruye todo el tiempo. Nosotros estamos rodeados, más que de encuentros, de pérdidas. Si uno puede a través de la memoria y de los objetos testigos reconstruir esa memoria, estas rodeado de lo que perdiste, o sea que en realidad uno nunca pierde -siempre gana- y con ese sistema uno logra darle vida a la muerte”.

Memorabilia
“Una vez me invitaron a comer al cementerio disidente. Pensé -Hm, ir a comer al cementerio, dice Dante- fui. Había una mesa enorme, y aparece Otto, un alemán de noventa y pico de años, estaba muy conmocionado”. Cuenta Dante que él ya había empezado a trabajar sobre el concepto de memorabilia porque con su trabajo había logrado correr el concepto de muerte que hay en los cementerios y empezar a mirar de otra forma.

“Memorabilia es un lugar que rinde homenaje a la gente común, como la peluquera de la vuelta, la modista de la otra cuadra, a un médico. En fin, personas. Eso es Memorabilia, y pensar que lo más lindo de todo esto es que la mitad del mural -es una pared y media- la hizo la gente”.

Dante Taparelli, a través de su proyecto Memorabilia y Visitas Guiadas a los cementerios, puso en valor esos espacios al fin de poder ser visitados por las familias estrechando lazos con el arte y la memoria. A razón de ello mucha gente lo ha llamado y le ha dicho: “Dante le quería agradecer porque ahora yo voy y le doy un besito a la foto”. Dice Dante: “La cara, el rostro, en el DNI además de la huella esta la foto, el rostro es con el que te conocen tus amigos de chiquito, de grande, la identidad no solo tiene que ver con la ropa con la que vinimos al mundo, sino con dar la cara. Bueno, toda esta gente se hizo cargo y yo lo que hice fue ponerlos en escena”.

Las visitas se enmarcan en el Plan Maestro para la Mejora y Modernización de los Cementerios y Crematorio de la Secretaría de Servicios Públicos, en conjunto con la dirección de Diseño e Imagen Urbana de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.

Hay una película norteamericana llamada Belleza Americana -casi al final- en uno de los fragmentos se desarrolla un desenlace trágico. Y en donde todos ven angustia, desesperación y dolor, hay alguien que encuentra belleza en esa imagen. Ese alguien puede remitir a Taparelli, debido a que trabaja con cosas que perturban como la indefensión, la muerte, el abandono. “Son las cosas que en general hacen que la gente dé vuelta la cara, porque el miedo, el dolor, y la angustia tienen que ver con cada uno de los seres humanos que poblamos esta tierra. No darle vuelta la cara a esas cosas tiene que ver con asumir la única realidad que es la transición, porque siempre estamos cambiando, nunca estamos quietos. En el trabajo, en el amor, en la vida diaria. Yo, al ser una persona que siempre ha vivido solo logré dejar de tenerle miedo a la muerte, trabajando sobre ello, resignificándola. Las perspectivas del mundo no son buenas. Si empezás a atar cabos. Ves que si seguimos así, no tenemos destino. Lo que podemos hacer es usar nuestra cabeza. Generar ideas. Si vos a la sociedad la involucras con su derecho a la belleza. Inclusive en las cosas nimias como armar la cama a la mañana o acomodar los muebles en tu casa. Estuviste colaborando con un pensamiento en común. De orden de progreso de amor. Nuestra tarea como artistas es hacer que la sociedad tenga la capacidad de pensar en el prójimo, en el próximo”.

Trayectoria

En relación a su obra personal, el artista plástico y gestor cultural Dante Taparelli en 2007 expuso “El Pulso” en el Centro Cultural Roberto Fontanarrosa. Pasaron varios años hasta su reciente muestra titulada “Leña” del año 2018, expuesta en el Museo Municipal de Arte Decorativo Firma y Odilo Estévez.

El tiempo ha transcurrido, no así sus ideas artísticas que siguen siendo el símbolo vivo de una ciudad que late con sus mercados de productos culturales, sus floridos carnavales, sus murales de arte esparcidos por las fachadas de los edificios, ofreciendo una particular mirada que le da vida a esta ciudad sin orillas.



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