Un incendio de gran magnitud consumió por completo una guardería de embarcaciones denominada «Karminia» en el barrio Malvinas de Santa Rosa de Calchines, durante la madrugada de este miércoles. El siniestro generó alarma entre los residentes y movilizó a bomberos voluntarios y servicios de emergencia.
Alerta y despliegue de emergencia
La Central 911 tomó conocimiento del suceso aproximadamente a las 4 de la mañana, tras recibir un llamado que alertaba sobre un foco ígneo en la guardería. Rápidamente, efectivos de la Comisaría Tercera de la Unidad Regional VII (Departamento Garay) se constituyeron en el barrio Malvinas, donde confirmaron la existencia del incendio en curso.
El panorama era complejo: densas columnas de humo se vislumbraban desde diversas zonas de la localidad, mientras el riesgo de propagación a edificaciones linderas era latente. Inmediatamente se solicitó la intervención del SIES 107 y de bomberos voluntarios, quienes, con el apoyo de dotaciones de cuarteles locales y la colaboración de vecinos, desplegaron trabajos coordinados para contener las llamas.
La versión del propietario
Cuando los bomberos lograron acceder al lugar, dialogaron con el dueño del predio, un hombre de 63 años. El propietario manifestó que el siniestro se inició entre las 4:00 y 4:30 de la madrugada, y descartó cualquier intencionalidad. Según su versión, un presunto desperfecto en la instalación eléctrica de los boxes de guardado desencadenó el fuego.
Daños materiales y ausencia de heridos
Afortunadamente, no se registraron personas lesionadas, lo que constituyó un alivio en medio de la emergencia. Sin embargo, el daño material resultó total: once embarcaciones, los boxes de guardado y parte de la infraestructura quedaron completamente inutilizados. Se labraron las actas de informe correspondientes, se realizaron relevamientos fotográficos y se tomaron testimonios con miras a futuras pericias.
Vecinos solidarios y labores de extinción
Residentes del barrio relataron una mañana de sobresalto. Muchos despertaron alertados por el intenso olor a humo y la visión de las llamas, que ya alcanzaban los galpones. Algunos incluso prestaron colaboración con agua y herramientas para mitigar el avance del fuego, hasta el arribo de las dotaciones de bomberos voluntarios.
Los bomberos trabajaron durante varias horas para extinguir el foco ígneo, remover escombros y enfriar los restos calientes. En el predio, el panorama revelaba la magnitud del desastre: chapas retorcidas, elementos calcinados y daños irreparables en las embarcaciones que albergaba la guardería. El establecimiento «Karminia» quedó completamente inoperable.

Impacto y preocupación en la comunidad
La comunidad de Santa Rosa de Calchines manifestó su preocupación ante un nuevo siniestro que afecta la región en pocos días. Más allá de las pérdidas materiales, el incendio reavivó el debate sobre la necesidad de extremar las medidas de prevención eléctrica y los controles en las instalaciones destinadas al almacenamiento de embarcaciones.
La Unidad Regional VII ya comunicó lo actuado a la fiscalía en turno, y se aguarda el inicio de las pericias técnicas que determinen la causa precisa del foco ígneo. El predio de «Karminia» permanece clausurado preventivamente.
Un antecedente reciente en la zona
Este suceso trae a la memoria otro incidente de envergadura registrado hace apenas cinco días en la jurisdicción de Los Zapallos, también en el departamento Garay. En aquella ocasión, un depósito de camiones situado sobre la Ruta Provincial 1, kilómetro 27, fue consumido por las llamas tras una explosión. En ese episodio, al menos tres dotaciones de bomberos trabajaron intensamente durante la noche para controlar el fuego.

El saldo fue la afectación de varios camiones de gran porte –entre ellos de marcas Scania, Volvo y Mercedes–, así como semirremolques, equipos de frío y parte de la estructura del galpón. Afortunadamente, tampoco se registraron víctimas en aquel hecho.
Para los habitantes de la región, la ocurrencia de dos siniestros de esta magnitud en menos de una semana constituye una clara señal de alerta, impulsando interrogantes sobre protocolos de seguridad, controles y mantenimiento de las instalaciones, en espera de los resultados de las pericias que puedan esclarecer la recurrencia de estos eventos.
