Las claves del Presupuesto Nacional 2026 aprobado por el Congreso

El Senado de la Nación otorgó sanción definitiva al Presupuesto 2026, una ley clave para el Poder Ejecutivo que proyecta un crecimiento del PBI del 5% y una inflación del 10,1% para ese año. La norma, que refuerza el equilibrio fiscal, obtuvo la aprobación gracias a la nueva composición del recinto, permitiendo al oficialismo sacar adelante la iniciativa que llegó previamente de la Cámara de Diputados.

La sanción definitiva del presupuesto 2026 en el senado

El Senado de la Nación otorgó sanción definitiva al Presupuesto 2026, una ley fundamental que habilitará al Poder Ejecutivo a administrar los ingresos y egresos del Estado nacional durante el próximo ejercicio. La iniciativa legislativa fue aprobada en general sin modificaciones, tras la aceptación del oficialismo de votar el texto tal cual había sido despachado por la Cámara de Diputados, lo que implicó la no incorporación del capítulo XI, que preveía derogaciones en leyes de discapacidad y financiamiento universitario.

los resultados de la votación y el artículo clave

La aprobación en general del proyecto se concretó con 46 votos a favor, 25 en contra y 1 abstención. Un punto central del debate fue el artículo 30, cuya relevancia radica en su impacto sobre los pisos mínimos de financiamiento para la educación y la ciencia. Este artículo en particular recibió el apoyo de 42 legisladores, mientras que 28 votaron en contra y se registraron 2 abstenciones.

Las proyecciones económicas y metas fiscales del gobierno

El Presupuesto 2026 establece como principio rector el equilibrio de las cuentas públicas, buscando una contención del gasto mediante la imposición de límites estrictos a la expansión presupuestaria. Entre las principales proyecciones económicas que incorpora el texto, se destacan:

  • Un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 5% para 2026.
  • Una inflación anual proyectada del 10,1%.
  • Un tipo de cambio estimado para fines de diciembre de 2026 de $ 1.423.

En cuanto a las metas fiscales, la ley prevé un superávit primario de 1,5% del PBI y un superávit financiero de 0,2% luego de la cancelación de intereses. Adicionalmente, el Poder Ejecutivo proyecta un incremento del 10,6% en las exportaciones y del 11% en las importaciones.

Cómo se distribuye el gasto público según el oficialismo

El texto sancionado mantiene porcentajes significativos destinados a protección social. Al respecto, el presidente de la comisión de Presupuesto, Ezequiel Atauche, afirmó que «un 82% de este Presupuesto no se mueve» y detalló la composición del gasto de la siguiente manera:

  • 45% para la previsión social, que incluye jubilaciones y pensiones.
  • 16% destinado a la asistencia social.
  • 11% asignado a salarios del sector público.
  • 9% para intereses de la deuda.
  • El 18% restante configura un margen operativo para subsidios y universidades.

Las facultades ampliadas para el ministerio de economía

La normativa sancionada habilita al Ministerio de Economía a llevar a cabo diversas operaciones de administración de la deuda pública, incluyendo canjes y reestructuraciones. Esta facultad, defendida por el Poder Ejecutivo como una herramienta esencial para ordenar vencimientos y mitigar riesgos financieros, fue objeto de cuestionamientos por parte de la oposición.

Asimismo, la ley regula la reasignación de partidas presupuestarias dentro de límites preestablecidos y sostiene la política de reducción de subsidios, focalizándose principalmente en los sectores de energía y transporte. Complementariamente, el Presupuesto 2026 refuerza los mecanismos de seguimiento y control por parte del Congreso, mediante la presentación de informes periódicos sobre la ejecución del gasto y la evolución de los ingresos.

Las posturas de los bloques en el recinto

La votación en el Senado reflejó un amplio respaldo por parte del arco oficialista, la Unión Cívica Radical (UCR), el PRO y una parte sustancial de las bancadas federales. En contraste, el bloque kirchnerista calificó el proyecto como «invotable» y criticó vehementemente las prioridades definidas por el Poder Ejecutivo.

La jefa de la bancada libertaria, Patricia Bullrich, defendió la propuesta, asegurando: «Este Presupuesto no es solo una herramienta económica, es un punto de partida para refundar una historia emocional de la Argentina». Por su parte, el ex gobernador Jorge Capitanich fue uno de los que esgrimió el calificativo de «invotable», aludiendo a supuestas inconsistencias y a decisiones de gasto, como la adquisición de aviones F16 por $ 302 millones, en contraposición con lo que describió como la imposibilidad de financiar el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF).


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