Juan Carlos Scalzo
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Con la llegada de la actual administración al gobierno nacional, las obras para transformación en autovía de esta importante y peligrosísima ruta (por la cantidad de vidas que se lleva todos los años y por la saturación que muestra el tránsito vehicular) comenzó a encontrar obstáculos y paulatinamente se fueron paralizando los trabajos, que venían con muy buen ritmo durante la gestión anterior.

Primero fueron las sospechas de irregularidades en el otorgamiento de la adjudicación a la empresa encargada concesionaria; luego el cambio del proyecto original, de autovía a autopista; después fueron cuestiones presupuestarias y continuaron las excusas que, en realidad, se usaron para ocultar el retaceo de los recursos como el verdadero motivo que terminó paralizando la obra, más allá de algún que otro obrador que se puede observar en los 40 km que tiene el trayecto Angélica - Rafaela y el tramo que circunvala Rafaela (conocido como variante Rafaela). Finalmente, Vialidad Nacional dejó de pagar a la contratista (la UTE Pietroboni-Luis Losi) y ésta no siguió adelante con la ejecución.

La interrupción de los trabajos preocupa a toda la región, por el valor estratégico que tiene esta vía de comunicación. Uno de los municipios que con mayor inquietud observa el retraso de la obra es el de Sunchales porque la autopista debe llegar a esa localidad, pero en el replanteo ha pasado a una segunda etapa y existe el temor que su concreción se prolongue demasiado en el tiempo o no se realice.

Ante esta situación, el gobierno que encabeza el intendente Gonzalo Toselli comenzó a gestionar con insistencia una entrevista con autoridades de Vialidad Nacional y dos semanas atrás recibió la confirmación de que sería recibido, a comienzos de la pasada semana, por el coordinador de Planificación y Gestión de Infraestructura Vial del organismo, Eduardo Plasencia.

Por su implicancia, el mandatario sunchalense le transmitió la invitación a la Municipalidad de Rafaela y las entidades de la producción, a sabiendas del interés que el tema tiene a nivel regional. La comitiva encabezada por el propio Toselli estuvo integrada además por Javier Di Biase, de la Agencia para el Desarrollo de Sunchales; el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Luis Ambort; por el Centro Comercial e Industrial de Rafaela, su director ejecutivo, Iván Acosta, y Daniel Frana, de la Agencia para el Desarrollo de Rafaela (Acdicar).

Sorpresivo anuncio
Con mucha expectativa la delegación llegó a la sede de Vialidad en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y luego de una espera de varias horas fueron recibidos por Plasencia, quien apenas les dedicó 15 minutos de audiencia y les repitió lo que ya se venía manejando como información, aunque le agregó un anuncio que dejó boquiabiertos a sus interlocutores.

En primer lugar, el funcionario aseguró que el nuevo contrato con Pietroboni-Losi se firmará en los próximos días y la demora atendió a la necesidad de readecuar los montos. En segundo lugar, el funcionario nacional confirmó que, por ahora, y con presupuesto asignado, la obra de la autopista se hará entre Angélica y el límite entre Rafaela y Lehmann, así como el acceso a Sunchales (desde la ruta 34) y la variante Rafaela, es decir lo que ya se estaba ejecutando. Mientras que se postergó -hasta que se realice una nueva licitación que no tiene pliegos, fecha, presupuesto ni plazos, pero sí proyecto ejecutivo- la ejecución del tramo Lehmann-Sunchales.

La sorpresa fue que Plasencia, sin dudarlo, les aseguró, según un informe sobre la reunión del municipio sunchalense, que el tramo comprendido entre arroyo Sunchales hasta la intersección con la Ruta 280 “se terminará antes de agosto de este año”. La misma promesa, poco creíble, hizo el funcionario sobre el resto de la obra al sostener que estará concluida de aquí a agosto, cuando para que ello se concrete deben ejecutarse nada menos que ocho puentes, entre ellos el acceso a Susana, donde ni siquiera están corridos los alambrados ni fueron expropiados los terrenos.