Victor Ludi

El fútbol de salón se instaló a la capital entrerriana en el año 2012, con la creación de la Asociación Paranaense de Fútbol de Salón (APFS) –previamente se disputaron algunos certámenes bajo la Liga Paranaense de Fútbol, pero no prosperaron-. En aquellos tiempos, el futsal era una disciplina nueva, a la que se acercaron, en su mayoría, jugadores del fútbol local que buscaban otros horizontes. También incursionaron grupos de amigos que tenían un equipo para jugar “fútbol 5” y decidieron probar suerte en un deporte regulado.

Por estos motivos, en los comienzos, era difícil que se jugara un partido netamente de futsal, ya que, más allá de la calidad individual de algunos jugadores, prácticamente se desconocía de tácticas, estrategias o movimientos puramente relacionados con la actividad, y esto se reflejaba cuando los equipos paranaenses participaban en competencias nacionales.

Con el correr de los años, el fútbol de salón se convirtió en una de las disciplinas deportivas que más adeptos ganó, por lo que el aprendizaje de jugadores, entrenadores y árbitros fue prácticamente indispensable. Así los protagonistas fueron perfeccionándose y la capital entrerriana, pese a que aún está lejos de las principales potencias como Mendoza o Ushuaia, fue ganando terreno a nivel nacional.

Entonces, pensando en que el crecimiento no se detenga, en los últimos tiempos se crearon las escuelitas infantiles de futbol de salón, que se encargan de que los niños y niñas vayan adquiriendo desde sus primeros años los conocimientos propios de este deporte y que, en un futuro, Paraná tenga una cantera de jugadores de futsal y no de jugadores de fútbol que se adapten a la disciplina.

En 2019 serán cinco los clubes que trabajarán con los más chicos, apostando a un proyecto a largo plazo: el Avenida Ejército, donde está a cargo Gabino Eseyza; Sportivo Entre Ríos, bajo las órdenes de la dupla compuesta por Noelia Villagra e Ileana Mohr; Mariano Moreno, conducido por Edgardo Alegre; Echagüe, que está bajo el mando del binomio integrado por Matías Bugliot y Pablo Alvarenga; y Don Bosco, donde llevan adelante su trabajo Juliana Gericke y Miguel Ángel Rabbia, quien es uno de los principales referentes de las divisiones menores del futsal paranaense, por lo que Mirador Provincial se contactó con él para conocer los detalles de la apuesta a futuro que están realizando.

“En los primeros años, tanto jugadores como entrenadores, no tenían noción sobre este deporte. Hoy en día no es así, ya que tanto en la categoría Juvenil como en la Cadete, que comenzará a competir este año, ya los jugadores vienen con otra formación”, fue su introducción para, luego, meterse de lleno en el tema de las escuelitas: “La idea surgió por el interés de crear jugadores propios de futsal y se trabaja con chicos diferentes categorías: de cuatro a seis años, de seis a ocho y de ocho a 12; para luego ingresar en la división Cadete, que es de 12 a 15; después están las divisiones C17 (hasta 17 años) y C20 (hasta 20). Con los más chicos, mediante distintas actividades recreativas, se trabajan cuestiones relacionadas a la coordinación y la evolución motriz que puedan llegar a tener, siempre teniendo como prioridad que se diviertan y aprendan a manejar su cuerpo. Durante los primeros años no se enfoca demasiado en lo estrictamente relacionado al juego, más allá de ir inculcándole algunos conceptos básicos”.

Además, explicó que cuando surgió este proyecto, decidieron realizarlo con gente idónea al mando: “La idea es que, además de los entrenadores, estén a cargo profesores de educación física, porque hay que estar preparados para trabajar con chicos”.

Apuesta a la mejora

Sobre los objetivos planteados, Rabbia espera que el trabajo que hoy están realizando, el día de mañana permita mejorar la competencia interna y que Paraná pueda meterse entre los primeros planos a nivel nacional. “Considero que todas las personas que estamos trabajando en este proyecto estamos bien capacitadas para llevarlo adelante. Nuestra idea es que, con jugadores puros de futsal, mejore la competencia que hay en Paraná e, incluso, podamos llegar a meter y consolidar algún jugador o jugadora en la selección nacional. Para ello debemos contar con el apoyo de la Asociación, que hoy carece de infraestructura para respaldarlo y, en mi opinión, no tiene capacidad de gestión para lograrla”, cerró.