Un yate fue consumido por las llamas el viernes por la tarde en aguas del río Paraná, en un sector ubicado antes del ingreso a Villa Urquiza, a pocos kilómetros de la ciudad de Paraná. El siniestro generó momentos de gran preocupación entre navegantes y vecinos de la costa, quienes advirtieron una extensa columna de humo negro elevándose sobre el horizonte. En cuestión de minutos, el fuego avanzó con inusitada rapidez sobre toda la estructura de la embarcación, envolviéndola por completo.
Las imágenes difundidas en redes sociales y medios locales mostraron la magnitud del fuego, con el yate totalmente cubierto por las llamas y una densa humareda que se extendía varios metros en el aire, visible desde diversos puntos de la costa entrerriana. Testigos presenciales relataron que la propagación del foco ígneo fue tan veloz que imposibilitó cualquier maniobra de control por parte de otras embarcaciones cercanas. Si bien no se registraron explosiones, el temor inicial fue considerable ante la posibilidad de que hubiera combustible a bordo, manteniendo en alerta a los navegantes durante varios minutos.
En medio de la emergencia, un arenero que circulaba por el sector intentó aproximarse a la embarcación en llamas para colaborar con la extinción. Sin embargo, la intensidad del incendio era tal que cualquier esfuerzo resultó inútil frente al avance imparable del fuego. La magnitud del siniestro superó cualquier intento inicial de auxilio, obligando a la embarcación auxiliar a mantener distancia por seguridad.
El tránsito fluvial en la zona se vio parcialmente afectado. Varias embarcaciones redujeron su marcha o se mantuvieron a la distancia por precaución ante la situación, que continuó generando una gran humareda visible por varios minutos, provocando escenas de impacto para quienes transitaban o se encontraban en la costa observando lo ocurrido.
Los ocupantes, a salvo
Pese a la violencia del incendio y la destrucción total de la embarcación, se confirmó que no hubo personas heridas. Los ocupantes del yate lograron ponerse a salvo por sus propios medios; apenas advirtieron el foco ígneo, abandonaron rápidamente la embarcación antes de que el fuego se propagara por completo sobre el casco. Las llamas avanzaron primero en la zona central y en pocos minutos se extendieron hacia la proa y la popa, sin dar margen a tareas de control manual.
La rápida evacuación de los ocupantes, sumada a que no se produjo un derrame de combustible de consideración, evitó consecuencias mayores en un momento de gran tensión.
La destrucción material del yate fue absoluta. La embarcación terminó completamente consumida por el fuego y quedó reducida a restos calcinados flotando sobre el agua, sin posibilidad alguna de recuperación. El incendio también despertó preocupación por el posible impacto ambiental en las aguas del Paraná, aunque hasta el momento no se han reportado daños ecológicos concretos por parte de las autoridades competentes.
Hasta el momento, las causas que originaron el incendio no fueron dadas a conocer oficialmente. Las autoridades pertinentes trabajan para determinar qué desencadenó el fuego en la embarcación. Peritos especializados deberán establecer si el siniestro se trató de una falla mecánica, una pérdida de combustible, un desperfecto eléctrico o algún otro factor que haya actuado como disparador del fuego. La investigación incluirá el relevamiento de testimonios de los ocupantes y de testigos que presenciaron el hecho desde otras embarcaciones y desde la costa, además del análisis de los restos del yate.
