Mirador Provincial
[email protected] Entre el 5 y el 15% de la población padece dislexia, según investigaciones nacionales y provinciales. Si se toma el último porcentaje, significa que en cada aula existen 3 ó 4 niños que sufren este trastorno que dificulta la comprensión o expresión de la escritura y que suele pasar inadvertido o ser mal diagnosticado.
Por eso, el diputado provincial Alejandro Boscarol (UCR-FPCyS ) consideró necesario promover desde el Estado el conocimiento, la detección temprana y la intervención adecuada de las Dificultades Específicas de Aprendizaje (DEA), entre ellas, la dislexia, la disgrafía y la discalculia. El proyecto de Ley Provincial de Dislexia se presentó públicamente el martes en el Ateneo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), ubicado en bulevar Pellegrini 2750, junto a las integrantes de la Asociación de Padres de Niños con Dislexia “Aprendamos”.
“Este proyecto está en línea con otro que ya venimos trabajando: el de la ley provincial de educación. Sabemos que al no detectarse la dislexia, crece un proceso de discriminación muy importante hacia los chicos que la padecen. Entonces, si hablamos de una escuela inclusiva y de calidad, tenemos que dar en paralelo este otro debate”, argumentó Boscarol, en diálogo con
Mirador Provincial.
La iniciativa busca garantizar la atención integral de las DEA -que producen obstáculos para el acceso, permanencia y egreso de los alumnos al sistema educativo-, a través de acciones generadas por los ministerios de Educación y de Salud.
En primer lugar, dispone “establecer procedimientos y medios adecuados para la detección temprana de las necesidades educativas de las personas con dificultades específicas de aprendizaje”.
También insta a incorporar en la formación docente permanente y en servicio, contenidos específicos sobre dislexia “a los efectos de que los maestros sean capaces de realizar detecciones tempranas y derivaciones a los profesionales pertinentes”. Del mismo modo, propone incorporar estos contenidos en los institutos donde se forman los futuros maestros.
Adecuaciones metodológicas Otro punto de la iniciativa dispone el acompañamiento a las escuelas por parte de los Equipos Socioeducativos Interdisciplinarios que ya funcionan en la órbita de la cartera educativa. “Faltaría quizá incorporar profesionales que sepan abordar esta problemática específica”, indicó Boscarol.
Por otra parte, se deberán realizar las “adecuaciones metodológicas” necesarias a ser adoptadas por las instituciones educativas que atienden a chicos disléxicos, dado que con métodos apropiados de enseñanza, ellos pueden atravesar con éxito su escolaridad.
Entre esas adecuaciones, figuran: dar prioridad a la oralidad tanto en la enseñanza de contenidos como en las evaluaciones, otorgar un tiempo mayor para la realización de tareas y pruebas, asegurar que se entendieron las consignas, evitar las exposiciones innecesarias en cuanto a lecturas en voz alta frente a compañeros o el copiado extenso de textos.
También hay un artículo dedicado a que el Estado provincial garantice, mediante la obra social Iapos, las prestaciones necesarias para la detección, diagnóstico y tratamiento de las DEA, así como la atención con profesionales idóneos en los centros de salud.
La iniciativa ingresó a la Cámara Baja, con la intención de ser tratado con más tiempo el próximo año.
El articulado del proyecto de ley dispone “establecer procedimientos y medios adecuados para la detección temprana de las necesidades educativas de las personas con dificultades específicas de aprendizaje”.
“Nuevo desafío” “Este proyecto plasma el trabajo de tantos años que venimos llevando adelante desde Aprendamos. Somos la primera asociación del país que nuclea a padres con niños disléxicos y, como decimos siempre, ahora el trabajo ya no es solo por nuestros hijos sino por todos los chicos que sufren este desorden”, dijo Gabriela Morcillo, presidenta de la Asociación Aprendamos.
“Lograr esta ley es el nuevo desafío al cual nos sumamos con Alejandro, porque necesitamos una norma legal en la cual poder encuadrar todas las adecuaciones curriculares, la cobertura social y también la formación docente. Son tres pilares fundamentales para detectar y tratar la dislexia”, agregó.
Normas El proyecto del diputado Alejandro Boscarol no es una mera adhesión a la norma nacional recientemente sancionada -en octubre- y que incluye el tratamiento de la dislexia en el Plan Médico Obligatorio (PMO) de las obras sociales y prepagas. El diputado entiende que “Santa Fe debe contar con una ley propia, para que el problema sea abordado por los organismos que ya existen en la provincia”, dijo.
¿Qué es? No es una enfermedad. Es un trastorno neurobiológico del aprendizaje de la lectoescritura. Es genético y hereditario. Las personas que la padecen no tienen un retraso mental, sino que tienen un desorden en la comprensión y/o expresión de la palabra escrita, independientemente de cualquier casua intelectual, cultural y emocional.
¿Se cura? No puede curarse, pero sí tratarse. Son personas con capacidades normales para aprender, sólo que necesitan métodos y tiempos de enseñanza apropiados.
Señales Los chicos presentan una dificultad en la lectura lo que le imposibilita una correcta comprensión. Suelen cambiar de orden, omitir, agregar o invertir de posición algunas letras. Pueden evidenciar complicaciones en el aprendizaje de las letras y sus sonidos, la memorización de números, el deletreo, aprendizaje de una segunda lengua o la resolución de operaciones matemáticas. Repiten errores ortográficos sin poder subsanarlos.
“Al no detectarse la dislexia, crece un proceso de discriminación muy importante hacia los chicos que la padecen. Entonces, si hablamos de una escuela inclusiva y de calidad, tenemos que dar también este debate”.
Alejandro Boscarol
Diputado provincial
“Necesitamos una norma legal en la cual poder encuadrar todas las adecuaciones curriculares, la cobertura social y también la formación docente. Son tres pilares fundamentales para detectar y tratar la dislexia”.
Gabriela Morcillo
Presidenta de Aprendamos
