La concejala Carolina Delgado, impulsora del Banco de Alimentos en Victoria.
Ignacio Etchart | [email protected]
Carolina “Mechi” Delgado, quien asumió como concejala hace un año, transita su primer mandato legislativo y es una de las gestoras del proyecto de creación del Banco de Alimentos en la ciudad de Victoria, que asistirá a la red de comedores y merenderos comunitarios instalados en todos los barrios de la ciudad.
En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, la concejala se explayó sobre la medida, el trayecto hasta su aprobación y su futura implementación. Además describió el panorama por el cual transita la red de comedores comunitarios instalados en todos los cuarteles de la cuidad, agravado por el contexto de la pandemia.
Además de sus tareas como legisladora municipal, Carolina también trabaja en un comedor comunitario perteneciente a la red instalada en todos los cuarteles (denominativo político a las diferentes zonas en que está dividida Victoria). “Al estar en contacto con esta red compuesta de once comedores comunitarios barriales que abarca toda la ciudad, fueron surgiendo charlas en las que estuvimos todos de acuerdo en que necesitábamos un Banco de Alimentos”, define.
“En este contexto de pandemia veíamos la situación diaria cada vez más difícil, algo que nos convoca, nos afecta y nos interpela a todos cuando vemos que un vecino está sufriendo necesidades e injusticias. Ante el poco compromiso por parte del funcionario de la cartera de Desarrollo Social municipal, tomamos cartas en el asunto para resolver esta situación” destacó la concejala. “Entonces creamos este proyecto de ordenanza junto con el compañero Santiago Rodríguez, presidente de la Comisión de Desarrollo Social del Concejo Deliberante, de la cual formo parte. Como sabemos que las personamos pasamos pero las instituciones quedan, queríamos dejar una huella gestionada desde nuestro bloque”, subrayó.
Sobre el impacto que generará el Banco de Alimentos, Carolina adelantó que “esta herramienta municipal, porque así la vemos, apunta principalmente a los niños y niñas y adolescentes que se acercan a los comedores y merenderos en busca de sus raciones. Cumplir con los nutrientes esenciales en las cantidades necesarias es una de las claves que garantizará su bienestar durante la etapa escolar, especialmente este año que fue tan atípico para la escolaridad de los gurises y las gurisas del barrio”.
Sobre la red
El Banco de Alimentos viene a complementar la red de comedores y merenderos comunitarios de Victoria. Carolina comentó sobre la relación entre sus experiencias como trabajadora en esta red y la ordenanza. “El comedor de mi barrio primero fue un espacio de Primera Infancia. Junto con cinco mamás nos capacitamos, con la Dirección de Primera Infancia de la provincia, como Facilitadoras Barriales. Somos un nexo entre las familias y las distintas instituciones, ya sean municipales, provinciales o nacionales, para poder solucionar los problemas más urgentes, en conocer alguna gestión municipal, la falta de cloacas o acompañar en situaciones de violencia”.
En los comedores de la ciudad “tratamos de que la comida que podamos dar tenga todos los nutrientes que necesitan los niños, niñas y adolescentes. Que puedan acceder a una alimentación saludable, con una dieta a base de pescado, de legumbres, de carnes, de verduras y no de harina”, indicó.
“Mi trabajo diario y territorial me lleva a tener contacto con la gente y escuchar todos los días las necesidades que padecen. Con estas tareas creamos redes con nuestros vecinos, que recurren a nosotros y nos cuentan sus cosas personales, cómo pasan el día a día, lo que necesitan o lo que pueden producir ellos mismos. Muchos se han abocado a hacer huertitas en sus casas, porque tienen algún pedacito de terreno, entonces les hemos intentado conseguir semillas, para que puedan mantener una producción en sus casas que esté al alcance de su alimentación diaria. Porque el precio por ración, donde hay zonas con varias familias numerosas, es bastante elevado”, explicó la concejala.
Aprobación de la ordenanza
“Es una política pública y las políticas públicas son decisiones que se toman para transformar una situación determinada y dar respuestas a distintas sectores de la población”, definió Carolina sobre el proyecto. “Era necesario crear un Banco de Alimentos”, acentuó Delgado. “He aquí esta ordenanza aprobada por unanimidad, con la que el presidente municipal –con muy buena predisposición– se mostró de acuerdo y se comprometió a ejecutarla lo más pronto posible”, remarcó la concejala.
“Además, esta herramienta es pionera en la provincia. Una vez que ingresamos el proyecto al Concejo Deliberante tuvimos contacto con las compañeras concejalas del departamento Nogoyá y de la localidad de Libertador San Martín, interesadas en la iniciativa”, contó.
Orgullo
“A mí me llenó de orgullo poder lograr que salga este proyecto por unanimidad”, destacó Carolina Delgado. “Hemos tenido muchas conversaciones, muchas reuniones. He llevado este mensaje a los concejales, que quizás no hacen su trabajo territorialmente, sobre cómo viven los vecinos, las cosas que pasan y las injusticias que padecen, y convencerles de que esto es algo sumamente importante y beneficioso para la comunidad de Victoria”, argumentó la concejala.
“Porque todo ser humano tiene el derecho fundamental de no padecer hambre. Esto es, para quienes en algún momento de nuestra vida hemos tenido que recurrir a los comedores comunitarios, una manera de agradecimiento, dándole al barrio y a la sociedad de Victoria lo que alguna vez recibí. Que la aprovechen y sean beneficiados quienes no tuvieron ciertas oportunidades como sí lo han tenido otros. Que el vecino pueda acceder a una alimentación saludable y contundente. Que los niños puedan aprender en sus cursos escolares como cualquier otro niño”, se esperanzó.
Carolina “Mechi” Delgado, quien asumió como concejala hace un año, transita su primer mandato legislativo y es una de las gestoras del proyecto de creación del Banco de Alimentos en la ciudad de Victoria, que asistirá a la red de comedores y merenderos comunitarios instalados en todos los barrios de la ciudad.
En diálogo con MIRADOR ENTRE RÍOS, la concejala se explayó sobre la medida, el trayecto hasta su aprobación y su futura implementación. Además describió el panorama por el cual transita la red de comedores comunitarios instalados en todos los cuarteles de la cuidad, agravado por el contexto de la pandemia.
El camino
Además de sus tareas como legisladora municipal, Carolina también trabaja en un comedor comunitario perteneciente a la red instalada en todos los cuarteles (denominativo político a las diferentes zonas en que está dividida Victoria). “Al estar en contacto con esta red compuesta de once comedores comunitarios barriales que abarca toda la ciudad, fueron surgiendo charlas en las que estuvimos todos de acuerdo en que necesitábamos un Banco de Alimentos”, define.
“En este contexto de pandemia veíamos la situación diaria cada vez más difícil, algo que nos convoca, nos afecta y nos interpela a todos cuando vemos que un vecino está sufriendo necesidades e injusticias. Ante el poco compromiso por parte del funcionario de la cartera de Desarrollo Social municipal, tomamos cartas en el asunto para resolver esta situación” destacó la concejala. “Entonces creamos este proyecto de ordenanza junto con el compañero Santiago Rodríguez, presidente de la Comisión de Desarrollo Social del Concejo Deliberante, de la cual formo parte. Como sabemos que las personamos pasamos pero las instituciones quedan, queríamos dejar una huella gestionada desde nuestro bloque”, subrayó.
Sobre el impacto que generará el Banco de Alimentos, Carolina adelantó que “esta herramienta municipal, porque así la vemos, apunta principalmente a los niños y niñas y adolescentes que se acercan a los comedores y merenderos en busca de sus raciones. Cumplir con los nutrientes esenciales en las cantidades necesarias es una de las claves que garantizará su bienestar durante la etapa escolar, especialmente este año que fue tan atípico para la escolaridad de los gurises y las gurisas del barrio”.
Sobre la red
El Banco de Alimentos viene a complementar la red de comedores y merenderos comunitarios de Victoria. Carolina comentó sobre la relación entre sus experiencias como trabajadora en esta red y la ordenanza. “El comedor de mi barrio primero fue un espacio de Primera Infancia. Junto con cinco mamás nos capacitamos, con la Dirección de Primera Infancia de la provincia, como Facilitadoras Barriales. Somos un nexo entre las familias y las distintas instituciones, ya sean municipales, provinciales o nacionales, para poder solucionar los problemas más urgentes, en conocer alguna gestión municipal, la falta de cloacas o acompañar en situaciones de violencia”.
En los comedores de la ciudad “tratamos de que la comida que podamos dar tenga todos los nutrientes que necesitan los niños, niñas y adolescentes. Que puedan acceder a una alimentación saludable, con una dieta a base de pescado, de legumbres, de carnes, de verduras y no de harina”, indicó.
“Mi trabajo diario y territorial me lleva a tener contacto con la gente y escuchar todos los días las necesidades que padecen. Con estas tareas creamos redes con nuestros vecinos, que recurren a nosotros y nos cuentan sus cosas personales, cómo pasan el día a día, lo que necesitan o lo que pueden producir ellos mismos. Muchos se han abocado a hacer huertitas en sus casas, porque tienen algún pedacito de terreno, entonces les hemos intentado conseguir semillas, para que puedan mantener una producción en sus casas que esté al alcance de su alimentación diaria. Porque el precio por ración, donde hay zonas con varias familias numerosas, es bastante elevado”, explicó la concejala.
Aprobación de la ordenanza
“Es una política pública y las políticas públicas son decisiones que se toman para transformar una situación determinada y dar respuestas a distintas sectores de la población”, definió Carolina sobre el proyecto. “Era necesario crear un Banco de Alimentos”, acentuó Delgado. “He aquí esta ordenanza aprobada por unanimidad, con la que el presidente municipal –con muy buena predisposición– se mostró de acuerdo y se comprometió a ejecutarla lo más pronto posible”, remarcó la concejala.
“Además, esta herramienta es pionera en la provincia. Una vez que ingresamos el proyecto al Concejo Deliberante tuvimos contacto con las compañeras concejalas del departamento Nogoyá y de la localidad de Libertador San Martín, interesadas en la iniciativa”, contó.
Orgullo
“A mí me llenó de orgullo poder lograr que salga este proyecto por unanimidad”, destacó Carolina Delgado. “Hemos tenido muchas conversaciones, muchas reuniones. He llevado este mensaje a los concejales, que quizás no hacen su trabajo territorialmente, sobre cómo viven los vecinos, las cosas que pasan y las injusticias que padecen, y convencerles de que esto es algo sumamente importante y beneficioso para la comunidad de Victoria”, argumentó la concejala.
“Porque todo ser humano tiene el derecho fundamental de no padecer hambre. Esto es, para quienes en algún momento de nuestra vida hemos tenido que recurrir a los comedores comunitarios, una manera de agradecimiento, dándole al barrio y a la sociedad de Victoria lo que alguna vez recibí. Que la aprovechen y sean beneficiados quienes no tuvieron ciertas oportunidades como sí lo han tenido otros. Que el vecino pueda acceder a una alimentación saludable y contundente. Que los niños puedan aprender en sus cursos escolares como cualquier otro niño”, se esperanzó.
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