Gabriel Obelar
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La historia del debut de Juan Pablo Barinaga tuvo situaciones particulares. De un momento a otro, de entrenar en Cuarta División, fue convocado para practicar con el primer elenco, que dirigiría por aquel entonces Gustavo Álvarez. Una fecha antes de ingresar por primera vez a un campo de juego en la máxima división, fue alcanza pelotas en un duelo de la Copa Diego Armando Maradona.

Por aquel entonces, ‘Juancho’, como se lo conoce en el Mundo Rojinegro y, sobre todo, en La Capillita, tenía varios minutos para ir a practicar y regresar a su casa, producto de los largos trechos que realizaba en bicicleta.

Si bien al entrenar con el primer equipo, algunos compañeros lo buscaban y alcanzaban en sus vehículos particulares, su ‘bici’ nunca se desinfló y hasta en la actualidad, mientras se destaca en Reserva y anhela una nueva oportunidad en Primera, es quién lo sigue acompañando prácticamente todas las mañanas a entrenar.

Un motor

La relación de ‘Bari’ con la bicicleta data de un pasado no muy lejano, que en el último tiempo volvió a decir presente: “Lo de ir a entrenar en bicicleta es algo que me gusta hacer, lo hice cuando era chico y ahora me permite continuar estando en ritmo”, le confesó a Mirador Entre Ríos el propio Barinaga.

En relación al ritmo que mencionó, le otorga cuestiones positivas: “El ir en bici, primero que ya llego a la práctica entrado en calor y listo para arrancar, después me da más aire para jugar y me hace sentir mucho mejor”, indicó y completó: “Cansancio no siento, llego bien, porque no me cuesta rendir a la hora de comenzar a entrenar y tampoco es que no puedo regresar a mi casa por el agotamiento. Es parte de una rutina que le agrego a mi entrenamiento”, completó.

Con aspiraciones

Así como la bicicleta fue parte de su proceso para cumplir su sueño de ser jugador profesional, la misma puede ser parte de lo que más anhela Juan, regresar a Primera División, tras brillar en Reserva a base de goles y rendimientos.

“Este fue uno de los años en los cuáles mejor me sentí desde lo futbolístico, tal vez mejor a cuando estaba en Primera”, confesó y agregó: “Al rendimiento y al físico, le agregué goles que en otros años o momentos me costaba o no podía convertir”, señaló el capitán de la tercera división.

Si bien desde hace varias fechas atrás quiere revancha, sabe que pronto llegará: “Tengo que continuar de la misma forma, no bajar los brazos, seguir rindiendo que la chance va a volver a llegar y, cuando me toque, no la voy a desaprovechar, porque quiero continuar jugando en Primera en este club”, señaló el volante creativo.

¿En bicicleta hasta Portugal?

Debido a sus buenos rendimientos, más allá de que algunos clubes posaron los ojos en el joven volante que ya acumula un total de 10 cotejos en Primera y alrededor de 30 en Reserva, desde su entorno habrían recibido sondeos desde otros lugares fuera de Argentina.

Bari tiene vínculo hasta finales del 2024, aunque si no lo tendrán en cuenta en calle Grella, su entorno maneja opciones concretas en la segunda división de Portugal, aunque estos detalles no los desvelan, como tampoco lo desvían de su objetivo: “Me gustaría jugar en otro país, como no, más en la situación económica del país en la que podría ayudar a mi familia, pero primero quiero ganarme un lugar en Patronato, seguir jugando en Primera acá en el club y afianzarme en esta institución”.

Si bien admite que no sabe idiomas, pero “me gustaría aprender diferentes lenguajes”, el volante asume que aún sueña solo con Patronato: “No quiero que salga algo en lo inmediato, porque quiero mostrarme en este club, devolverle algo de lo que me dio, seguir creciendo y tener más oportunidad en Primera que sé que las voy aprovechar”.

La mirada de su preparador físico

Néstor Galliussi, preparador físico de la Reserva y una de las personas que conoce a Juan, también comparte la pasión de ir al entrenamiento y regresar a su domicilio en bicicleta, por lo que Mirador Entre Ríos apela a su experiencia en la materia al hablar de lo que realiza el volante en la actualidad.

“No es contraproducente, porque su cuerpo tiene memoria y está adaptado a la rutina. Si Juan tuviera que recorrer muchos kilómetros, luego de una práctica intensa, puede servir hasta como regenerativo”, sostuvo el PF ante la consulta de Mirador.

“Su organismo está acostumbrado a ir y venir, es una jornada más larga de entrenamiento y ya está adaptado. Lo ideal y aconsejable es que no lo haga previo a la competencia, salvo que el cuerpo lo tenga incorporado, no es una demanda energética. Todo esto se compensa con la alimentación e hidratación”, cerró.