Lalo Falcioni




Dicen que de los laberintos se sale por arriba, pero en el caso de Rosario Central, no aparece ese sitio elevado que permita asomar la cabeza y pegar el salto de impulso. Ni el fútbol ni la política salvan este presente “canalla”. En verdad, una cosa va de la mano de la otra.

El equipo dirigido por Carlos Tevez venía realizando una actuación para el recuerdo el viernes a la noche en Avellaneda, ante el encumbrado Racing, pero en una ráfaga todo se le salió de control y terminó otra vez saliendo de la cancha con la cabeza baja. “No me voy a bajar del barco, pero acá el problema no es Tevez, el problema es Central”, había advertido el “Apache” en una conferencia de prensa que muchos pensaban que podía ser la última. En cuanto a lo institucional, las aguas están aun más agitadas. Sin fecha confirmada de elecciones y con la oposición presionando para que haya definiciones, el actual presidente en ejercicio Ricardo Carloni todavía no puede resolver si será candidato o no.

Un caos

El insólito partido que perdió Central el viernes en Avellaneda, después de estar ganando por 3 a 1, refleja con bastante precisión lo que está ocurriendo en el club de barrio Arroyito de Rosario. Altibajos, idas y vueltas, euforia y al rato depresión. Todas esas emociones dominan a la institución que por estos días está contaminada por un presente futbolístico muy pobre y por una zona gris en lo político, al postergarse las elecciones que debían realizarse en octubre porque Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ) encontró irregularidades en el proceso electoral.

Volviendo al fútbol, Carlos Tevez habló con precisión quirúrgica, cuaderno en mano, de la situación complicada que atraviesa Central. “Yo me quedo acá porque tengo un compromiso con mis jugadores, no me bajo del barco. Pero acá el problema no es Tevez, el problema lo tiene Central”, describió el “Apache”.

Carlitos se refería a que hoy, como están planteadas las cosas en los institucional, no tiene con quién hablar en concreto sobre la estrategia para reforzar el plantel. Si los comicios se estiran a 2023, el DT debería charlar al respecto con la actual dirigencia, aunque en ese caso Ricardo Carloni ya adelantó que no está pensando en ser candidato a presidente. Ahora, si las elecciones se realizan el 18 de diciembre, como estableció IGPJ, el entrenador tendría que sentarse a discutir de refuerzos con quien gane la votación, que podría ser Carloni, Gonzalo Belloso, Juan Cruz Rodríguez -los tres que hasta ahora confirmaron su candidatura- u otro postulante que surgiera de las agrupaciones opositoras.

“Dejando de lado los jugadores que van a quedar libres a fin de año, que no sabemos cómo seguirá su situación, a Central le va a quedar un plantel con la mitad de los jugadores por debajo de los 22 años. Eso es peligroso para el futuro de Central, porque a los chicos hay que llevarlos de a poco”, evaluó Tevez en la conferencia de prensa previa al choque con Racing. En un presente caótico puertas adentro, parece que el único que tiene las cosas claras es el que vino de afuera.