Con el correr de los años no solo las formas de consumo de productos audiovisuales han ido mutando, sino el propio gusto e interés de los
espectadores. Gracias al apogeo del streaming y de la disponibilidad del material a solo un click de distancia, determinados géneros, antes quizás solo de nicho o sujetos a un público específico, han ido cosechando adeptos de manera progresiva. Uno de ellos es el “anime”, término con el que se suele identificar a la animación proveniente del país del sol naciente.

Netflix lo entendió a la perfección, aumentando su catalogo y produciendo de manera original y exitosa muchos de ellos. Como ejemplo basta mencionar a la excepcional “Cyberpunk: Edgerunners”, uno de los mejores animes del año pasado.

Este 2023 no fue la excepción y sobre el cierre del año la gran N estreno “Pluto”, un thriller de ciencia ficción llamado a ser uno de los nuevos grandes clásicos de la animación.

La miniserie de apenas ocho capítulos de duración se desarrolla en un futuro no tan distante en el que humanos y androides conviven perfectamente, incluso estos últimos gozan de derechos y leyes que los resguardan. La paz se quiebra cuando comienzan a sucederse una serie de asesinatos con víctimas tanto de un lado como de otro. El detective Gesicht de la Europol emprenderá así una investigación policial siguiendo una serie de pistas y patrones que parecen repetirse a lo largo del mundo.

La serie
Osamu Tezuka fue un mangaka y animador japonés fallecido en 1989, conocido en el país nipón literalmente como El dios del manga. Con su trabajo posibilitó que el comic japonés se convierta no solo en un gran fenómeno cultural en el país, sino que le abrió las puertas para su desembarco internacional.

Entre todas sus obras se destaca una en particular, “Astro boy”, un trabajo que sentó las bases del cómic y la animación; y del que provienen muchas ideas y fórmulas que vemos en la actualidad.

Tomando como referencia uno de los arcos argumentales más populares de la historia de “Astro Boy”, específicamente el llamado el mejor robot sobre la faz de la Tierra, Naoki Urasawa en conjunto con Takashi Nagasaki crearon en el año 2009 el manga “Pluto”.

La serie de Netflix, que se desarrolló sin prisa desde el año 2017, es una adaptación punto por punto de ese manga original. Casualmente el manga completo consta de ocho tomos recopilatorios, mismo número de capítulos que la plataforma dispuso para adaptar de manera integra la historia. Los episodios rondan la hora de duración y permiten apreciar, también como prueba de su traslación fiel, el característico estilo de su creador, dueño de un trazo grueso y exageradas expresiones faciales.

“Pluto” se presenta como un thriller policial futurista y nos recordará dentro de los exponentes del género a películas como “Akira” y “Ghost in the Shell” o series como la emblemática “Neon Genesis Evangelion”. Si hablamos de cine norteamericano podemos referenciar a “Total Recall” (1990) o “Blade Runner” (1982).

La historia se desarrolla teniendo como escenario una post guerra -que aún abruma a mucho de los personajes -, en la que los robots fueron utilizados como herramientas bélicas. En el contexto actual estos últimos conviven en paz con los humanos, son considerados ciudadanos plenos y gozan de derechos tales como el de la posibilidad de adoptar y formar sus propias familias.

La serie crece al tiempo que la línea que divide a los humanos respectos a los robots se desvanece. En “Pluto” hay robots reconocibles, de hierro y metal, generalmente dispuestos para el servicio público (como policías o encargados de limpieza) y aquellos indistinguibles para el ojo común que hasta fingen comer y beber con el fin de adecuarse al mundo en el que viven.

La trama se permitirá entonces indagar en temas profundos como la identidad, la conciencia y la existencia de la ética y moral en las inteligencias artificiales. Asimismo, presentará una crítica respecto a la propia condición humana y muchas de sus miserias. Quizás el punto más álgido sea el análisis respecto a la existencia y propagación de grupos de odio radicales que en la serie se encargan de acabar con los robots y promover una propaganda en contra de ellos. Temas que revisten una actualidad innegable.

En “Pluto” existen IA demasiado avanzadas…y demasiado "humanas". Esto queda en evidencia desde el capitulo uno, apartado que nada tiene que envidiarle a la narrativa expuesta en la novela Sueñan los androides con ovejas eléctricas de Phillip K. Dick. En este un robot soldado recae como mayordomo de un reconocido músico ciego que lleno de prejuicios se rehúsa a aceptar que un robot pueda interesarse en el arte de crear sonidos. Pues este lo intenta con la intención de dejar atrás una guerra de la que reniega. Una pequeña historia que permite apreciar el potente mensaje de la serie.

Foto: Gentileza.

Sin embargo, la serie no solo funciona como una herramienta de debate sino como un policial muy atrayente. En el mundo comenzaran a sucederse una serie de asesinatos cuyas víctimas son los robots tecnológicamente más avanzados y humanos defensores de los derechos de los mismos. Gesicht será el agente encargado de hallar al criminal emprendiendo una investigación a través de la cual también revisitará su pasado. El caso ira elevando su complejidad sobre todo cuando, de acuerdo a las pruebas preliminares, comience a vislumbrase que el criminal principal podría tratarse de un robot movilizado por el odio (sentimientos, hasta entonces, imposibles de adquirir). La serie interpela, al punto de que, como espectadores, dejemos de lado la distinción entre maquinas y seres humanos.

Uno de los grandes puntos fuertes de la historia es conseguir fundir los argumentos filosóficos con esta trama detectivesca que sin dudas mantendrá en vilo a los espectadores. “Pluto” nunca pierde su norte, es, al fin y al cabo, una serie de misterio con una narrativa compleja pero muy bien ejecutada. La obra cuenta con la dirección de Toshio Kawaguchi y una banda sonora a cargo de Yugo Kanno, quien consigue con sus arreglos contribuir al misterio reinante del relato e infringir un ritmo de acción trepidante cuando la trama lo requiere.

La animación de parte de M2Studio y Genco está entre las mejores del año. Ofrece personajes realistas y paisajes urbanos con una estética cyberpunk, hay un buen trabajo de texturas, luces y colores. Lo expresado en pantalla captura el nivel de detalle del manga original.

“Pluto” cuenta con una trama adictiva y una tensión en constante aumento que invitarán al espectador a disfrutarla casi de un tirón. Presenta giros y revelaciones inesperadas, así como pasajes puramente reflexivos y estimulantes. Una obra plagada de dilemas morales y una cita obligada para los amantes de la ciencia ficción y los thrillers que también servirá como puerta de entrada al mundo del manga.