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El juez penal Martín Torres condenó a 2 años y 4 meses de prisión efectiva, a un hombre de 39 años, acusado de haber sustraído un maletín con $ 50.000, desde el interior de un auto estacionado a media cuadra de la costanera santafesina en septiembre del año pasado. El hecho tiene como agravante que el implicado realizó la maniobra delictiva en compañía de su hijo, que entonces era menor de edad.

La sentencia fue dictada en forma oral este jueves, en una audiencia que tuvo lugar en la Sala Nº 3 del subsuelo de tribunales y en la cual los fiscales de la Unidad de Flagrancia y Turno del MPA, Rosana Peresín y Manuel Cecchini imputaron a Adrián Gustavo Varela por el delito de "hurto calificado por el uso de instrumento semejante a llave y por la participación de un menor de edad" en carácter de autor.

Varela, que contó con la defensa particular del Dr. Héctor Acuña, aceptó allí mismo la propuesta de juicio abreviado elevada por la fiscalía, y en el mismo acto rubricó el acuerdo por el mismo delito que le fuera señalado.

Un maletín negro

En cuanto al hecho, se produjo el viernes 17 de septiembre del año pasado, en inmediaciones de pasaje Guido al 800, donde en horas del mediodía se encontraba estacionado un auto Chevrolet Cruze, propiedad de un profesional del rubro de la construcción.

Según el relato de la víctima, que llevaba un maletín negro con dinero para pagar la semana en una obra de la zona, había activado el cierre centralizado del vehículo cuando se bajó, no obstante al momento de regresar, sus cosas no estaban y las puertas no habían sido forzadas.

Inmediatamente se comenzó a sospechar que el autor del robo lo habría hecho con la ayuda de la tecnología, puntualmente con el uso de un inhibidor de señal del sistema de cierre y alarma. Se inició una minuciosa investigación, que llevaron a cabo efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y que un año después permitió descubrir al ladrón solitario.

Cámaras de vigilancia

Se tomaron declaraciones a la víctima y testigos, pero como suele ocurrir en estos casos, fue de vital importancia el aporte de las cámaras de seguridad públicas y privadas de la zona, las que permitieron identificar a los posibles autores.

Según se desprende de la información colectada, Varela cometió el hecho en compañía de un menor de edad, que luego se supo era su hijo, al cual seguramente estaba instruyendo en los gajes del oficio del ladrón.

De acuerdo a los fiscales Peresín y Cecchini, Varela sacó sin autorización y luego de vulnerar el sistema de seguridad del Cruze negro, "un maletín con tarjetas de proveedores, remitos, planos, planillas, formularios, tres pendrives y $ 50.000". Además, la víctima denunció el faltante de otros elementos de trabajo, entre los que cuentan una calculadora y una regla.

Esta semana, efectivos de la AIC lo atraparon en una casa de la calle Chiclana al 9300, del barrio Cabaña Leiva, casi en el límite con la ciudad de Recreo. El allanamiento, pedido por la fiscalía, fue ordenado por la jueza penal Rosana Carrana. Asimismo, dado que uno de los involucrados tenía 17 años, por el caso tomó intervención la Justicia de Menores.