Angel Paz en Monte Longdon, con la camiseta de Argentina, Patronato y el recuerdo de siempre por Malvinas.
Uno de los mayores homenajes a los pibes de Malvinas se los hace el fútbol.
Aquella gesta ocurrió en 1982, a pocos meses de un Mundial. Heridas tremendas que nunca cicatrizarán. “Si bien hubo algunos futbolistas argentinos que plantearon no viajar a España, la decisión del seleccionado fue que el mejor aporte que podían hacer en aquel momento era tratar transmitir a los argentinos una alegría desde adentro de la cancha”, se publicó en su momento.
Amén de ello, la actuación en Europa no fue brillante, quedando la Selección eliminada en segunda ronda y Maradona expulsado ante Brasil. Tendría revancha 4 años después.
Pero con el tiempo Malvinas se volvió bandera en los estadios. En escudos, en camisetas, en murales. En canciones futboleras. El recuerdo es permanente. Y no solamente un 2 de abril.
En cierto modo, el fútbol, muchas veces manchado, golpeado por cuestiones políticas o militares encuentra desde el tablón la manera eterna de recordar a los caídos y dejar el mensaje que las Islas son Argentinas.
También es el homenaje permanente a quienes pudieron volver de la guerra y trataron de seguir sus vidas, aunque para ellos ya nada fue lo mismo e incluso pocas veces fueron escuchados, acompañados y reconocidos.
Ángel Paz, es uno de esos ex combatientes que de vez en cuando cruzo por las calles paranaenses. También lo entrevisté. El sentir del fútbol lo llevó hace unos años a regresar Monte Longdon donde peleó como pudo para defender la Patria.
Y para aquellos que piensan que la canción que habla de Diego, Leo y los pibes de Malvinas, es solamente folclore del fútbol, Ángel, demuestra que no.
“Los hinchas tienen muy adentro los sentimientos de soberanía, de Malvinas. Se está reivindicando a los que cayeron en Malvinas. Esa gesta, además, unió al pueblo argentino”, menciona.
En este país de sensaciones fuertes y de todo tipo, un equipo de fútbol emerge hacia el firmamento. En Qatar 2022 los de Scaloni contagian ilusión argumentado esto con buen juego como contra Polonia. Después de un falso comienzo, el alma se hizo juego y el juego nos llevó a Octavos.
Y es allí donde una canción saca los más íntimos sentimientos: “En Argentina nací. Tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas, que jamás olvidaré”. Malvinas. Nunca nos fuimos.
Aquella gesta ocurrió en 1982, a pocos meses de un Mundial. Heridas tremendas que nunca cicatrizarán. “Si bien hubo algunos futbolistas argentinos que plantearon no viajar a España, la decisión del seleccionado fue que el mejor aporte que podían hacer en aquel momento era tratar transmitir a los argentinos una alegría desde adentro de la cancha”, se publicó en su momento.
Amén de ello, la actuación en Europa no fue brillante, quedando la Selección eliminada en segunda ronda y Maradona expulsado ante Brasil. Tendría revancha 4 años después.
Pero con el tiempo Malvinas se volvió bandera en los estadios. En escudos, en camisetas, en murales. En canciones futboleras. El recuerdo es permanente. Y no solamente un 2 de abril.
En cierto modo, el fútbol, muchas veces manchado, golpeado por cuestiones políticas o militares encuentra desde el tablón la manera eterna de recordar a los caídos y dejar el mensaje que las Islas son Argentinas.
También es el homenaje permanente a quienes pudieron volver de la guerra y trataron de seguir sus vidas, aunque para ellos ya nada fue lo mismo e incluso pocas veces fueron escuchados, acompañados y reconocidos.
Ángel Paz, es uno de esos ex combatientes que de vez en cuando cruzo por las calles paranaenses. También lo entrevisté. El sentir del fútbol lo llevó hace unos años a regresar Monte Longdon donde peleó como pudo para defender la Patria.
Y para aquellos que piensan que la canción que habla de Diego, Leo y los pibes de Malvinas, es solamente folclore del fútbol, Ángel, demuestra que no.
“Los hinchas tienen muy adentro los sentimientos de soberanía, de Malvinas. Se está reivindicando a los que cayeron en Malvinas. Esa gesta, además, unió al pueblo argentino”, menciona.
En este país de sensaciones fuertes y de todo tipo, un equipo de fútbol emerge hacia el firmamento. En Qatar 2022 los de Scaloni contagian ilusión argumentado esto con buen juego como contra Polonia. Después de un falso comienzo, el alma se hizo juego y el juego nos llevó a Octavos.
Y es allí donde una canción saca los más íntimos sentimientos: “En Argentina nací. Tierra de Diego y Lionel, de los pibes de Malvinas, que jamás olvidaré”. Malvinas. Nunca nos fuimos.
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