El escritor bonaerense Facundo Tisera es de esos escritores que transitan de un género al otro sin inconvenientes; Es más, lo hacen con soltura y displicencia. Tisera es escritor en la parte de cultura de La Izquierda Diario, escribió un libro de cuentos hace un tiempo, y ahora incursionó en la novela. “Podría decirse que en general escribo cosas realistas. Sin embargo, siempre termina apareciendo algo de fantástico rioplatense. Siempre hay algo que no cuadra, algo que no es lo que parece, algo que podría ser una cosa y es otra. Escribo lo que me gustaría leer, y lo siniestro suele atraparme bastante”, cierra Facundo.
Luego agrega que los temas que le atrapan a la hora de escribir son acerca de “la vida” y “la muerte”, ¿será mucho? “Todo lo que escribo termina mal, je”. Lo que más le atrapa es lo que no cuadra, lo que queda inconcluso. “No necesariamente el dolor, pero sí la perplejidad o el sinsentido. Me interesa que quede siempre una parte esquiva, que no cierre y permita tantas interpretaciones como lectores. No es algo que busque, sino que sale. El amor, la felicidad y el éxito no me inspiran para nada. Prefiero la escena mínima y cotidiana”.
Tisera no puede dilucidar donde se dió ese inició en las letras, (si es que lo hay), pero cuenta que en su casa materna siempre se leyó y eso fue algo que copió desde chico. “Mis padres leían, mi hermana leía. Los veía disfrutar y tomé el hábito. El libro que recuerdo haber leído primero, creo yo que fue a los ocho años, y era uno de la serie de libros de terror de R. L. Stine. Tenía tres o cuatro de la colección y los leía varias veces. También Agatha Christie y la serie Harry Potter. Ya en la adolescencia empecé con otras lecturas. A Christie vuelvo de vez en cuando”. Las lecturas que más lo atraparon fueron El retrato de Dorian Grey, La invención de Morel, El amor en los tiempos del cólera… El que más me influyó en aquellos años fue Cortázar, cuentos como Las puertas del cielo o El otro cielo me marcaron y empecé a tener ganas de escribir. Ya más de grande descubrí a los clásicos y también a Faulkner, Virginia Woolf, Pessoa, Saer y por supuesto, Borges. Luego añade: “Mi mamá era docente, profesora de letras, y tenía una biblioteca bastante variada, sin grandes colecciones, pero con libros claves. Me encantaba meterme ahí y encontrar cosas al azar”.
Facundo dice que los escritores contemporáneos que lee son tantos y tan variados que le resulta difícil hacer una síntesis. “Hay tanto para leer que es imposible… Me gustan Jorge Consiglio, Martín Kohan, Gabriela Cabezón Cámara, Federico Falco, Fernanda García Lao, Iosi Havilio, Julián López, Cecilia Rodríguez, Sergio Bizzio, Alejandra Costamagna… Me gusta cuando se juega con el lenguaje, hace poco leí Tres truenos de Marina Closs y me encantó. Ya decir “Aira” es una redundancia”.
El laberinto del poeta (2023)
La trama no es muy compleja. Manuel es un escritor diletante que se gana la vida como profesor y mantiene una relación clandestina con Rocío, una colega de la universidad. Su vida no es mucho más que eso, hasta que encuentra una nota en la contratapa de su cuaderno que remite a una novela francesa del siglo XIX escrita por Alejandro Dumas, que se llama “La mujer del collar de terciopelo”. Hasta ahí la primera parte… En la segunda, Manuel encuentra la novela y todo cambia. Su realidad y la del personaje de Dumas empiezan a mezclarse a tal punto que queda atrapado, pero no sabemos dónde. Creo que va por ahí. Sin embargo, lo que realmente me interesó es el juego de sintaxis y registros que se van desarmando al mismo tiempo que se desarma la realidad del protagonista. La galardonada escritora Gabriela Cabezón Cámara dijo sobre esta obra: “En esta novela, Facundo Tisera nos muestra cómo, a veces, buscar una cosa y encontrar otra es un milagro. Es el caso de Manuel, que busca un amor y encuentra su escritura. Una novela hermosa”.
Nadie sabe que estoy (2022)
En el cuento titulado Nadie sabe que estoy, es el primer cuento de este libro, un niño observa a su abuela mirar, con la vista perdida, a través de la ventana. Allí, las calles de un barrio donde se duerme la siesta. Él le pregunta en qué piensa. Ella dice: “la vida hijo, pero usted es muy chico para entender”. En el último cuento, un hombre ya adulto —enfrentado esta vez a la mirada perdida de otra mujer, sobre un ventanal que se abre a la autopista y a una ciudad sin siestas— cree encontrar, por un instante, el sentido de la vida. “Quiso explicarlo pero no pudo”.
-¿En dónde estuviste presentando la novela? ¿Pensás venir para Santa Fe?
-Estamos empezando. El pasado once de noviembre presentamos en ciudad de Buenos Aires junto a Graciela Scarlatto, editora de Diotima. Luego seguiremos con Rosario y más adelante en mi ciudad natal, Quilmes. Por ahora eso. A Santa Fe me encantaría ir. Nunca fui, la ciudad real no la conozco, pero tengo muy presente la Santa Fe mítica de Saer: la calle San Martín, el correo, la galería del centro. Ojalá podamos presentar El laberinto ahí, me gustaría mucho.
-¿En qué proyectos estás pensando para el 2023/2024?
-Por ahora, salir a defender El laberinto del poeta. En cuanto a la escritura, estoy trabajando en una novela que tendrá como escenario la ciudad de Rosario y los humedales… pero todavía falta.
Así escribe
Tarde o temprano va a llover. Manuel mira el cielo gris de Buenos Aires y acelera el paso; sabe que, de un momento a otro, empezará a gotear. La humedad en los empedrados de la calle funciona como un espejo del ambiente pegajoso y al borde del colapso. El comienzo es violento. Gotas gruesas se desploman sobre la ciudad.
El día recién empieza, piensa Manuel, y falta mucho para su clase de las dos y cuarto. No quiere mojarse. Hace cálculos mientras la gente se atropella buscando refugio entre las veredas anchas reducidas por los puestos de diarios y los manteros. Desde esa zona hasta la facultad no tiene que tardar más de diez minutos en taxi, veinte si hay mucho tráfico. Piensa en la facultad, piensa en Rocío y retrasa la partida. Durante el último tiempo, su presencia lo confunde, y pasea por los bordes. Tal vez si pudiese decir que no... Se decide. Sigue subiendo por Corrientes y entra en un café a la altura de Callao.
Bio
Facundo Tisera nació en Quilmes en 1989. Es licenciado en Psicología, músico y escritor. Autor del libro de cuentos Nadie sabe que estoy, editorial Tren instantáneo (2022). Vivió en París, donde coordinó talleres de lectura sobre literatura latinoamericana. Desde el 2018, escribe en la sección de cultura de La Izquierda Diario. El laberinto del poeta es su primera novela publicada.
Contacto
Twitter @facu.tisera.11
Ficha técnica
Tisera, Facundo
El laberinto del poeta - Ediciones Diotima, 2023
162 páginas
Novela