Concordia

Proponen utilizar una especie autóctona como barrera en incendios forestales

Alumnos de la Escuela de Formación Agroecológica, junto a un docente, estudian la posibilidad de que un árbol nativo sirva como “cortafuego” ante el avance de las llamas en zonas con plantaciones.


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Para conmemorar el Día Mundial del Ambiente, la Municipalidad de Concordia, a través de la Unidad de Desarrollo Ambiental, en conjunto con la ONG local “Luz del Ibirá” llevaron a cabo una nueva edición de la Feria Internacional de Ambiente “Eco Ciencias”.

El evento, declarado de interés general por la legislatura de Entre Ríos y el Concejo Deliberante y de interés educativo por el Consejo General de Educación, se realizó los días 4 ,5 y 6 de junio en el Centro de Convenciones de Concordia. Durante esos días, estudiantes de distintas escuelas expusieron proyectos relacionados con el cuidado del ambiente y la innovación y desarrollo de propuestas relacionadas con la naturaleza. Entre los numerosos trabajos, hubo uno que se destacó, tanto es así que el doctor en Educación y licenciado en Nivel Inicial Daniel Brailovsky decidió hacer una mención en sus redes sociales.

Se trata de un proyecto con el que los estudiantes de la Escuela Secundaria de Formación Agroecológica, junto con su profesor, buscan resaltar las propiedades del curupí, un árbol nativo de la zona que podría servir para generar cortinas que sirvan como “cortafuego” durante los incendios forestales. “Mientras en algunos lugares lo más lejos que se llega con la educación ambiental es poner tachos verdes y negros o juntar tapitas, una estudiante de Concordia presentó un proyecto de prevención de incendios forestales por medio de una cortina ignífuga de curupí. Se trata de un árbol local cuya alta concentración de látex hace que se queme mucho más lentamente que otras especies”, señaló Brailovsky.


MANOS A LA OBRA


Eduardo Batallanez es ingeniero agrónomo y profesor en la Escuela de Formación Agroecológica. Hace años observa los árboles de la zona y estudia los incendios forestales y, junto con sus alumnos, diseñó el proyecto con la atención puesta en el curupí. En diálogo con Mirador Entre Ríos precisó por qué tuvieron la idea, cómo trabajaron para llegar a la propuesta de generar cortinas con esa especie de árbol y qué hace falta para llevar a la práctica lo que plantean.

–¿Cómo nació el proyecto?
–El proyecto parte de la observación. Doy clases de Agroecología y Huerta en la Escuela Secundaria de Formación Agroecológica y se nos ocurrió utilizar las características de las diferentes especies de plantas que se comportan de diferentes formas frente a un incendio. Hay algunas plantas que promueven el fuego porque tienen alcoholes o resinas que son inflamables. Esto sucede con los pinos, eucaliptos y otros. Pero también están las que lo frenan porque acumulan agua y están compuestos por látex; una de esas especies, que es el curupí, es la que elegimos. Es una especie nativa que crece en el espinal argentino, no solo en Entre Ríos sino también en Corrientes, Santa Fe, Chaco, Córdoba, Santiago del Estero. Es una especie común, acá se la ve en distintas zonas, de hecho, hay una columna de curupí cerca del aeroclub de la ciudad. Crece naturalmente y en poco tiempo en la región y es sinónimo de agua dulce, si ven este tipo de árbol se dan cuenta de que debajo hay un reservorio de agua dulce.

–¿Cuál es la idea? ¿Quieren formar barreras con esta especie?
–La idea es hacer una cortina de 20 metros de ancho, que es el reglamento de los cortafuegos según la ley que tenemos vigente en Entre Ríos. Cada cierta cantidad de hectáreas tiene que haber cortafuegos, que serían como una barrera para tener un manejo de las llamas. Usualmente hacen una limpieza y subsolado (una zanja) de 20 metros entre superficies forestales, que es todo lo contrario a lo que planteamos. Nosotros proponemos una barrera biológica, por eso el impacto que generaría sería positivo, porque además de promover la conservación de especies nativas también protegeríamos la fauna, sería como un cordón biológico.


FINANCIAMIENTO


–¿Cómo funciona el sistema? ¿Las llamas llegan, pero demoran más en pasar?
–Por las experiencias que he tenido puedo decir que todos los árboles son combustibles, o sea que un incendio grande siempre va a quemar todo lo que tiene vida, el árbol no es una barrera infalible, pero en este caso sí lo va a retardar y sí lo puede llegar a apagar si hay una cortina húmeda. Si en vez de tener un monocultivo de eucalipto o de pinos tengo una barrera ecológica de un bosque con predominancia del curupí, será un bosque húmedo y con varias especies y eso hará que sea menos dañino el fuego. En la mayoría de los casos retrasaría el fuego, si el incendio es chico podría frenarlo. Igualmente, todo esto está en investigación. No contamos con financiamiento, así que por ahora nuestros ensayos son rústicos, pero confiamos en este proyecto.

–¿Cuánto tiempo trabajaron para realizar el trabajo?
–Estoy desde hace años observando los incendios. Particularmente, cuando hay incendios me acerco y veo el comportamiento de las diferentes especies. Algunas son aguerridas y de crecimiento rápido como el espinillo, pero no toleran los incendios, otras como la palmera nativa Butia Yatay es pirófila, soporta el incendio, pero también lo necesita para poder germinar las semillas. Con los estudiantes de la escuela estamos hace un año estudiando. Hacemos diferentes ensayos y a la vez vemos in situ el comportamiento del curupí y otras especies de la misma familia o de características similares ya que no es la única que tiene látex. La familia a la que pertenece el curupí son las euforobiáceas.

–Después de haber estado en la feria ¿Se acercó alguien interesado en financiar el proyecto desde el Estado o el sector privado?
–Aún no. Sí hubo difusión, después de la exposición en la Feria de Ambiente lo dieron a conocer en Buenos Aires, en Educación Ambiental, pero todavía no se acercó nadie del Estado ni de ningún otro lugar para mostrar interés en financiar la idea.


OTRA VISIÓN


–¿Por qué no lo han utilizado hasta ahora al sistema?
–Creo que no lo utilizan porque generalmente todos se suman a esa cultura eurocentrista. Entonces el pino y el eucalipto son las especies que hay y son las que promueven el incendio. El eucalipto tiene alcohol y el pino resina, son inflamables y por eso cuando el fuego lo toma se hace grande. Es el monocultivo el problema. Además, tenemos un pensamiento extractivista, pensamos en intervenir la naturaleza y no en usarla a nuestro favor. No hablamos de estas cortinas o este tipo de intervención porque no se lo observa, por eso desde nuestra escuela promovemos otra visión, otra manera de verlo y de producir.


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