Renunció la subsecretaria de Salud de Concordia
Aunque no trascendieron los motivos, la médica dejó su cargo. Antes de su partida habían circulado documentos sobre desvinculación de profesionales y cambios en salas de atención.
Aunque no trascendieron los motivos, la médica dejó su cargo. Antes de su partida habían circulado documentos sobre desvinculación de profesionales y cambios en salas de atención.
La doctora María Florencia Prieto confirmó este jueves 7 de marzo, que presentó su renuncia al cargo que ostentaba desde diciembre último cuando había empezado la gestión municipal del actual intendente Francisco Azcué.
Por el momento se desconocen públicamente los motivos por lo que la médica especialista en infectología ha decido dar un paso al costado en sus funciones en la Municipalidad de Concordia.
Cabe destacar que, con el cambio de gestión, el área de Salud pasó a tener el rango de Subsecretaría y que la doctora Prieto estaba bajo la órbita de la Secretaría de Desarrollo Humano que conduce Sebastián Aristide.
Florencia Prieto tiene una vasta experiencia en el ámbito de la salud pública y también privada en Concordia. Es especialista en clínica médica, egresada de la Universidad Nacional de Rosario; además se especializó en Infectología, fue jefa de residentes de Clínica Médica del hospital escuela “Eva Perón”, diplomada en VIH e ITS con perspectiva en salud integral y derechos humanos, jefa del servicio de Infectología del hospital “Felipe Heras” y realizó una Maestría en Salud Pública.
Antes de su renuncia, habían circulado documentos en los que se hacía mención al cambio de modelo de trabajo, lo que llevaba a la salida de algunos profesionales de centros municipales. También había trascendido que las salas de atención primaria no estarían abiertas los sábados, versión que no fue confirmada.
El pasado sábado realizaron una acción sorpresiva a modo de homenaje poético para visibilizar su reclamo. Longo había abierto en 1908, y atravesó generaciones con su venta de libros hasta que en junio pasado falleció la última de sus propietarios. En septiembre, sufrió el robo de elementos de valor, y es por eso que reclaman el cuidado desde el Estado.