“¡Es ese el que me pegó los tiros, deténganlo!”. Así gritó ‘Quirillo’ Gamboa desde la caja de una camioneta Hilux roja en la que era llevado malherido, con tres balazos en el maxilar, el hombro y el costal derecho. El señalado era Rodrigo Nicolás Basigalupo, un empleado de la comuna santafesina de Villa Saralegui, que viajaba en una Chevrolet S-10 blanca, en dirección a la ciudad de San Justo.

Era el mediodía del jueves 7 de marzo cuando pasando los puentes del Salado y sobre la ruta provincial Nº 2 que conecta los departamentos San Cristóbal y San Justo, un retén del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional XVI detuvo la marcha del sospechoso.

Antes, una llamada telefónica al 101 -en la zona no hay 911- alertó de la balacera ocurrida en la curva del paraje La Petronila, en la que se señalaba a “un hombre morocho y de barba” al volante de “una camioneta blanca” como el autor de los disparos.

Matías Gamboa (41) sobrevivió a tres impactos de bala en zonas vitales.Foto: gentileza

Basigalupo no estaba armado al momento de su detención, pero el “dermotest”, una evidencia preliminar para determinar la presencia de pólvora en las manos, dio resultado positivo.

Prisión preventiva

El martes 12 de marzo, la jueza en lo Penal de Santa Fe, Rosana Carrara, ordenó la prisión preventiva para el hombre de 35 años a quien el fiscal de San Justo, Guillermo Persello, le atribuyó la autoría de los delitos de “homicidio en grado de tentativa” -contra Gamboa- y “amenazas” -a un testigo-, ambos “calificados por el empleo de arma de fuego”.

Además, adelantó que se investiga en paralelo los dichos de la víctima, quien acusó como instigadores del ataque al presidente y al secretario de la comunal de V. Saralegui, Walter Sola y su hijo Nicolás respectivamente. “Si me llega a pasar algo, a mí me mandó a matar Walter Sola”, repitieron los testigos que escucharon a Matías Gamboa (41) decirlo en medio de la emergencia.

Tintes y trasfondo

Durante la audiencia de medidas cautelares, Basigalupo contó con la asistencia del abogado Ignacio Alfonso Garrone, el cual se opuso al pedido de prisión de la fiscalía y solicitó la libertad bajo alternativas para su cliente, para lo cual ofreció una fianza de 30 millones de pesos que fue rechazada.

Se refirió a “numerosas contradicciones, omisiones y un tinte (político) que se quiere dar que no es tal”. “Bajo estos tintes agravamos los hechos”, manifestó en respuesta a los dichos del fiscal, que deslizó la existencia de “un trasfondo” (también político).

“Existe sí un trasfondo en el que el señor Gamboa indica que los instigadores fueron Walter y Nicolás Sola, presidente y secretario de la Comuna de Villa Saralegui”, dijo el fiscal Persello. “Este móvil la Fiscalía lo tiene en investigación”, apuntó el funcionario judicial.

Además de reconocer a Basigalupo como su atacante, Gamboa rememoró “irregularidades que se viven el V. Salralegui”, las cuales para él fueron el detonante de la agresión. Gamboa “disputó la presidencia de la comuna, que ganó Sola y hay denuncias cruzadas” por eso para el herido “Basigalupo es mano ejecutora de un plan que tiene detrás a los Sola” padre e hijo. “Esa línea se está investigando”, insistió el funcionario.

El teléfono

Para responder a las sospechas de un posible instigador, el Dr. Alfonso Garrone informó que “se abrió el celular de Basigalupo” donde “no hay orden o misión de matar” encargada por los Sola, “y ninguna pelea entre uno y otro”, dijo en referencia a los involucrados directos.

Para mejorar la situación procesal de su cliente, el letrados señaló que “podríamos estar ante un delito de lesiones o de abuso de arma con lesiones” y destacó que Basigalupo “no posee antecedentes penales y tiene domicilio en San Justo” donde reside junto a su familia. Por contrapartida afirmó que “Gamboa sí tiene antecedentes penales”.

Sin embargo, para la jueza Rosana Carrara “tanto la materialidad como la participación (de Basigalupo) están acreditadas. “Existen elementos de convicción suficientes sobre su participación en estos hechos”, dijo.

Hasta el juicio

Para abundar sobre el tema, recordó que “la víctima lo ha sindicado en el momento en que fue detenido” por la policía de San Justo. Y los demás testigos, que al parecer no conocían al atacante, lo describieron como “un hombre morocho y de barba” que circulaba “en una camioneta blanca”.

Sobre la probable motivación que incumbe al presidente comunal de Villa Saralegui, que fue planteada por la fiscalía, “no he de tenerlo en cuenta” en esta instancia del proceso.

En cuanto a la gravedad del ataque, la Dra. Carrara reconoció que “la víctima ha salvado su vida por una circunstancia ajena a la voluntad del presunto autor del hecho” y que “las penas en expectativa son de carácter efectivo y están para cumplirse” por lo que ordenó que Basigalupo continúe privado de la libertad hasta ser juzgado.