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Patronato volvió a las bases

Luego del 4-0 frente a Central en Rosario, el Rojinegro tocó fondo en todo sentido, desde lo fútbolístico y anímico. Antes del final del 2020, Patrón decide volver a las fuentes, a la identidad, al carácter y entrega con sangre roja y negra.


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Gabriel Obelar


“Cuando las cosas no van bien, no está mal volver a las bases”. La frase la firmó Gabriel Graciani, quién fue el técnico interino de Patronato frente a Aldosivi tras la salida de Gustavo Álvarez de la conducción del primer elenco, que en Rosario, frente a Rosario Central en el inicio de la Fase Complementación, tocó fondo.


El fatídico 4-0 fue solo una decoración de lo mal que jugó Patrón en el Gigante de Arroyito, un elenco típico de un fin de ciclo, sin ideas, sin carácter y competitividad. Superado en todos los aspectos posibles desde el minuto cero.


La continuidad de Álvarez pendía de un hilo y la dirigencia tomó cartas en el asunto y comenzó a marcar el camino del futuro (o del viejo mejor dicho) Patronato, que intentó innovar, que buscó cambiar la idea, la fisonomía y filosofía que tanto caracterizó al Rojinegro, pero no funcionó y, como expresó Graciani, no está mal volver a las bases.

Identidad santa


Desde el primer día post-Álvarez, Patronato comenzó a volver a las bases, Gabriel Graciani se hizo cargo de la conducción técnica de manera interina de un primer equipo diezmado, golpeado y dolorido por la salida del entrenador, pero también por el presente del cuál, todavía no puede salir (acumula 10 partidos sin ganar).


Gabi vivió varios momentos como el que pasó Patrón, pero sentó cabeza, decidió recuperar al equipo desde lo anímico que pensando más en lo futbolístico, que fue simple y así lo hizo entender el ex lateral, que fue el encargado de encabezar el cambio.


‘Después de la tormenta, sale el sol’, narra una conocida canción. Así pasó frente a Aldosivi el pasado sábado, el clima, el ambiente, el aire que se respiró fue otro, un elenco con sangre roja y negra, con 14 de 23 convocados productos de la propia cantera, a los que no les pesó la situación. Hubo entrega, verticalidad, buenas sensaciones, un equipo que dejó de pensar en lo táctico y posicional y se abocó en el arco rival. No tuvo suerte o efectividad, no quebró cero como sí le pasó a Federico Costa (ya una especie de referente por la cantidad de temporadas en el club). Entrega, carácter, agresividad para defender y atacar, simpleza para llegar a campo rival, fricción.

Para continuar haciendo historia


Para completar con el regreso a las fuentes, para conducir el equipo, llegará, tal vez, quién tenía la espalda y la banca necesaria para ello: Iván Delfino. El mismo que tomó las riendas y volvió a las fuentes propias de Patronato luego del fracaso de los 10 ascensos en el 2014 y llevó a Patronato a la gloria con el ascenso a Primera División en 2015, se calzará el buzo de bombero primero y después del entrenador.


El ‘Viejo’ sabe lo que es toparse con un Patrón golpeado, lo hizo hace cinco años atrás y lo volverá hacer en la categoría donde el mismo lo llevó. Sabe lo que es armar y convencer a un equipo con bajo presupuesto, con mucho piberío del club, con gente joven y de experiencia. Conoce la filosofía de Patronato, lo que es barrio Villa Sarmiento y como levantar, desde la humildad, a todo un plantel.


Así, con las similares características con las que fue confirmado como entrenador a finales del 2014, así llega Delfino a Patrón, con mucho por resolver, para levantar un club golpeado, que apostó, como años atrás, dejar las bases y apostar a más. No funcionó, como en el presente y no dudó en el proceso que se avecina.


Fue jugador, luego entrenador, llevó al equipo a lograr historia con poco y nada, ahora vuelve para sentar cabeza, remarcar la identidad del club: simpleza, humildad, carácter, entrega. El gol llegará y las victorias también. Patronato comenzó un nuevo camino, uno ya conocido, vuelve a las fuentes, para seguir creciendo en la máxima categoría del fútbol argentino.

Nuevo cuerpo técnico


En el 2014, Iván Delfino recurrió a Martín de León como asistente, quién lo ayudó y mucho en el conocimiento del plantel y el armado del mismo. Alguien de la casa. En esta ocasión, ya llegará con un cuerpo técnico más amplio y con el cual viene trabajando hace tiempo, aunque dentro del mismo, continuará gente de Patrón: Exequiel Paoloni (PF), Damián González (EA) y Gabriel Graciani y Néstor Galliussi en Reserva.


En su segundo ciclo por calle Grella, el Grandote llegará con Mariano Sardi, Daniel Juárez y Nilo Carretero como asistentes, más el preparador físico Tulio Pianesi.

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