Crisis del transporte

Definen el futuro de la empresa de colectivos que acumula el 90% de los reclamos en Rosario

 


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Ignacio Pellizzón


Esta semana se define el futuro de una de las tres empresas de colectivos que operan en Rosario, que maneja nueve líneas, que acumula el 90% de los reclamos de los usuarios y usuarias de la ciudad -registrados a través del 147, número de teléfono municipal para reclamos de servicios- y que tras la reactivación es fustigada por el propio Intendente, Pablo Javkin. Se trata de la firma mendocina, El Cacique, que podría recibir una rescisión de su contrato.

En plena incertidumbre hay 370 empleados de la compañía, que podrían ser absorbidos por las demás empresas: Rosario Bus y la estatal Movi, aunque todavía no hay precisiones certeras al respecto.

Uno de los borradores que manejan en la Municipalidad es poder repartir las líneas que maneja la mendocina (112 negra, 122 (roja y verde), 126 (roja y negra), 127, 131, 132, 138, 139 y 140) entre las otras dos firmas.

Diversos concejales contaron en off a Mirador Provincial que entienden que no habría ningún inconveniente en rescindir el contrato de la empresa que genere un perjuicio económico para las arcas de la ciudad. Sin embargo, el desafío se centra en barajar y dar de nuevo el servicio y reubicar casi 400 personas, tratando de reponer un sistema alicaído.

El Cacique no dio muestras de querer mejorar el servicio. Menos aun cuando el último informe del Observatorio Social del Transporte de Rosario (OST) expuso la mala frecuencia de sus unidades, alcanzando un récord en una de sus líneas - la 126- con una demora de hasta hora y media.

La compañía nunca logró cumplir tampoco al cien por ciento con lo estipulado en el pliego de la concesión otorgada en 2017. Con algunos coches propios y otros alquilados, el servicio nunca estuvo a la altura de lo que los pasajeros y pasajeras deseaban.

“En breve tomaremos una medida drástica” por los reiterados incumplimientos, disparó Javkin hace pocos días en alusión a la compañía mendocina. Si bien no lo expresó públicamente, es vox populi que se pretende finalizar su contrato para finiquitar el conflicto.

Cuál será la estrategia que el Ejecutivo aplicará para rearmar el esquema de colectivos es uno de los grandes interrogantes. Dado que la presunta salida de El Cacique no resolvería el problema de la falta de unidades, mala frecuencia ni la alta demanda que sigue in crescendo.

En teoría hay en circulación un 30% más de unidades, aunque los usuarios no lo notan. Si bien es cierto que la vuelta a la presencialidad en el ámbito educativo provocó que una gran cantidad de personas volvieran a utilizar el servicio, el informe del OST, evidencia una crisis que aún no logra subsanarse.

El contexto de la crisis

En Rosario todavía rige la Emergencia en el Transporte, que se aprobó en noviembre del 2020 por un lapso de 24 meses hasta noviembre de este año. El objetivo era poder frenar el desangre del sistema que pasó de tener 450 mil pasajeros a menos de 100 mil en plena pandemia. Es por eso que, para evitar la quiebra, sufrió un recorte económico en torno al 50% -entre unidades y gastos-.

El ajuste fue efectivo durante el período más álgido de la pandemia, pero con el “renacer” de la ciudad y con el regreso a la presencialidad de la mayoría de las actividades, las personas se encontraron con el problema de que ahora para tomarse un colectivo tienen que caminar más, esperar más tiempo, pagar un boleto más caro, porque aumentó casi un 20% y cuesta $ 59,35 pesos, ingeniárselas para poder cargar la tarjeta MOVI, porque las boquillas de expendio siguen sin operar y soportar viajes que antes duraban 15 minutos y ahora superan la media hora, según el tránsito.

Uno de los requisitos por los que el cuerpo legislativo le dio el OK a la Emergencia fue que, si en el lapso de los 24 meses se alcanzaba un nivel de demanda de pasajeros igual o superior al 90% previo al Covid, se daba de baja.

Hace tan solo un mes renunció la secretaria de Movilidad municipal, Eva Jokanovich, quien fue reemplazada por la licenciada en Economía, Nerina Manganelli, quien comenzó su trabajo en la función pública en el 2006 cuando fue designada jefa del Departamento Financiero del Ente de Transporte de Rosario. Se trata de una funcionaria que tiene un perfil más estadístico.

Con la noticia de que Santa Fe recibirá 1.300 millones de pesos más, gracias al aumento en subsidios al transporte que habilitó Nación para las provincias, de los cuales Rosario recibirá una buena tajada, todos esperan que se tomen medidas urgentes para estabilizar la crisis del sector en la ciudad.

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