Bajo sospecha

Obras irregulares en el Club MOP de Rosario: exigen respuestas al Municipio

 


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Ignacio Pellizzón


Después de la polémica desatada en el Club Ministerio de Obras Públicas (MOP) de Rosario, por avanzar con obras en sus instalaciones sin solicitar autorización municipal, todavía no hubo una respuesta oficial y formal por parte de la Municipalidad ante el pedido de informes realizado por el Concejo sobre la situación.

Según detectaron, la entidad se encuentra ampliando su área de guardería náutica, para lo cual es necesario contar con permisos de construcción exhibidos, algo que se estaría incumpliendo.

Hasta el momento, el Municipio solamente contestó un pedido de informe, pero que corresponde a 2020 y en el que solamente se menciona la situación del boliche Taura. Por ahora, "no respondieron la presentación administrativa presentada", indicaron a este medio desde el Concejo.

Tal y como había contado a Mirador Provincial la edila del bloque Iniciativa Popular (IP) Fernanda Gigliani, los trabajos en el club se desarrollaron "a puertas cerradas". La legisladora detectó que se construyeron las estructuras para dos naves de camas náuticas "sin mostrar o exhibir ningún permiso de obra".

También llegaron a sus manos pruebas en imágenes y videos que expondrían que se enterraron, por lo menos, cuatro tanques de combustibles de 15 mil litros cada uno sin permiso municipal y sin autorización de la Secretaría de Energía de la Nación. Serían 60 mil litros de nafta que no tienen control alguno y que suponen un riesgo inmenso para la zona y el medio ambiente. "Es una maniobra que podría generar consecuencias gravísimas", advertían desde el Palacio Vasallo.

Como si fuera poco, también llegaron a su poder facturas que recibieron socios históricos del club a nombre de "Servicios Náuticos Vip SA", desconociendo si la firma tiene habilitación comercial en la ciudad para operar.

El conflicto nace a raíz de que se trata de tierras cedidas por el gobierno nacional al Municipio para la ampliación del Parque Nacional a la Bandera y no para explotarla con fines comerciales. Es que el MOP tiene una sesión precaria hasta el 2030 y el objetivo de esa cesión es que se pueda utilizar el espacio para actividades recreativas, deportivas y culturales.

Lanzarse de forma intempestiva y a espalda de todos a "hacer un negocio de guarderías náuticas desvirtúa ese requisito que se pide en la sesión y, lo que es peor nunca se autorizó una tercerización", había destacado la concejala Gigliani, quien realizó acciones para obtener información oficial sobre lo que está sucediendo puertas adentro del club.

En base a nuevas consultas realizadas por Mirador Provincial, la edila indicó que insistió al Municipio sobre respuestas concretas acerca de las obras irregulares en el MOP. En este sentido, contó que desde la gestión "se comprometieron a contestar todos los pedidos de informes aprobados por el Concejo sobre el tema".

Sin embargo, Gigliani fue categórica y advirtió que en caso de que se vuelva a dilatar la respuesta sobre el tema en particular, avanzará de manera fehaciente por vía judicial.

Génesis de la polémica
Cuando Miguel Lifschitz era intendente de Rosario, allá por 2003, el Estado Nacional le otorgó a la ciudad una serie de terrenos con la finalidad de que estuvieran destinados a un uso cultural, recreativo y deportivo. Entre ellos, "aparentemente", estaba el del club MOP.

Se indica "aparentemente" porque desde entonces Rosario y la Nación mantienen un litigio judicial sobre si efectivamente se otorgaron al Municipio esas tierras del MOP o no. La ciudad dice que sí; el Estado Nacional dice que no.

Mientras la Justicia, lentamente, sigue tratando de determinar quién tiene razón, el terreno del club se rige por una cesión precaria de Nación -con vigencia hasta el 2030- para que se pueda explotar el espacio con fines recreativos, culturales y deportivos.

Este punto es clave en la discusión. Resulta que Lifschitz llevó al Concejo un proyecto para que en el club MOP se levantara un complejo de guarderías náuticas y otro gastronómico -lo que sería Taura-.

No solamente los concejales votaron por unanimidad en contra de la iniciativa oficial, sino que tampoco acompañaron la propuesta unos 200 socios históricos del club, porque veían que no se respetaba el fin cultural, recreativo y deportivo.

Pero, lejos de quedarse en el molde la idea socialista, la sucesora en el cargo de Lifschitz, Mónica Fein, fue a la carga en dos oportunidades, aunque no tuvo éxito. La última vez que se trató el tema, el Palacio Vasallo no resolvió ni por sí, ni por no. Es decir, no se votó.

Fernanda Gilgiani, con aportes de vecinos de la zona, contó a este medio que detectó que, pese a que el Concejo no aprobó la iniciativa oficial, ni la Justicia se expidió al respecto sobre la posesión de los terrenos, las obras en el MOP comenzaron de igual manera a la sombra de la sociedad.

En base a las especulaciones de la edila, en el club MOP y Taura se está ejecutando la idea original que tanto Lifschitz como Fein llevaron al Concejo y que fue rechazada. Ella lo detecta en las obras de ampliación de la guardería y con la presunta reapertura de Taura, que vendría a ocupar el supuesto "complejo gastronómico".

Cuando se denunció por primera vez el avance de obras de forma irregular, previo a la pandemia, la Municipalidad le atribuyó a la Dirección Nacional de Vías Navegables la responsabilidad sobre las tareas que se estaban ejecutando en lo que respecta al muelle.

De aquel momento a la fecha, "no nos dieron ninguna respuesta más, ni nos respondieron ninguno de los pedidos de informes que realizamos mediante el Concejo para tener certezas sobre lo que está pasando y quiénes están detrás de todo el proyecto", había contado a este medio Gigliani.

Hasta el momento, el Municipio solamente contestó un pedido de informe, pero que corresponde a 2020 y en el que solamente se menciona la situación del boliche Taura. Por ahora, "no respondieron la presentación administrativa presentada", indicaron a este medio.



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