Copa Argentina

A un mes del logro, las otras historias de "Patronato Campeón"

La ausencia de la camiseta Rojinegra, el aval de Fernando Rapillini, los hinchas que vivieron el partido desde la ruta, los que hicieron 18 horas de viaje, los que desde la entrada de Mendoza fueron a 40 kilómetros por hora y aquellos que convivieron con hinchas de Talleres en el Hotel. La otra parte, del título del Rojinegro.


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GABRIEL OBELAR
redaccion-er@miradorprovincial.com


Este 30 de Noviembre, Patronato y sus hinchas recuerdan el primer mes del primer título de la institución, su primer estrella, en una semana única, eliminando a Boca en semifinales y días después, superando a Talleres en Mendoza, gracias a un gol insólito de Tiago Banega y la alegría de una ciudad y Provincia que no durmió.


Si bien todos sabemos lo que pasó en el partido, existen otras historias que rodearon a este Patrón campeón, con particularidades, que hicieron mucho más épica, para muchos, lo conseguido por el plantel dirigido por Facundo Sava, que se quedó con la 10ma edición de la Copa Argentina.


SIN ROJINEGRA Y VISTO BUENO DE RAPALLINI


El día del partido, comenzó con reuniones entre dirigentes de ambos clubes, la terna arbitral y dirigentes de la Copa Argentina, en la que intentaron definir la indumentaria del cotejo, sobre todo, porque Patronato no tenía su casaca tradicional.


Por cuestiones ligadas a la empresa que viste a Patrón, ese día el Negro contó con la dificultad de solo tener la camiseta alternativa, la blanca con la que terminó jugando las semis y la final, cuestión que obligaba al Tallarín a usa su otra casaca, aunque se negó.


En dicho momento, fue Fernando Rapallini, el árbitro del encuentro, que terminó de dar el visto bueno al Rojinegro, con una frase que cuentan los presentes: “Fernando no dijo que no había problema, que vayamos y disfrutemos de un partido histórico, que no iba a ver dificultades”. Con el aval del juez, todo transcurrió como marcó el cotejo.


18 HORAS Y A 40KM/H


Otra de las historias que también tuvo dicho día, fue la travesía que atravesaron la gran cantidad de micros que llevó Patronato a Mendoza, que llegaron sobre la hora, en la presentación, en el show previo, comenzó a ingresar el grueso, que desde la entrada a la ciudad del buen vino, fueron a prácticamente 40km/h, ya que la policía quería evitar cruces con los cientos de córdobeses.


Fausto David, fue uno de los tantos que vivieron dicho periplo, contabilizando en total, 18 horas de viaje, desde Paraná al Estadio, mencionando cuatro paradas y cómo fue la vivencia de ir tan despacio para el evento más importante del mundo Patrón: “Desde que entramos a Mendoza, tuvimos trayectos a 40 y otros a 80 km/h, siempre con patrullero”.


“Fue tremendo, la gente se fue parando de a poco en el cole todo el tramo de la ciudad cantando”, contó y admitió: “En nuestro cole no había preocupación, porque sabíamos que llegábamos, San Juan fue peor”, recordó.


CONVIVIENDO CON EL RIVAL


Además de los hinchas que viajaron en el día a Mendoza, hubo otros que pasaron la noche en la ciudad, recibieron al plantel, mientras que otros llegaron por la mañana, en varios casos, tuvieron que convivir con hinchas de Talleres.


Un ex jugador de las inferiores de Patrón, a la vez hincha, ‘Titi’ Bizai, recordó dicho momento: “En el hotel que estábamos, estaba lleno de hinchas de Talleres, con unos amigos éramos los únicos de Patroato”.


“Al otro día nos los encontramos en el desayuno, cruzamos algunas palabras de lo loco que era ser campeón de la Copa Argentina y descender, que fue injusto para este plantel”, expresó Bizai, que a la vez contó: “Ese día no veíamos la hora de ir al Estadio. Salimos en el auto tempranito, a los bocinazos, con las banderas, nos empezamos a cruzar a hinchas y fue algo increíble. Sigo sin poder describir de lo que fue estar ahí”.


Por último, recordó: “En el viaje de ida, en cada parada, encontramos camisetas azules y blancas, pero en algún pasaje encontramos alguna rojinegra. La alegría del campeonato fue inmensa, no se encuentran palabras, valió la pena cada kilómetro”.


FESTEJO EN LA RUTA


Cómo el viaje a San Juan, hinchas de Patronato no contaron con la mejor de las suertes y no pudieron llegar al Estadio Islas Malvinas y tuvieron que presenciar el cruce, el partido y los festejos, en la ruta, en el micro que se rompió.


Martín Grinovero, fue de los que les tocó vivir el campeonato arriba del colectivo. “A las 2 de la mañana se rompió un cole y nos dividimos en otros coles para poder ir. A las 5, el micro donde estábamos, por el peso, se rompió el embrague y buscamos miles de formas, llamando a otras empresas, remises o trafics para intentar llegar”.


“Conseguimos trafics, pero estábamos a 8 horas de Mendoza, pero en 4 horas arrancaba el partido. El partido lo fuimos escuchando de varias maneras, algunos por radios, otros llamaron por teléfono algún familiar y que dejen el teléfono al lado del televisor. En mi caso, encontré en el teléfono el partido y lo fuimos viendo, con todos los pasajeros atrás mío, uno más nervioso que el otro”.


Sobre el gol, recordó: “Se vivió de una manera rara, se escuchaba el grito de gol en la radio, pero no sabíamos si era nuestro o no, porque justo salía la contra de Talleres. Cuando dijeron que era nuestro, justo lo pasaron en la transmisión del celular y fue un solo grito, llanto, felicidad, bronca por no llegar a la vez. Estábamos viviendo la gloria, pero a la vez nos perdimos el partido”.


EMOCIÓN EN LA COSTANERA


La otra cara fueron los que no pudieron viajar, por algún motivo en especial, pero que se acercaron al ‘Fan Fest’ dispuesto por Patronato en la Costanera Baja. Maximiliano Bravo, periodista de ESPN, le contó el momento que se vivió: “Cuando llegamos había muchas familias, muchos gritando y cantando, sobre todo cuando se dio a conocer la formación”.


“Miraban el partido con nervios, por momentos tensión. El gol se gritó con mucha locura, madres con nenes llorando de alegría, otros padres con sus hijos más grandes emocionados”, sostuvo y resaltó: “En el final, hubo gente que no lo podía creer, se tomaba la cabeza, vivieron la premiación y ahí se fueron organizando para ir al Estadio, otros al aeropuerto y otros a la plaza”, completó y subrayó en un detalle que lo marca grabado: “Había personas grandes, que seguro vivieron todo con Patronato, que se emocionaron y abrazaban a sus nietos o familiares más jóvenes”.

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