Un hombre de 30 años fue condenado a 5 años de prisión por formar parte de una asociación ilícita que cometía entraderas en viviendas rurales en el interior de la Provincia de Santa Fe.

Se trata de Miguel Ángel Bustos, quien participó de robos en Llambi Campbell y Colonia Pujol. La organización, además, se apoderó de bienes ajenos en otras localidades de los departamentos La Capital y Las Colonias, así como en los departamentos San Jerónimo e Iriondo.

El juez Pablo Spekuljak condenó a Bustos como miembro de una "asociación ilícita" y como coautor de los delitos de "robo calificado por haber sido en despoblado y en banda y por el uso de un arma de fuego cuya aptitud no pudo ser acreditada", "robo calificado por haber sido en despoblado" y "privación ilegítima de la libertad calificada por haber sido cometida por medio de amenazas y violencia". La sentencia fue en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos. A raíz de un antecedente penal condenatorio, Bustos fue declarado reincidente.

El fiscal Alejandro Benítez estuvo a cargo de la investigación. En tal sentido, recordó que mediante otros juicios de procedimientos abreviados previamente fueron condenados el jefe de la banda delictiva, Germán Edgardo Martínez, y otros miembro, Matías Albarracín. Cada uno de ellos recibió la pena de cinco años de prisión. A su vez, una mujer de iniciales GA fue imputada en el marco del mismo legajo y transita el proceso judicial en libertad.

Robos
Benítez detalló que "la asociación ilícita cometió robos entre septiembre de 2020 y agosto de 2021", y aseguró que "era estable y estaba organizada para comercializar los bienes ajenos de los que sus integrantes se apoderaban ilegítimamente".

Las entraderas fueron en domicilios rurales de Cululú, Grütly, Santa Clara de Buena Vista, Colonia Pujol (localidades del departamento Las Colonias); Llambi Campbell, Manucho (ambas del departamento La Capital); Centeno (departamento San Jerónimo); Totoras y Bustinza (comunas del departamento Iriondo).

El funcionario del MPA indicó que "los atacantes hacían tareas de inteligencia para marcar las casas de potenciales víctimas", y destacó que "en grupos de tres o cuatro personas, luego iban en automóviles hasta los inmuebles seleccionados e ingresaban por la fuerza".

En cuanto a los elementos sustraídos, precisó que "la banda delictiva robó dinero, joyas, electrodomésticos, armas de fuego, alimentos y bebidas".