Sumar siempre es bueno, más si se tienen en cuenta los rivales. Cuatro puntos sobre seis no es una cosecha para nada despreciable a la hora de arrancar la temporada. Argentinos Juniors y Tigre aparecían como equipos formados (lo son) y con una idea de juego aceitada que podía comprometer las aspiraciones canallas.

De todas maneras, los dirigidos por Miguel Ángel Russo vencieron a los de La Paternal y, cuando parecía que se volvían con las manos vacías de Victoria, rescataron una unidad que sirve como envión para lo que viene.

Pero ojo, Central tiene mucho por mejorar. Como equipo, en el juego asociado y desde los nombres propios. Además, en cuanto a sistema táctico se refiere, la línea de cinco hasta ahora no convence y parece que es no es bien recibida por algunos jugadores, como Carlos Quintana que el viernes por la noche quedó muy expuesto cada vez que tuvo que salir a cubrirle la espalda al paraguayo Alan Rodríguez.

Una máxima del fútbol dice que, mientras se sume, los errores se corrigen más fácil, aunque esto no es del todo así. Como ante los bichitos colorados, el Canalla presentó las mismas falencias frente a Tigre y en el primer tiempo se vio completamente desbordado. La pelota la manejaron siempre los de Diego Martínez que en los primeros cinco minutos de juego ya habían creado tres chances claras de gol. Y acá está el primer llamado de atención, acumular defensores no te hace defender mejor. En estos primeros 180 minutos de la temporada a los de Arroyito le llegaron y mucho. Entre las buenas intervenciones de Gaspar Servio y la mala puntería rival se las arreglaron para que la cosa no pase a mayores, pero lo concreto es que hay mucho por hacer en esa zona del campo.

El vaso medio lleno de esta historia, vale aclarar, es que dos defensores como Juan Cruz Komar y el uruguayo Facundo Mallo se impusieron en el área contraria para que su equipo sume y eso en un fútbol tan parejo como el argentino puede ser una muy buena carta en cada encuentro.

El medio todavía sigue sin convencer. El pibe Kevin Ortiz queda muy solo a la hora de frenar a los volantes contrarios, Ignacio Malcorra no termina siendo rueda de auxilio ni enganche y Francis Mac Allister alterna buenas y malas a la hora de la distribución.

Central todavía está en formación. El 2022 no dejó nada de dónde agarrarse y el trabajo del cuerpo técnico arrancó prácticamente desde cero. Russo sabe que este equipo no es el que mejor lo define, pero en actitud y corazón están hechos el uno para el otro.

No siempre se podrá sostener con empuje. No siempre lo podrá salvar su arquero o algún gol agónico, es importante el estilo y la búsqueda de una identidad. Ahora se viene Arsenal, en el Gigante y con el público que ya comienza a ilusionarse. Puede ser una buena oportunidad para agregarle otros condimentos a lo ya representado.

Agüero se suma al plantel

Sobre el cierre del libro de pases Central sumó al defensor Franco Agüero, de último paso por Unión. El zaguero, de 28 años y oriundo de General Pico, también vistió las camisetas de Instituto de Córdoba y La Serena de Chile.

Según comunicó la entidad de Arroyito, el jugador firmó su contrato a préstamo por un año, con opción de compra. Además, desde la sede de calle Mitre inscribieron al colombiano Jaminton Campaz, actualmente en Gremio de Porto Alegre, y a Maximiliano Lovera, quien se encuentra en Grecia.

Tanto las negociaciones por Campaz como por Lovera todavía están en construcción, aunque fuentes cercanas al presidente Gonzalo Belloso confiaron en que uno de los dos jugadores podría terminar cerrando su incorporación.