Fue local en el recinto de la Cámara de Diputados, el gobernador Maximiliano Pullaro en su primer discurso como titular del Poder Ejecutivo Provincial. Y también lo fue, el ex diputado provincial y ex ministro de Seguridad, frente al tema que primero abordó: "recuperar la paz en las calles".

Alguna vez se acusó a las fuerzas progresistas de desatender la cuestión del orden y de las obligaciones del Estado de proveer de tranquilidad a la sociedad, de minimizar por falta de afinidad esos problemas crecientes. No es el caso de Pullaro que sin medias tintas advirtió: "en esto quiero ser claro, nuestras fuerzas de seguridad tienen un arma reglamentaria en su cintura y van utilizarla en el uso progresivo de la fuerza. Este es el rol que la ley y la sociedad les encomendó", dijo cuando recién llevaba la quinta de 36 páginas de su discurso. Hasta la novena, durante casi 20 minutos, el gobernador dijo quién es, qué valores los guían y qué temas están al tope de sus preocupaciones.

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Gobernador Maximiliano Pullaro: "Empezamos una nueva etapa"

Había jurado por la memoria de Raúl Alfonsín, pasado por una plaza roja y blanca frente al Palacio Legislativo y dicho que es "un nuevo comienzo" su gestión pero "que no pretende ser fundacional, sino que se reconoce heredero de los 40 años de Democracia que los argentinos fuimos capaces de construir". La mayúscula está en el texto original que leyó Pullaro.

De inmediato, al unir lo que también hoy se celebra reflexionó sobre los logros del sistema pero también "sus enormes deudas", aseguró que "las que vamos a enfrentar con proyectos, acciones y mucho trabajo". En otro tramo, al cerrar aseguró que tiene armado un equipo de 24 sobre siete, es decir horas sobre días semanales de trabajo. Ordenó a su gabinete no tomarse vacaciones en el primer año de gestión.

"No vamos a poner excusas, porque frente al dolor de una sociedad que la está pasando mal, no se puede perder un minuto en diagnósticos de problemas que conocemos. Somos conscientes que el apoyo popular obtenido en las urnas no es un cheque en blanco, sino un mandato. La sociedad nos exige -con razón- que nos hagamos cargo de los problemas, y es lo que vamos a hacer desde el primer minuto de la gestión", abundó antes de repasar medidas conocidas respecto de la inseguridad que formaron buena parte de su campaña electoral.

Anunció "medidas extraordinarias para recuperar la presencia policial en calle, con una acción preventiva importante". Con 180 patrulleros en Rosario y 80 en Santa Fe, "organizados por cuadrículas y por capas". Habló de "intervenir" 8 barrios en la ciudad del sur y otros 4 en la capital provincial.

Sostuvo que los niveles a los que ha llegado el delito son "consecuencia de problemas institucionales y de gestión que vamos a abordar de manera inmediata". De los primeros apuntó a la investigación penal "cada vez más atomizada, al punto que ni la conducción político-policial ni la propia dirección del MPA tienen posibilidad de definir de manera efectiva una estrategia de persecución penal".

Más duro fue al decir que "el Poder Judicial acusa un importante grado de atraso en todos sus niveles; y el sistema normativo aparece alejado de las necesidades del Estado a la hora de intervenir en la materia y en las demandas sociales".

Describió fallas en la gestión por su opuesto: acciones para fortalecer la autoridad en el espacio público y en las cárceles para que termine el "home office" de los delincuentes presos. A los de mayor peligrosidad los privará de mercaderías enviadas por familiares y amigos, para evitar el tráfico de sustancias y celulares tras las rejas.

Pullaro adelantó que vuelven numerosos programas de gobierno que llevó a cabo el Frente Progresista en sus gobiernos, como el de Estaciones Policiales en Rosario y Santa Fe. Anunció una para cada una. Dijo que piensa reestructurar la Policía de Investigaciones (DPI) "dotándola de una mayor organicidad en su actuación, que nos permita centralizar y monitorear la actuación desde la conducción político-institucional de la fuerza; coordinando con el Ministerio Público de la Acusación a través de directivas y protocolos".

Habrá Operativo Verano coordinado por el Ministerio de Justicia y Seguridad en diferentes puntos y corredores de la provincia, en articulación con Turismo, Salud, Desarrollo Humano, Transporte y con los gobiernos locales. Repitió que quiere una cárcel de máxima seguridad con capacidad de hasta 3000 plazas, que aspira a "liderar" personalmente el combate al delito en Rosario también sobre las fuerzas federales que destacó que el gobierno nacional le ha prometido.

Pidió públicamente a los legisladores nacionales por Santa Fe que "avancen en la Ley de derribo, a fin de que nuestros cielos no sean sistemáticamente invadidos por el narcotráfico". En los próximos días, "enviaremos a la Legislatura un paquete de leyes que apuntan a amplificar las facultades estatales en la lucha contra el crimen: narcomenudeo, ley provincial de inteligencia, reformas al código procesal penal, reformas a la fiscalía y defensa pública, y ley provincial de ejecución de la penal"

Palos a la Justicia
En medio de una enumeración mayor de problemas a resolver, "no todos responsabilidad de la gestión que termina", Pullaro observó que Santa Fe tiene "una justicia cara que no da respuestas", lo que provocó miradas entre los miembros de la Corte que escucharon el discurso.

"Entendemos que es necesaria la agilización de la justicia extrapenal, por lo que se enviará a la Legislatura un proyecto con reformas a la justicia extrapenal (civil, comercial, laboral, de familia, etc.)" que son "de aplicación inmediata, y en general tienden a descomprimir la carga de trabajo y agilizar los procesos judiciales. Asimismo, aspiramos a una renovación de la justicia haciendo cumplir la Constitución".