El futuro del periodismo

“Hay posibilidades de reinventarse en papel”

Mario Tascón, periodista español especializado en medios digitales, estuvo en Rosario como disertante en el CIITI 2016. El ex director de la web de El País de Madrid habló con Mirador Provincial sobre el futuro del periodismo con el avance supersónico de las herramientas digitales.


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Hernán Álvarez
redaccion@miradorprovincial.com

El periodismo ha evolucionado a gran velocidad en nuestro país y en el resto del mundo en los últimos 20 años. Este mismo diario que usted está leyendo, es distinto en muchos aspectos a otros de 1996 o de 2006. En ese cambio también ha irrumpido la rama digital, que ya amenaza con hacer desaparecer de la faz de la Tierra a los diarios en papel. Como éste que usted tiene entre sus manos.
En el mundo periodístico hispanohablante hay referentes especializados en analizar y pronosticar con elementos ciertos sobre esta temática. Uno de ellos es Mario Tascón. Periodista, con años de experiencia en el prestigioso diario El País de Madrid. Hoy tiene su propia empresa, Prodigioso Volcán, especializada en estrategias comunicacionales. No sólo para medios de comunicación sino para compañías de toda índole.
Tascón cerró en Rosario el 14° Congreso Internacional en Innovación Tecnológica Informática, organizado por la Universidad Abierta Interamericana (UAI). El encuentro científico se realizó el jueves 3. Mirador Provincial dialogó con el especialista español sobre la actualidad mediática y el panorama en el mediano plazo.
—Los medios en papel van perdiendo fuerza a nivel global. ¿Cómo ve este tema?
—A nivel global el fenómeno es claro. Aquí mismo en Argentina, La Nación acaba de cambiar a formato tabloide después de años de sábana. El formato tabloide tiene otros elementos de comodidad, pero seguro que tiene que ver con una política de costos. Es una tendencia mundial. El cambio en el ecosistema digital está llevando a que la gente consuma menos prensa papel clarísimamente. Está afectando mucho a los periódicos y las revistas en todo el mundo. Con ritmos diferentes porque no es lo mismo un país que otro, pero la tendencia es igual en todos. Estamos yendo hacia un ecosistema muy distinto. ¿Cómo les afecta? Pues lamentablemente es una pescadilla que se muerde la cola. Hay menos audiencia, menos compradores, por lo tanto hay menos publicidad, con lo cual hay menos dinero para hacer cosas, con lo cual el producto cada vez se resiente más, por lo tanto hay menos compradores. Y de nuevo otra vez el círculo. Y no se están viendo muchos cambios para romperlo. En cambio, están apareciendo medios digitales, tanto puros como versiones de medios analógicos, que están teniendo un cierto éxito de audiencias aunque sigan teniendo dificultades de monetización.
“La sociedad no está desabastecida de las labores y funciones que el periodismo tradicionalmente le prestaba. Al revés. Posiblemente haya una oferta como nunca, tanto en información como en entretenimiento, pero sí que es verdad que las fuentes de esa gente que está en la información y el entretenimiento están en cuestión. Hay sitio para medios digitales puros. Son medios más pequeños que sus homólogos analógicos. De momento, no parece que vayamos hacia un digital con grandes estructuras. Que hay posibilidades en papel de reinventarse, también las hay. Pocas, pero las hay.
—Hoy las empresas hacen foco en el teléfono móvil. El celular como principio y fin de la vida. La forma de proveerse información es a través del celular. ¿Qué piensa al respecto?
—El teléfono móvil, entre las muchas utilidades en que la gente lo demanda, está lógicamente la consulta de información. Sea provista por quien fuere. Por las redes sociales, por los amigos o por los medios. Los medios ven que el consumo de páginas que tienen ya está en una media de un 60 por ciento a través de dispositivos móviles. Yo no me conozco los datos exactos de Clarín, pero estoy seguro de que está ya por encima del 60 por ciento de acceso desde dispositivos móviles. Esos datos, los medios de todo el mundo los están viendo y por lo tanto están poniendo el foco ahí.
—¿Qué opina sobre el periodista que realiza múltiples tareas como sacar fotos, escribir, hablar, editar, hacer videos?
—Yo siempre he estado en contra del concepto del periodista hombre orquesta. Sí que hay que ampliar las habilidades que tenemos los periodistas. Me parece francamente difícil encontrar un periodista que escriba como García Márquez, que presente televisión como Matías Prats (destacado periodista de TV español) y que a la vez sea como Iñaki Galibondo (destacado periodista radial español). Cuando no existe eso, vamos hacia el mínimo común denominador. El mínimo común denominador genera muy poca calidad en varios de los soportes. No creo que eso funcione. Sí creo que los periodistas tienen que ampliar sus conocimientos de algunas cosas. Por ejemplo, me parece muy importante que los periodistas tengan conocimiento sobre la distribución de sus contenidos. Me parece que es más una labor de equipos, aunque sean pequeños los equipos. Ahora se han puesto de moda los podcasts, pero hubo otra época en que ya estuvieron de moda los podcasts. Y en El País empezamos a hacer podcasts. La gente de la radio de la Cadena SER me decía: “¿Por qué les dejas hacer el podcast a estos si no saben locutar?”. Tenían razón los de la Cadena SER. Los podcasts que se hacía en El País eran muy amateurs. Ellos (periodistas gráficos) no sabían locutar, no era su trabajo..

Una visión sobre la Argentina
—¿Desde España, cómo ve a la prensa argentina en general desde tu visión remota?
—Estoy un poco fuera. He estado más pendiente de México, de otros países que de Argentina, pero desde fuera yo he visto una evolución muy fuerte en la parte digital, especialmente en La Nación. He seguido más a Clarín. Tanto a La Nación como a Clarín los veo que siguen haciendo cosas innovadoras, que están un poco a la última. Los veo que se mueven. También Infobae y otros portales se mueven. En español, la (prensa) argentina y la española son dos de las que se han movido más. Con los años de la crisis en España, la (prensa) española se ha quedado un poco más parada, en cambio los argentinos se siguieron moviendo.
—Estamos en 2016, me imagino que usted vive pensando en el mañana y en adelantarse a él. ¿Cómo visualiza el periodismo en 2026?
—Yo distinguiría al periodismo de la comunicación. La comunicación es un campo que sube. El periodismo convencional es un campo que baja. Y eso también es importante porque depende para qué se enfoque esta contestación puede ser positivo o negativo. Para estudiantes de comunicación es positivo. Si es un asunto de trabajo, la comunicación nunca ha sido tan importante como ahora. Nunca. En la vida. Nunca ha habido la cantidad de canales de comunicar. Nunca ha habido la cantidad de posibilidades con la que comunicar. Nunca ha habido la cantidad de maneras diferentes de hacerlo que hay hoy. En ese sentido, es positivo. En el sentido más convencional como el periodismo de investigación, los espacios que tienen las personas que se dedican a eso cada vez son menores. Por tanto, no creo que sea un problema de que desaparezca la profesión. Eso no lo creo, pero sí que es un problema de que se achica. No soy pesimista. El periodismo seguirá existiendo, hecho de alguna forma que es diferente en algunos casos. Un control sobre los poderes políticos, etcétera, que a lo mejor en parte se hace desde un blog o desde Twitter porque ya se está haciendo así.

“A mí particularmente siempre me han gustado los géneros cortos. Me parecen muy difíciles de hacer. El ‘long format’, los formatos más largos muchas veces camuflan una desidia periodística”.


Los formatos largos
—¿Qué opinión tiene sobre el periodismo de largo formato? Un género aún sin aparecer en Argentina.
—La revista (española) Jot Down es un ejemplo de cómo ese periodismo puede triunfar. Una entrevista de ocho páginas (que se puede leer en Jot Down), no es habitual ya ni en las revistas tradicionales. A mí particularmente siempre me han gustado los géneros cortos. Me parecen muy difíciles de hacer. El “long format”, los formatos más largos muchas veces camuflan una desidia periodística. Se dice: “yo le publico a usted todo”. A mí no me interesa todo. En esta misma entrevista, ¿podríamos poner todo lo que yo digo? A mí no me parece que eso sea un ejercicio periodístico correcto. Me parece que la labor del periodista es editar. Una buena edición mejora mucho la entrevista porque ayuda a clarificar cosas que el propio entrevistado dice. Los géneros cortos del periodismo son muy difíciles. Hacer una buena entradilla (lid) es muy difícil, pero muy difícil. Tienes muy pocas líneas, tienes que seducirme en unas mínimas líneas de que yo me sumerja contigo en un texto largo. Un titular ni te cuento. Es más cómodo escribir seguido. Hecha esa advertencia, creo que funciona porque la gente quiere leer. La pregunta no es si es largo o corto. La pregunta es si es bueno o es malo. Si es bueno, me da igual que sea largo o corto.

Curso para periodistas
Mario Tascón aprovechó su viaje hasta Rosario para dictar un curso cerrado para periodistas sobre el periodismo digital. Se realizó el viernes 4 en la UAI y contó con profesionales de distintos medios e instituciones.
Para la llegada de Tascón a la Cuna de la Bandera fue importante el aporte de la Fundación Instituto Internacional de la Lengua Española (FIILE). El FIILE, con sede en Rosario, es una ONG que fomenta el estudio, la difusión y la enseñanza del castellano.
El director de Prodigioso Volcán explicó los cambios de los medios en la actualidad. Explicó, entre otras apreciaciones, de qué manera trabaja un medio tan grande como el diario El País de Madrid hoy. Cómo viró el foco desde el papel a lo digital para priorizar hoy los contenidos en los celulares y en las tablets.
“Sí creo que los periodistas tienen que ampliar sus conocimientos de algunas cosas. Por ejemplo, me parece muy importante que los periodistas tengan conocimiento sobre la distribución de sus contenidos. Me parece que es más una labor de equipos, aunque sean pequeños los equipos”.

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