Políticas carcelarias

Desarrollan nuevo sistema con requisas sorpresivas en cárceles de la provincia

Intentan detectar elementos prohibidos dentro de los pabellones y eventuales redes de connivencia entre los detenidos y el personal del Servicio Penitenciario. 


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Patricio Dobal
redaccion@miradorprovincial.com


En busca de hallar sustancias y objetos prohibidos en las cárceles de la provincia e identificar eventuales redes de connivencia entre los detenidos y el personal del Servicio Penitenciario, el Ministerio de Seguridad de Santa Fe avanzó en la implementación de un nuevo sistema de requisas que parte de irrupciones sorpresivas en los complejos carcelarias sin siquiera notificar a los directivos de dichas dependencias.
La iniciativa entró en vigor hace dos semanas, pero empezó a planificarse hace dos meses luego de unificar los grupos de requisas que funcionaban en cada unidad penal de la provincia para transferirlos a un equipo unificado bajo el mando de la administración central. Forman parte del plantel 70 agentes.
El grupo ya realizó operativos en las cárceles de Coronda, la Unidad N° 5 de mujeres en Rosario, y en la Unidad N° 11 de Piñero, donde en cuatro pabellones hallaron marihuana, teléfonos celulares y tarjetas de memoria, y por el caso abrieron una investigación para determinar si hubo fallas en los controles para ingresar artefactos indebidos.
Inédito en Santa Fe
“La creación de un solo grupo de requisa dependiente de la administración central posibilita priorizar los sectores más calientes y concentrar los recursos en pabellones más críticos, realizando allí operativos de saturación, como el que desplegamos en Piñero”, mencionó Pablo Cococcioni, secretario de Asunto Penitenciarios de Santa Fe, en contacto con Mirador Provincial en torno a las nuevas incursiones sin previo aviso.
“Sólo el director general y el jefe de requisa son los que saben dónde van a ir antes de cada intervención”, indicó el funcionario y agregó que el plan “no pretende controlar sólo las posiciones de contrabando de los presos sino la participación de todo el personal”.
En relación al equipo que forma parte del flamante esquema centralizado y que hoy alcanza los 70 efectivos que antes tenían asignado un establecimiento penal específico, “entre fin de año y principio del que viene esperamos contar con 100 agentes mixtos en total”. La medida permitió sumar personal para requisa que antes sólo ingresaba cuando se inauguraba un nuevo pabellón.
“El grupo, que en gran medida tiene domicilio en el centro norte provincial se reúne periódicamente y va rotando entre distintos complejos carcelarios. Van rotando, ni ellos saben qué lugar irán a requisar mañana”, sostuvo Cococcioni.
Resultados
“Los grupos de requisa que operaban en cada una de las unidades no venían trabajando mal. Lo cierto es que esta nueva modalidad hace mucho más efectivo su trabajo”, fue el punto de vista expresado por el secretario de Asuntos Penitenciarios.
Las intervenciones son intensivas y se prolongan por horas, tal el caso de la que se llevó a cabo el miércoles en la Unidad Penitenciaria N° 11 de Piñero, que se inició a las 8 de la mañana y terminó a las 18.
En el complejo trabajó junto al grupo de requisa, el equipo de la sección canes, el GOEP, y personal de Logística del Servicio Penitenciario. Se inspeccionaron los pabellones 5, 6, 7 y 8 del módulo B de la unidad.
Como resultado del procedimiento se secuestraron 18 celulares, 12 tarjetas de memoria SD, 9 pendrives, 4 elementos punzantes y estupefacientes. Ante esto último se dio intervención a la Brigada Operativa Antinarcóticos dependiente de la Policía de Investigaciones (PDI).

“Sólo el director general y el jefe de requisa son los que saben dónde van a ir antes de cada intervención”.
Pablo Cococcioni
Secretario de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe



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