Daniel Domínguez deportes@miradorprovincial.com


El debut soñado. Después de una pésima temporada pasada, en Newell's quieren dejar atrás la malaria y necesitaban empezar ganando. Claro que nadie podría haber imaginado la forma en la que se iban a conseguir los primeros tres puntos.

Luego de un arranque prometedor ante Talleres, la Lepra se pareció mucho a la era Burgos y en un abrir y cerrar de ojos quedó 2-0 abajo.

Los fantasmas sobrevolaron todo el entretiempo por el Coloso Marcelo Bielsa, pero la historia cambió en el complemento.

Con los ingresos de los dos refuerzos Gabriel Compagnucci y Juan Garro, los dirigidos por el Negro Gamboa no solo empataron el juego, sino que lo dieron vuelta y, a pesar de terminar con diez, se abrazaron a una victoria esperanzadora.

Las comparaciones son odiosas, pero no hay que irse muy lejos para recordar que los rojinegros eran un equipo de mandíbula frágil y al primer golpe que recibían ya besaban la lona para no levantarse.

Este primer cambio de actitud ante la adversidad habrá que apuntarlo del lado del haber, pero hay cuestiones de formas que siguen apareciendo en la columna del debe.

Basta con revisar los dos goles del conjunto cordobés para darse cuenta que todavía el cuerpo técnico tiene mucho para trabajar y corregir.

Dos contragolpes, uno después de un potente remate de Jerónimo Cacciabue que se estrelló en el travesaño, agarraron muy mal parada a la última línea local y Talleres facturó sin concesiones.

En la primera acción que terminó con el gol de Michael Santos la falla fue de Mariano Bíttolo, mientras que en la anotación de Auzqui el que queda "pagando" es el pibe Facundo Mansilla.

La defensa rojinegra deberá ajustar las piezas ya que no puede seguir dando estas ventajas y el DT deberá ingeniárselas puesto que no tiene demasiadas opciones como para cambiar de nombres.

Con el retiro de Santiago Gentiletti y sin movimientos en el mercado, Manuel Capasso puede comenzar a ganar terreno o bien desplazar a Franco Escobar a la zaga y colocar a Compagnucci como lateral, tal cual sucedió el pasado sábado.

"Equipo largo"
Analizando los puntos a corregir, Gamboa fue autocrítico y en plena conferencia de prensa post partido, afirmó: "El error más grave que encontré fue que cuando nos hicieron el primer gol el equipo se volvió largo. Sacando eso, creo que desde la actitud y la confianza estuvimos muy bien".

Esta sensación del entrenador quedó de manifiesto cuando Julián Fernández salió por lesión y su lugar lo ocupó Juan Sforza.

Fernández, con un juego más posicional, le daba orden a un mediocampo que por momentos quedaba sin juego intermedio y exageraba en verticalidad.

Con Sforza, de perfil más técnico, pero todavía con menos experiencia para el roce, la cosa se volvió más cuesta arriba ya que Talleres se imponía a sus espaldas y atacaba de frente a los centrales. Cacciabue no cumplía como rueda de auxilio y al juvenil Ramiro Sordo la cancha se le hacía enorme para ir y venir por las bandas.

Y lo dio vuelta...
Con el ingreso de Compagnucci, más la buena pegada de Nicolás Castro, la Lepra le sacó el jugo a cada acción ofensiva de pelota parada y terminó dando vuelta un partido más con el corazón que con la táctica.

Gamboa tiene una semana para corregir y acomodar las piezas ya que la segunda fecha ante Argentinos Juniors serán el próximo lunes a las 20. 15.