Conrado Berón 
redaccion-er@miradorprovincial.com

Historias de discriminación, vergüenza, acoso, retraimiento, enojo, bronca e impotencia. Muchas de esas sensaciones son las que sienten aquellas personas que no están de acuerdo con el género biológico que les ha tocado. Ellos y ellas son diferentes y quieren sentirse mejor. Tan simple como eso. La comunidad LGTBIQ+ (el término formado por las siglas de las palabras lesbiana, gay, transgénero, bisexual, transexual, travesti, intersexual y queer; al final se suele añadir el símbolo + para incluir todos los colectivos que no están representados en las siglas anteriores) tiene ahora en La Paz a dos de sus integrantes que quieren ayudar a quienes necesiten apertura y contención.

Todo nació de la idea de Sol Aimé Cardozo, una chica trans que nació en La Paz y desde hace algunos años vive en José C. Paz, en el conurbano bonaerense. Desde allí, Sol se ha convertido en una referente para la comunidad y como no se olvidó de todo lo bueno y lo malo que le ha tocado pasar en sus comienzos como trans, quiso armar una red de contención que seguramente ella necesitó cuando tomó la decisión de cambiar, y no tuvo.
Sol se contactó con Juan Pablo Giménez y con Ale Silvetti, para crear el grupo que lleva el nombre Resurgientes La Paz.

Las primeras reuniones fueron en la casa de Ale y desde allí comenzaron con la intención de visibilizar no sólo la problemática que sufre la comunidad sino también la creación de esta agrupación que ya está trabajando para lograr espacios tanto físicos como laborales.

Orígenes

Ser LGTBIQ+ en una ciudad chica del interior tiene sus contras bien marcadas. En la charla con Juampi y Ale en MIRADOR ENTRE RÍOS nos enteramos de esos detalles, así como también del armado de un espacio que quiere luchar, entre otros objetivos, por todos aquellos que no se animan a vivir como se autoperciben.

—¿Cómo nace Resurgientes La Paz?

—Resurgientes La Paz fue creada para reivindicar los derechos y la lucha LGTBIQ+ y promover acciones para visibilizar el colectivo reclamando igualdad.

—¿Cuáles son las prioridades para la organización?

—Nuestra prioridad son los derechos en igualdad en la edad del reconocimiento sexual. Queremos facilitar el acceso igualitario a las técnicas de reproducción asistida y que se trate en el Concejo Deliberante de La Paz la ley de cupo laboral trans; también queremos comenzar con la asistencia de profesionales a todos los integrantes de nuestra comunidad.

—¿Cómo vive en líneas generales la comunidad LGTBIQ+ en La Paz?

—Si bien la sociedad ha aceptado a la comunidad en diversos ámbitos, todavía parte de la misma es de mentalidad cerrada. Muchas veces nos sentimos excluidos de manera indirecta en espacios públicos, por ejemplo.

—¿Qué rol cumple Sol Aimé Cardozo en este proyecto?

—Sol es nuestro pilar fundamental a nivel nacional, trabajamos bajo sus lineamientos como referente. Como agrupación, vamos articular con el Municipio de manera directa sobre políticas públicas y comunitarias para nuestras compañeras, a quienes representaremos.

—¿Cuentan con un lugar físico para reunirse?

—Las primeras reuniones fueran realizadas en la casa de Ale Silvetti. Si bien mantuvimos una reunión con la secretaria Desarrollo Social, Sonia Sola, a quien planteamos nuestros proyectos, aún nos falta reunirnos con el intendente, Bruno Sarubi, para plantearle la necesidad de crear una Secretaría LGTBIQ+ la cual apuntamos a que sea permanente. También le solicitaremos un lugar dentro de la estructura municipal para poder reunirnos y utilizar al servicio de nuestras compañeras.

Contención

—¿Qué consejo le das a alguien que está comenzando el proceso de cambio?

—Principalmente, hacerle sentir que cuenta con el apoyo y el acompañamiento de la organización, donde se le brindará un espacio para que se sienta contenido. Ese es el espíritu principal de Resurgientes.
Es importante que las personas cisgénero y transgénero trabajen de manera conjunta para apoyarse entre sí; además así tendremos más posibilidades de terminar con la discriminación y el hostigamiento transfóbico. El apoyo es importante.

Las personas transgénero son más visibles que nunca en los medios de comunicación y en la sociedad. Las comunidades transgénero están luchando para conseguir igualdad de derechos. Si bien ya se logró un gran avance, todavía hay mucho trabajo por hacer para que todas las personas se sientan seguras de expresar su identidad de género real y para que se les otorguen los mismos derechos que a las personas cisgénero.

—¿Qué actividades van a desarrollar en la organización?

—Fortalecer las políticas públicas orientadas a la protección de los derechos de la comunidad LGTBIQ+Q+ en el ámbito laboral. Crear normativas específicas sobre la materia o reformas para mejorar la reglamentación y/o legislación existente. Queremos promover la incorporación de cláusulas de no discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en los convenios colectivos de trabajo. Fomentar la inclusión laboral del colectivo LGTBIQ+I. Realizar actividades de diagnóstico e investigación, conjuntamente con sectores gremiales, empresariales, gubernamentales o académicos.

Inserción laboral

—¿Cuál es la dificultad que enfrenta la comunidad en La Paz?

—De acuerdo con la opinión de las compañeras, la problemática más mencionada que enfrentan las personas homosexuales, bisexuales y transgéneros, en su mayoría es la falta de trabajo. Cuatro de cada diez personas dijeron que ese es el principal problema que tienen en los sectores más vulnerables. Si bien contamos con el apoyo del Gobierno Nacional a través de algunas leyes, en la práctica es muy difícil para nosotras conseguir algo estable en el mundo laboral.

—¿Cuáles son los principales cambios que ha experimentado la sociedad en relación a este tema?

—Si bien la sociedad en su mayoría aceptó a la comunidad LGTBIQ+ tenemos sectores que aún siguen con la discriminación. Pero sabemos que la mayoría se impuso, vamos ganando terreno, logrando que vean que son personas, iguales a todas y por sobre todo, que tenemos los mismos derechos. Pero aun así queda mucho camino por recorrer en la educación del ciudadano común.