Luego de imputarle los abusos, la fiscal señaló que "si no se lograba la detención, los ilícitos se hubieran incrementado".
Un hombre fue imputado por 9 abusos sexuales con acceso carnal, uno de ellos en grado de tentativa, perpetrados entre febrero y noviembre de este año en la ciudad de Santa Fe. Entre sus víctimas hay trabajadoras sexuales a las que engañó, y dos mujeres a las que "se cruzó" por la calle.
Este sábado por la mañana, ante el juez Gabriel Candioti, la fiscal Jorgelina Moser Ferro atribuyó a Abraham H.(36) la autoría de estos delitos. La investigación estuvo a cargo de la Dra. Alejandra Del Río Ayala -fiscal en jefe de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS)-, quien solicitará la prisión preventiva en una audiencia fijada para el lunes por la tarde.
El primer abuso registrado data del 14 de febrero de este año, siendo el último el del miércoles pasado (3 de noviembre), tras lo cual se efectivizó la detención de Abraham H..
Los ataques endilgados al treintañero tuvieron como víctimas, en su mayoría, a trabajadoras sexuales con las que acordaba un pase sexual. Las trasladaba al Parque del Sur, a inmediaciones de la Cruz Roja o hasta descampados (de barrio Barranquitas y Candioti Sur) donde las golpeaba o asfixiaba hasta dejarlas inconscientes, para luego violarlas.
En dos oportunidades, antes de retirarse del lugar el agresor le robó a las víctimas, a una de ellas un celular y $ 1.500 y a la otra la misma suma de dinero. Por esto, también se le imputó el delito de "robo simple".
De los nueve hechos, dos ataques fueron a mujeres que se cruzó por la calle, a quienes el violador serial interceptó por detrás y las tomó del cuello, asfixiándolas hasta que perdieron el conocimiento. Luego las accedió carnalmente.
A ellas se las cruzó por la noche -alrededor de las 22- en la vía pública, más precisamente en la intersección de calles San José y Jujuy a la primera, y en inmediaciones del Colegio Verna a la segunda.
La fiscal Jorgelina Moser Ferro señaló que "los primeros cinco ataques fueron cometidos entre febrero y septiembre, es decir, en ocho meses", mientras que "los últimos cuatro abusos fueron en tres meses, lo cual nos permite deducir que, si no se lograba la detención, los ilícitos se hubieran incrementado".
