Fue hace cinco años, en Nueva York

Ana Evans, familiar y víctima del atentado terrorista donde murieron cinco rosarinos: “Somos la expansión del ataque”

 


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Ignacio Pellizzón


-¿Qué significa para vos este juicio?

-Significa mucho. Primero sirve como ejemplo para mis hijos, para demostrarles que toda acción tiene sus consecuencias, ya sea buena o mala. También, porque nos va a permitir cerrar un capítulo importantísimo, que tiene que ver con restaurar un orden. Esto está mal.

Siempre estuvimos a merced de este terrorista, que decidió salir a matar gente y que fuera un 31 de octubre porque era Halloween y pensó que iba a encontrar mucha más gente que la que encontró finalmente.

También, supongo, que empieza a darnos un cierto reconocimiento a nosotros como víctimas. Este año me llamaron de Naciones Unidas y me contaron que se realizaba por primera vez en la historia de la humanidad un Congreso Mundial de Víctimas del Terrorismo. Por primera vez se puso el foco en las víctimas y mirá que hubo atentados en todo el mundo. No hay legislación que nos contenga. Por eso esta sensación de soledad, que yo pensé que era solo por extrañarlo a él, con mi duelo, con mis noches en soledad, mis días en soledad, pero no era solo eso, sino que realmente estamos solos. Ahora nos califican como víctimas transfronterizas, que es cuando el ataque no sucede en tu país de origen. Se realizó este congreso en la sede de la ONU y fui invitada como oradora. A su vez, significó viajar a Nueva York, donde está la sede oficial de ellos. Yo no había viajado. Hace un mes y medio que fui por primera vez en mi vida. Fui a contar lo solos que estamos, lo invisibilizados que estamos y pude ir al lugar del ataque a rendir mi homenaje. Todo es un montón. Las víctimas somos la consecuencia de lo que no se pudo evitar.

-Esta herida enorme, ¿se puede sanar?
-Las heridas sí, se pueden sanar. Pero esto es como el mural que hicimos en mosaiquismo: son pequeñas piezas que se unen para formar algo hermoso. Pero, primero esa pieza fue algo entero. Luego, se rompe en pequeños pedacitos y vos formas algo hermoso, que a la distancia vos podés ver que está perfecto, pero cuando te acercás ves que está reconstruido. Eso vamos a ser nosotros. Tenemos que encontrar el para qué. Si tengo esta herida tan grande, tiene que servir para algo. Si es para que haya una legislación sobre las víctimas del terrorismo, que así sea; si es para honrar la vida, que así sea; si es para otro tipo de lucha, que así sea. Nunca me cuestioné por qué me sucedió esto, sino que me costó entender la magnitud. Necesito que nos reconozcan como víctimas, porque es lo que somos con mis hijos, somos víctimas. Somos la expansión del ataque.



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