Rafael Ielpi -escritor, historiador y periodista, director desde 2003 del Centro Cultural Roberto Fontanarrosa- en diálogo con Mirador Provincial comenta y evalúa positivamente la muestra sobre Sacco y Vanzetti cuyo autor es el dibujante y narrador rosarino, y que se exhibió recientemente en ese espacio.

“Corría el año 1972 y Gustavo Sylwan (a quien se conocía en la ciudad como Guingo Sylwan y como le sigue llamando le legión de amigos que conserva en Rosario ciudad de la que se alejó un par de años más tarde) era por entonces socio de una agencia de publicidad, además de uno de los más talentosos creativos y redactores del rubro. Fue en dicho año cuando le encarga al joven dibujante Roberto Fontanarrosa una serie de ilustraciones sobre el juicio a Sacco y Vanzetti, iniciado en 1927 en Estados Unidos contra esos dos italianos vinculados al movimiento anarquista a quienes se acusó de haber participado en un crimen. Con el trasfondo de discriminación hacia los inmigrantes y a los libertarios, el juicio se extendió hasta 1929 cuando son condenados a la silla eléctrica, pese a una intensa campaña internacional de apoyo e incluso de la confesión de un hombre que reconoció haber sido autor del crimen por el que la justicia americana acusaba a Sacco y Vanzetti. La serie de 17 dibujos iba ser parte de un espectáculo teatral que finalmente no se concretó. De ese modo, los excepcionales dibujos quedaron en manos de Sylwan, quien los llevó consigo al decidir su radicación en Italia, entre una cantidad de originales, campañas publicitarias, bocetos, etc. de sus años de creativo. Radicado definitivamente en Milán, donde trabajó en grandes firmas publicitarias italianas y donde dicta cátedras en universidades, tuvo no hace mucho la sorpresa de hallar entre lo cargado en sus maletas al irse de Rosario, aquellos dibujos del Negro Fontanarrosa realizados hacía nada menos que 50 años. Pensó entonces que aquella serie inédita (ya que nunca había sido exhibida en público) merecía ser conocida en Rosario”.

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Sylwan, se comunicó entonces con Ielpi a quien ya había conocido en la década del 60 y es el actual director del CCRF y entre ambos quedó programada la exposición. Continúa Ielpi: “La calidad del dibujo, la técnica y perspectiva de la muestra sobre Sacco y Vanzetti son un visible ejemplo de una valiosa etapa del trabajo como ilustrador de Fontanarrosa, cuya línea se iría esquematizando y simplificando en los años siguientes en aras de su absorbente dedicación a la historieta y el chiste diario en grandes medios gráficos. Oscar Grillo, uno de los más grandes dibujantes e ilustradores argentinos, radicado en Londres desde hace más de 25 años, consideró a los dibujos de la serie Sacco y Vanzetti como 'lo mejor de la obra del Negro'. Las ilustraciones de la serie se relacionan estrechamente con las que Fontanarrosa dibujó en 1968/69 para las tapas de la legendaria revisa Boom, en una línea y un trazo que no volvería a repetir. Fue además en 1972 cuando se estrena en Rosario la película Sacco y Vanzetti de Giuliano Montaldo, con Gian Maria Volonté y Ricardo Cucciola, que llevó al público masivo a acceder a un tema histórico de estricta contemporaneidad”.

La muestra
Fue en el hall del CCRF (ubicado en San Martín 1080, plaza Montenegro) donde se exhibió la muestra “Fontanarrosa inédito. Un homenaje gráfico a los anarquistas Sacco y Vanzetti”. Los dibujos fueron realizados en el reverso de un afiche del mismo Fontanarrosa, ilustrando el discurso de Bartolomeo Vanzetti a la Corte antes de la condena.

La acusación de haber sido autores de un asesinato en South Baintree (Massachusetts) los llevó a un proceso que duró de 1920 a 1927. En abril de ese último año fueron condenados a la silla eléctrica, pese a que en 1925 un recluso confesara haber pertenecido a la banda que cometió el crimen del que se acusara injustamente a los dos trabajadores inmigrantes anarquistas. Cuando, décadas después de aquella producción, Sylwan se reencontró con aquellas láminas inéditas, decidió que regresaran a Rosario para ser exhibidas en el centro cultural que lleva el nombre del gran creador rosarino. Sylwan destacó: "El Negro Fontanarrosa era un genio de la narración. En todas sus formas. Hoy lo llamarían “story teller” pero se nombre como se nombre, es la hermosa facultad de contar historias, de inventar personajes, de capturar al lector o al oyente (…) El Negro tenía esa capacidad: gran dibujante, excelente humorista, singular escritor, brillante orador y un amigo generoso. Fontanarrosa dibujó magistralmente 17 láminas con escenas del discurso que Bartolomeo Vanzetti dirige a la Corte en el momento de la condena. Creo que mostrar esta obra desconocida es un merecido homenaje al Negro por su gran sensibilidad social y política, para sumarla a su popularidad como humorista".

Finalmente, señala Rafael Ielpi: “La muestra tuvo una excelente cobertura mediática y una concurrencia importante el tiempo que duró hasta su cierre el domingo 7 de mayo último. Para la inauguración viajó desde Milán el propietario de la misma".

Más Fontanarrosa: el circuito urbano

Entre bares emblemáticos de la ciudad y lugares que signaron sus historias, pasando por su barrio y las anécdotas allí surgidas, la vida de Roberto Fontanarrosa puede rememorarse a partir de un recorrido por la ciudad donde nació y eligió vivir. Este circuito se propone recorrer diversos espacios que por varios motivos lo evocan, como el Sunderland Bar, el Teatro El Círculo, el CCRF, los bares céntricos El Cairo y La Sede, y el estadio de Rosario Central. En El Cairo, en la esquina de Sarmiento y Santa Fe, surgió la Mesa de los Galanes. Si bien no tiene fecha de fundación, los primeros encuentros datan de 1980 y los participantes fueron, entre otros, Chelo Molina, Chiquito Martorel, Ricardo “el Negro” Centurión y “El Colorado” Vázquez. Sus anécdotas fueron fuente y punto de partida de muchos de los cuentos del creador de Boogie el aceitoso. En una segunda etapa, el punto de reunión fue el bar La Sede, en la esquina de San Lorenzo y Entre Ríos, donde durante diez años se volvió a instalar la Mesa de los Galanes.

En relación con el centro cultural que lleva su nombre, en el año 2012 el Concejo Municipal de Rosario aprobó la iniciativa de denominar "Roberto Fontanarrosa" al ex centro Bernardino Rivadavia, “en homenaje al notable dibujante, humorista gráfico y narrador rosarino, cuya obra excediera largamente las fronteras locales e incluso nacionales”, según se señala desde el espacio. El 20 de julio de 2013 se realizó el nombramiento oficial con un acto multitudinario que constituyó una auténtica celebración.