Para preservar la salud

Contaminación en arroyo Ludueña: preparan un amparo judicial ante inacción estatal

 


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Ignacio Pellizzón


Resulta que el Ludueña no es un arroyo cualquiera. Se trata de un cauce fluvial que nace como red de avenamiento, de 800 kilómetros cuadrados de campos de Rosario y de localidades aledañas. Este arroyo desemboca en el río Paraná a la altura del barrio Arroyito. Es decir, es un flujo de agua que atraviesa toda la ciudad y con la que conviven a escasos metros miles de vecinos y vecinas.

La gota que rebalsó el vaso de la indignación fue lo que denunció un vecino del barrio San Eduardo que indicó que hay “caños clandestinos que provienen del shopping del Aeropuerto Internacional de Rosario (AIR)” junto con una “conexión que le hicieron en Aldea Tenis, que para decirlo claramente 'tira toda la mierda al arroyo’”.

Sin pelos en la lengua y harto de no ser escuchado, apuntó al medio Rosarioplus.com: “He hablado con concejales, funcionarios de medioambiente y nunca pasa nada. Municipio le echa la culpa a la Provincia, Provincia a Nación, Nación a Hidráulica y los de Hidráulica a Magoya. Lo concreto es que nadie hace nada: el agua está blanca y con olor a podrido”.

Recogiendo el guante, el concejal de Juntos por el Cambio, Carlos Cardozo, elevó un pedido de informes al municipio, pero no hubo respuesta. Volvió a reiterar la solicitud para que se proceda de manera “urgente” a la implementación de las medidas necesarias para la limpieza del curso del arroyo Ludueña y se instalen en los barrios linderos a la barranca del mismo, los dispositivos para evitar la descarga de residuos desde espacios públicos costeros al arroyo.

Difícil resulta imaginarse el arroyo diáfano y limpio, donde los vecinos y vecinas de la zona puedan bañarse para sofocar el calor agobiante del verano o para que las niñas y niños puedan jugar en el agua sin temor a infectarse con alguna bacteria. Pero hubo un tiempo en que el Ludueña “era así”, recordó el mismo vecino del barrio San Eduardo.

Tras esperar alguna respuesta del Estado local, Cardozo contó a Mirador Provincial que no obtienen respuesta alguna y en tiempo por parte del gobierno de Santa Fe, presentarán un amparo judicial –que están elaborando- basado en la ley 10.000, para salvaguardar la salud de los miles de rosarinos que viven cerca de las márgenes del arroyo”.

En base a los relevamientos realizados, según el concejal, las zonas más afectadas por la contaminación del Ludueña son: las calles Juan B Justo, José Ingenieros y Génova , por la falta de contendedores y volquetes adecuados para el servicio de residuos de varios barrios como Stella Maris y La Bombacha, también la parte del arroyo que está ubicada entre el Bosque de los Constituyentes y el Autódromo Municipal.

Para Cardozo “es fundamental que se inspeccione el vertido de efluentes cloacales industriales y de todo tipo en el curso del arroyo, desde la salida de la presa retardadora de crecientes ubicada en la Funes hasta la entrada de los aliviadores que se encuentran en el barrio Empalme Graneros”.

Aunque estimó que “sin dudas se han logrado mejoras en el sector, aún no se logró́ llevar a cabo una limpieza a consciencia, ni una campaña por parte de las autoridades municipales como provinciales de concientización para la eliminación de todo tipo de basura”.

La comunidad que vive en los alrededores del arroyo tienen historia de lucha. Por ejemplo, lograron que el Estado realice las obras necesarias para que no se produzcan más desbordes desde el año 1986, por la construcción de la Presa Retardadora de Crecientes en el año 1995 y los aliviadores (el segundo también en ese año y el tercero recientemente). Es por eso que pelean para la conservación y el mantenimiento, tanto aguas arriba como aguas abajo de los aliviadores, del arroyo Ludueña, por una cuestión de salubridad y medio ambiente general.



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