Quieren ajustar tarifa

Polémica en el Concejo de Rosario: por la inflación se abre un nuevo frente de conflicto entre el oficialismo y los taxistas

 


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Ignacio Pellizzón


El efecto de una inflación sin control está impactando de lleno en múltiples servicios, entre ellos el de taxis. Con un desfasaje de la tarifa que alcanza un 124%, según el último estudio de costos oficial, el rubro decidió ir a buscar un ajuste tarifario para este año de un 70%, algo que generó malestar entre referentes del oficialismo, principalmente, en la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, quien opinó en contra y dijo que primero deben “mejorar el servicio”.

Los taxistas piden un aumento de un 40% para abril y de un 30% más en septiembre. Ellos argumentan que por la inflación hay decenas de gastos que se “dispararon” y que no les alcanza para cubrir gastos básicos como, por ejemplo, “cambio de ruedas”, señaló a Mirador Provincial el referente de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), Marcelo Díaz.

La realidad del sector se ve evidenciada en el último estudio de costos que realizó el Ente de la Movilidad de la Municipalidad de Rosario que arrojó un desfasaje actual del 60%. Ante este escenario, de inflación creciente, el sector pretende un ajuste “acorde” a lo que “aumentó todo” para poder sostener el servicio.

El malestar por parte del Ejecutivo, que se hace público a través de Schmuck, -aliada del intendente, Pablo Javkin-, tiene anclaje en el cruce que hubo a fin de año, cuando los taxistas presionaban por un aumento de la tarifa del 30% mientras en la calle había una notable ausencia de móviles, que se sintió muy fuerte, sobre todo, en el período de las fiestas.

Por eso, al enterarse del reclamo, la presidenta del Concejo declaró públicamente que el sector “no cumplió totalmente los compromisos asumidos”, cuando se aprobó el último aumento en diciembre. En esa oportunidad, “logramos aprobar por unanimidad el incremento, pero con un compromiso muy fuerte del sector taxista de poner todas las unidades en las calles y cumplir con las 16 horas que indica la normativa”.

Aquella disputa dejó un saldo de 200 chapas en caución y 200 caducadas por incumplimiento del servicio, acorde a lo que estipula la normativa por la que deben regirse los taxis de la ciudad de Rosario, al ser un servicio público-privado.

El conflicto motivó que el propio municipio impulsara una licitación para incorporar 500 chapas de taxis nuevas, de las cuales la mitad serán para mujeres. La intención es aumentar la oferta de unidades en las calles y darle un mensaje al sector por el incumplimiento del servicio.

Tres meses después del incremento en la tarifa, los dueños de los coches vuelven a la carga por un nuevo ajuste de cara a lo que será el 2022, que ya, según economistas, será un año con una inflación cercana al 60%, superando a los pocos más de 50 puntos que cerró el 2021.

El referente de Catiltar ejemplifica que para renovar un coche el precio aumentó “un 200%”, algo que sucedió de forma similar con “las cubiertas, los seguros y las cuotas de los planes de ahorro”. “Se hace muy difícil tener un chofer sin un ajuste como el que pedimos”, añadió.

Aunque Schmuck admitió que hay “una mejora” en la cantidad de unidades que circulan por la calle, destaca que “no lo hacen la cantidad de horas indicadas”. Este último comentario estuvo relacionado a las 16 horas que los taxis deben permanecer circulando, al tratarse de un servicio brindado por el Estado a través de terceros.

El conflicto de los taxistas no solamente sucede en Rosario, sino también en la localidad de Villa María, por ejemplo. Desde este lunes a las 0 horas hasta las 0 del martes, las empresas de taxis y remises realizan un paro total luego de no llegar a un acuerdo con el Municipio por el incremento de la tarifa.

Hace un par de días, ya se habían manifestado con un paro de dos horas y realizaron una caravana frente al Concejo Deliberante. Esta vez, el cese de actividades durará 24 horas; no se atenderá el teléfono ni se responderán mensajes. El aumento en la tarifa pedido por las empresas es del 45%.

Marcelo Díaz entiende que esto sucede porque la tarifa del sector es “política” y no “técnica”, por ende, el taxi es “un servicio público para las obligaciones y no para los derechos”, porque “no tenemos ningún subsidio”.

Los referentes de la actividad irán próximamente al Concejo para reclamar por el ajuste del reloj. El conflicto, que año tras años sucede, vuelve a apoderarse de la agenda de la ciudad.

Los problemas para moverse en Rosario no están sujetos solamente al servicio de taxis, sino también al transporte urbano de pasajeros, que viene acumulando quejas de los usuarios por tener una mala frecuencia y pocos coches circulando.



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