Con sabor a poco

Unión empató con Banfield en el debut

Fue más que el "Taladro", hizo el gasto del partido y terminó con un jugador de más en el final, pero repitió el viejo vicio de no ser contundente. Mereció ganar. Pero los goles no se merecen, se hacen. Tan viejo como el fútbol mismo. Roldán fue figura.


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(Enviado especial a Buenos Aires)


Cuando se empata de visitante, siempre queda la sensación de punto que se cotiza. No creo que sea este el caso. Unión lo pudo ganar. Hizo el gasto, jugó mejor que Banfield pero tuvo un vicio repetido: el de no ser preciso y contundente para la definición.

Unión puede cambiar desde lo táctico, pero está claro que Munúa no renuncia a su idea estratégica madre: la de mandar el equipo al frente. Con intensidad, a veces con apuro, sin agresividad adentro del área, aunque tampoco le faltó profundidad. Unión atacó más que Banfield, sobre todo a partir de los 15 minutos, que fue el tiempo que le llevó a los tres del medio (Cañete por derecha, Roldán por el medio y Luna Diale por izquierda), hacerse de la pelota y manejarla más que Banfield.

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No prosperó la idea de Sanguinetti de retrasar a Braian Alemán para que, arrancando desde la posición de volante central, se haga de la pelota y se convierta en abastecedor del juego. Le “copó la parada” Unión a partir del cuarto de hora. Y sin ser un dominador absoluto, logró inclinar el juego hacia el arco de Cambeses, con algunas aproximaciones a las que le faltaron más claridad o precisión en la definición.

Fue creciendo el trabajo de Roldán y Cañete, sobre todo, aunque lo de Cañete se frustró a los 40 minutos del primer tiempo, cuando debió salir reemplazado por una lesión en una de sus rodillas, dejando su lugar a un volante de neto corte ofensivo, como Kevin Zenón.

Esa impresión que había dejado el primer tiempo, no se modificó en el segundo. ¿Cuál fue la sensación?, que Unión, con “punch”, se podía llevar todo. Porque futbolísticamente era más, ante un rival con pocas ideas y sin peso ofensivo.

Al influjo de Roldán –el mejor del partido-, Unión siguió manejando y controlando el partido, salvo esporádicos pasajes en el segundo tiempo. Hubo cambios de nombres y también corrección de posiciones. Entraron Aued y Vecino por Juárez y un Marabel voluntarioso pero poco eficaz en todos los aspectos (contó con una situación muy clara de gol en el arranque del segundo tiempo, rematando en forma desviada dentro adentro del área chica), pero también se cambió de posición a Machuca, que ahora fue por el sector izquierdo y, posteriormente, también pasó Zenón a jugar por ese sector.

Sanguinetti debió apelar a cambios en el medio, sobre todo cuando empezó a ver que por afuera se le podía complicar el partido. Por eso sacó a los dos volantes de los costados (Bertolo y Urzi, que tuvo un buen primer tiempo) y puso a Rodríguez y a Piedrahita con el objetivo de corregir cuestiones de juego, algo que no logró.

Unión necesitaba concretar lo que prometía. Y no lo consiguió. Luna Diale también cambió de posición y pasó de ocupar un lugar por izquierda (siempre interno) a ubicarse por derecha. Y él también tuvo una buena chance con una media vuelta que motivó una espectacular intervención de Cambeses, no tan buena como la atajada previa de Mele, en una jugada que terminó con Cabrera tirándose tratando de que el árbitro “compre” y marque el penal, cosa que no ocurrió con Trucco, que terminó echándolo a cinco minutos del final.

Unión jugó los últimos 12 minutos (contabilizando los 7 de descuento), con uno más. Banfield ya no quería más y no atacaba (en realidad lo hizo poco y Unión respondió bien en defensa). Y Unión cerró una noche de poca contundencia con un pelotazo largo de Vecino para el pique Domina, que terminó con el remate incómodo del juvenil (17 años y debutante) por encima del travesaño.

Fue el cierre de un partido en el que el resultado le terminó quedando más chico a Unión que a Banfield. Unión hizo el gasto, lo podría haber ganado y su pecado fue el de no haber tenido el “punch” necesario para convertir. Un vicio repetido, que ya fue marcado como una falla el año pasado y que en este retorno al fútbol competitivo volvió a mostrarse.

 


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