Concordia

Estudiantes crearon un satélite y lo mostrarán en una competencia nacional

Alumnos de dos escuelas secundarias de Concordia se unieron para dar vida a un dispositivo satelital. Fueron seleccionados para mostrarlo entre trabajos de toda la Argentina.


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Cansat es una iniciativa internacional, impulsada por varias agencias espaciales del mundo, entre ellas, la NASA (EE.UU.) y la ESA (Europa), que propone a estudiantes construir una carga útil, cuyo tamaño no supere al de una lata de gaseosa, y lanzarla en un cohete hasta una altitud aproximada de un kilómetro. De allí, el término CAN (lata) y SAT (satélite), por sus siglas en inglés.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales diseñaron la Convocatoria Cansat Argentina y este año seleccionaron 30 equipos entre trabajos de todo el país para construir sus satélites.

Entre los proyectos elegidos se encuentra el que llevan adelante los estudiantes secundarios de las instituciones educativas “San Roque González de Santa Cruz” y “Renacer”, de Concordia. Las dos escuelas concordienses son las únicas representantes de la provincia de Entre Ríos en la iniciativa que propone a estudiantes de colegios secundarios cumplir con un desafío que abarca distintas asignaturas.

En esta próxima etapa, los equipos deberán ir entregando pruebas de avance para dar cuenta del desarrollo de sus cargas útiles. Luego tendrán una validación mediante la que los jurados seleccionarán los finalistas de la convocatoria que alcanzarán la etapa 5 que es la campaña de lanzamiento, donde los equipos seleccionados viajarán a la provincia de Córdoba, visitarán las instalaciones del Centro Espacial Teófilo Tabanera y presenciarán el despegue de su prototipo.


INTEGRACIÓN Y ESFUERZO


Aunque usualmente se forman grupos con representantes de una sola institución, en el caso de Concordia el equipo de trabajo está integrado por tres alumnos de la escuela Renacer: Benjamín Kreiser (con el rol de experimentos científicos y difusión), Giuseppe Smitarello (rol de programador), David Chury (electrónica) y tres alumnos de la escuela San Roque González de Santa Cruz: Magalí Ferreyra (integración y validación), Luciano Madinier (encargado de sistema mecánico y la estructura) y Alcides Hermosid (encargado de sistema de recuperación).

Los concordienses presentaron el proyecto de su satélite con el nombre de ConcorSat y ahora el grupo recibirá un kit para la construcción, seguimiento y validación de su trabajo.

Ignacio Garabuau es profesor de Tecnología y Química, y es uno de los docentes que guía a los alumnos. Da clases en las dos escuelas y fue el nexo entre quienes forman parte del proyecto. “Si bien no es habitual que se desarrollen proyectos en conjunto entre las instituciones, salió así porque de una escuela teníamos un par que querían y del otro lado también y no quisimos dejarlos afuera”, contó en diálogo con Mirador Entre Ríos. Acerca de la idea, indicó: “Me enteré de Cansat, el proyecto de mini satélite tamaño lata, por un profesor de la facultad, Mario Chury, quien me invitó a participar con las escuelas secundarias. Él me comentó a grandes rasgos cómo era el proyecto, el año pasado empezamos a trabajar y ahora fuimos seleccionados para empezar a armarlo y competir a nivel nacional”.

“Trabajo en las dos instituciones así que hice de nexo y esto se dio así porque encontré interesados en ambas escuelas. No es un proyecto sencillo y debíamos contar con alumnos que realmente se comprometieran, ya que lleva mucho tiempo, empezamos en abril y terminamos en septiembre, con todo lo que eso conlleva. Afortunadamente necesitábamos cinco participantes y logramos seis”, aseguró el docente. También describió la emoción posterior al conocer que habían accedido a la anteúltima etapa y la ansiedad por comenzar a armar el satélite. “Lo que sigue es hacer lo que se escribió en el proyecto, se empieza diseñando el paracaídas del satélite, se arma la estructura, se programa la misión primaria de medir temperatura, presión y altitud y se realiza un video para validar esas construcciones y seguir avanzando en la misión secundaria que es medir la frecuencia sonoras del ambiente. Las expectativas están enfocadas en lanzar el satélite en Córdoba y poder probar nuestra misión”, finalizó.

Darío Saleme es profesor de Química e Introducción a la Investigación y también acompaña a los estudiantes de la escuela San Roque González. En diálogo con Mirador Entre Ríos, contó: “El proyecto es integral. Hacemos toda una investigación y en nuestro caso lo vinculamos con el ambiente, vamos investigando la parte física de las ondas sonoras y generamos a partir de ahí el satélite. Es un proyecto de aprendizaje que vincula a casi todas las materias, ya que debemos escribir, conocer sobre la Física para saber cómo será la caída del dispositivo, Matemática, Química, Comunicación. Eso es lo interesante de este proyecto”.


LOS PROTAGONISTAS


Magalí Ferreyra está en el último año de secundaria, se encarga de integración y validación del proyecto. “Debo controlar que mis compañeros cumplan a tiempo con sus deberes. Sigo el cronograma de actividades de cada uno. Decidí sumarme porque participé de un intento el año anterior, y aunque no lo llevamos a cabo aprendí y cuando me convocaron de nuevo no lo dudé”, contó a Mirador Entre Ríos.

Por su parte Alcides Hermosid, que construye el paracaídas para el sistema de recuperación del satélite, indicó: “Sirve para que aterrice bien el dispositivo para que caiga a la velocidad justa, despacio pero que no sea llevado por el viento. Es fundamental”.

Luciano Madinier se encarga de diseño y construcción. “Yo me hice cargo del diseño e impresión en 3D y la distribución de lo que lleva en el interior. Es un satélite chico, tiene diferentes pisos como si fuera una litera. Es una sonda que va a recolectar información. Toma algunos datos como presión del aire y humedad y como misión secundaria medirá la contaminación auditiva para saber si le afecta a la vida silvestre o no. Para eso nos fijamos en lo que ocurre en el parque San Carlos, que durante la pandemia no tenía circulación de vehículos y notaron que había menos problemas, así que eso haremos también con nuestro dispositivo”.

Por su parte, Benjamín Kreiser es el encargado de difusión. “Manejo la fotografía y redes sociales. Me encargo de ir haciendo publicaciones para tener comunicación con la sociedad”, explicó.

Vladimir Chury es el responsable de las conexiones y la electrónica y trabaja junto con Giuseppe Smitarello. “Yo veo cómo poner los sensores y cómo armar esa parte fundamental del dispositivo y trabajo junto con Giuseppe, que se encarga de la parte de programación y lo está aprendiendo, pero fundamentalmente manejamos de manera automática el satélite. Está todo programado y lo vamos moviendo a través de una computadora a la que llegan los datos que tomaremos para hacer lo que buscamos, que es recibir información y poder sacar conclusiones sobre la contaminación sonora”.


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