Canotaje

Remar contra la pandemia y tratar de no perder el año

La suspensión de actividades por la cuarentena obligó a la Federación Entrerriana de Canotaje a parar. Aunque elaboraron un protocolo para poder entrenar y esperan una respuesta, este 2020 no será el año que esperaron. Confían en los últimos meses, para no darlo como perdido.


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Belén Fedullo

La pandemia puso en jaque al mundo, y todas las actividades se vieron afectadas. En algunas zonas, en las que hasta el momento no hay transmisión comunitaria, algunas profesiones pudieron volver a la rutina, aunque con protocolos de actuación que exigen nuevos comportamientos. Los deportes deben esperar, y parecen estar en uno de los últimos escalones, pero eso no impide que desde las distintas disciplinas piensen cómo contrarrestar el momento.

La Federación Entrerriana de Canotaje se sumó a un grupo que a nivel nacional pide volver. De manera escalonada y con pautas establecidas para el cuidado de la salud, piden poder entrenar en el agua.

Hugo Cabrera, presidente de la Federación Entrerriana dialogó con Mirador Entre Ríos y dio detalles sobre el modo en que el deporte acuático se ve alterado. “Lo que está pasando nos afecta como a todos los deportes. Hemos perdido todo un calendario que teníamos preparado, al finalizar el año anterior ya estábamos armando el cronograma y sabíamos que tendríamos al menos dos competencias por mes, pero eso se perdió”, indicó.

“Tampoco podemos entrenar. Tratamos de entender los lineamientos de Nación, pero marcamos etapas y proponiendo modos de entrenar. Elevamos ese pedido al ministerio de Salud y Deportes y estamos esperando respuesta”, aseguró.

La idea para volver

Sobre la propuesta que hicieron a nivel nacional, explicó: “Al protocolo lo dividimos en 3 grupos. El primer grupo que se propone es el de entrenamiento para Selección Argentina, que tenemos varios palistas en Entre Ríos que representan al país. Creemos que es posible aplicarlo porque el canotaje es un deporte individual que implicaría un entrenamiento en botes individuales, cada uno con sus elementos y resguardándose. Además, al ser todos atletas de selección en este primer tramo que proponemos, disminuye la cantidad de personas que van a entrenar, serían de 3 a 5 por institución que se tienen que mover, así que con todas las medidas de distancia e higiene para cuidar la salud de nuestros deportistas creemos que podría llegar a aplicarse, aunque entendemos la realidad que estamos atravesando”.

Prácticas y futuro

Aunque no puedan ir con sus grupos de entrenamiento, los deportistas deben mantener una rutina y siguen entrenando desde sus casas, para poder salir de nuevo al agua cuando las condiciones lo permitan. Sobre este punto, Cabrera contó: “La mayoría de los chicos, sobre todo los de selección, están entrenando con los kayak ergómetros. En la provincia mínimamente tenemos uno por institución. Los adquirimos porque las crecientes obligan a parar con la actividad, así que en un momento en que los chicos no podían ir al río compramos esos elementos. Esto les permite a los deportistas no perder el ritmo, además complementan con rutinas de carga y autocarga y algunos tienen pesas o mini gimnasios en sus casas”.

“Nunca estuvimos tanto tiempo sin poder entrenar, competir o vernos. Cuando vienen las crecientes nos impiden competir, pero buscamos los espacios para poder entrenar. En Concordia solemos ir al Lago de Salto Grande, en donde nos prestan el Yatch Club para que al menos dos o tres veces a la semana podamos seguir entrenando, se mantienen los grupos de las distintas escuelas, siguen pensando en las competencias y pueden mantenerse en contacto con el agua. No hemos vivido algo así, pero ahora nos toca adaptarnos”, comentó el concordiense.

Acerca de los plazos para una posible respuesta al protocolo propuesto y lo que podría pasar a futuro, Cabrera expresó: “Tuve una comunicación con el secretario de deportes de la provincia cuando envié el protocolo a Nación y le comenté cuál era la idea, pero me contó que todavía falta transcurrir los meses que cuando estudiaron la pandemia se veían como período crítico, no hay muchas posibilidades de volver a la brevedad como queremos, así que este año está prácticamente perdido. Si pudiéramos llegar a reactivar, con suerte sería a fines de agosto o septiembre, nos quedarían 3 meses que, a lo sumo, nos servirían para hacer un mini campeonato comprimido como para no sentir que se nos pasó el año sin hacer nada”.

El río bajo

La bajante del río es pronunciada tanto en la costa del Paraná como en la del Uruguay, sobre ese fenómeno, el concordiense concluyó: “No nos afecta. Es más complicado cuando crece porque está peligroso y cuesta conseguir lugares seguros de navegación, pero ahora con el río bajo podríamos hacer actividad, claro que siempre con el cuidado de no romper las embarcaciones en zonas en las que pudiera haber alguna raíz, tronco o piedras que no conocemos porque nunca estuvo así, pero no nos genera mayores problemas ni afecta encontrar lugares para navegar”.

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