Rosario Central vive en un bucle permanente. Desde hace varios meses, por no decir todo este 2022, parece que en Arroyito no pueden salir de su propio laberinto.

Es que el club auriazul no encuentra el rumbo perdido y el 18 de diciembre, fecha pactada para las elecciones presidenciales, queda muy lejos.

Mientras varios equipos de primera división comenzarán esta semana la pretemporada pensando en el 2023, en Central todavía están en veremos.

Es que desde el oficialismo se había decidido no tomar decisiones futbolísticas hasta después de los comicios, pero este mes y medio entre el final de campeonato y el conocer a las próximas autoridades, es un tiempo demasiado extenso como para dejar al club en “pausa”.
Así, conforme fueron pasando los días y la cosa no avanzaba, el presidente en ejercicio Ricardo Carloni, convocó a una reunión a las listas opositoras para generar un consenso de cara a la elección del nuevo DT y el armado del nuevo plantel.

Más allá de esto, el propio Carloni, afirmó que la intención de la comisión directiva era tratar de convencer a Carlos Tevez para que revea su postura de dejar la institución y, a su vez, renovarle el contrato a Germán Rivarola como DT de la reserva e interino hasta que se conozca al nuevo o “viejo” entrenador.

Así las cosas, la reunión no tuvo demasiado sentido más allá de lo que desde la institución se dio a conocer y fue notoria la ausencia de “Raza Canalla”, agrupación liderada por Gonzalo Belloso.

Dicha agrupación se manifestó por redes sociales y admitió que no participó del cónclave con la comisión directiva actual por ya contar con el entrenador que se hará cargo del equipo si son ganadores en las elecciones: “Ante la invitación mediática para participar de una mesa de consenso, respondemos mediáticamente que nuestra agrupación inició la búsqueda del entrenador desde el mismo momento que Carlos Tevez hizo pública su renuncia, hace más de 20 días”.
En otro párrafo de la publicación, “Raza Canalla” afirmó: “Podemos asegurar que ya tenemos técnico y está trabajando en el armado del plantel, junto con el cuerpo de profesionales que se desempañan en el área del fútbol profesional”.

Claramente, con este ida y vuelta sin sentido, queda en evidencia que no hay un solo Central, sino que cada uno de los candidatos quiere hacer “su” Central, olvidando la historia centenaria de una institución que hoy por hoy está a la deriva.

Más allá de los intereses y los egos propios de cada candidato, lo que está seguro es que los de Arroyito no pueden perder más tiempo en chicanas y peleas absurdas. El 2023 aparece amenazante después de un 2022 muy malo.

Sin una idea futbolística, sin un proyecto a largo plazo y con la desvalorización del plantel actual, sea el oficialismo o sea la oposición quienes se impongan, tendrán un arduo trabajo por delante para buscar encauzar el panorama.

Nombres como los de Javier Mascherano, Facundo Sava, Miguel Ángel Russo, Paulo Ferrari y el mencionado Tevez, exponen la falta de un norte definido en cuanto a la política y cultura deportiva de Central.

Poco tienen que ver entre ellos desde los estilos de conducción y, sobre todo, poco tienen que ver en cuanto a lo que necesita hoy Central.

Dentro de ese panorama, quizás por historia y experiencia, el que mejor cuadra es Russo, candidato de “Raza Canalla”, aunque esta vez no estaría en el banco de suplentes sino como encargado del fútbol auriazul.

De todas maneras, hasta que no se consumen las elecciones y los vencedores tomen el poder, no se sabrá a ciencia exacta el proyecto deportivo, ya que no sería la primera vez que en campaña se declara y promete una cosa y llegado el momento de la acción no se cumple con lo pactado.

Central está perdido. Los que están adentro buscan consenso, pero se cortan solos. Los que están afuera creen tener la “receta” del éxito, pero ese éxito lo ven como algo individual y no algo institucional. Ambos sectores se olvidan que no existiría un presidente sino existiera un club al cual presidir, en este caso, una institución como la de Arroyito que necesita reencontrarse con su historia, con su gente y con lo que alguna vez supo ser.