Lucía Torres
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En este caso la vivienda será para la abuela de Gonzalo, "ella no tenía dinero para una casa común así que le propuse esta idea y le encantó", mencionó en una entrevista con Mirador Entre Ríos, Gonzalo Stivanello, quien junto a Pablo (con el mismo apellido pero sin vínculo familiar cercano) construyen con elementos reciclados una casa en Chajarí.

La vivienda se construye con materiales que se pueden conseguir en su mayoría sin comprarlos, "los palos muchos fueron regalados, las botellas fuimos recolectando en boliches y bares, principalmente, y el barro usamos el mismo del lugar. Sí hay que comprar el nylon para el techo y otras cosas, pero es lo mínimo", comentó.

Además, los constructores resaltaron el valor patrimonial de estas construcciones: "La casa la levantamos nosotros porque es algo que cualquiera, con ganas y un poco de conocimiento lo puede hacer, entonces a ella (por su abuela) le trae recuerdos de cuando su padre en el campo también levantó así su casa, con sus propias manos".

Materiales recuperados

Entre los materiales que tiene la casa se pueden ver bolsas de papa, rellenas con piedra lavada, que van a cumplir la función de cimientos para sostener la estructura. "Eso no se ve va cubierto, y cumple la función de protección contra la humedad y sirve de patas para la casa", contó Stivanello. De la misma manera, el piso está cubierto por más de 400 botellas colocadas boca abajo, "que también van luego cubiertas y sirve para levantar el terreno, y como aislante de humedad". Además, los constructores usan madera, en palos y tablas, alambres, clavos y lonas.

Esta casa tendrá techo verde, por eso se le coloca cartón, aislante térmico, nylon, cenefas para armar el cajón y poner la tierra para el pasto. En cuanto a la forma circular de la casa, que es similar a otras que aparecen en documentales de este tipo de construcción, explicaron que "primero es una cuestión de gustos, pero también es cierto que al no tener esquinas, deja circular la energía y la corriente de aire de manera más fluida, pero también genera más resistencia a la construcción", coincidieron.

Serán varias las técnicas de construcción que se implementarán en la casa en cuestión, "según el lugar y lo que pretendemos", detallaron. En el sótano usarán ladrillos, también hechos con barro, "esos los hicimos nosotros, y buscamos que tenga más resistencia, porque arriba tiene toda la casa". Para las paredes usarán la técnica de "quincha", que es "palos diagonales entre columna y columna relleno con pasto sucio, y revocado con revoque grueso y fino de barro, además al tener galería toda la vuelta, es lo que consideramos apropiado".

Formación

Los entrevistados contaron que para llegar a levantar una casa previamente se prepararon y estudiaron distintas técnicas: "Hice cursos con gente de Córdoba, en Concordia, con Jorge Belanko, que es un referente latinoamericano de la construcción natural, también con José Percara, y con experiencia propia de varios años de experimentar", contó Gonzalo.

En tanto, en abril, los días 2, 3, 4 y 5 los Stivanello desarrollarán el taller "Minga" de bio construcción. Será con un cupo de 20 personas, "para que todos puedan trabajar y experimentar cada técnica". Además, tendrá una parte teórica sobre los pasos que ya se realizaron.

Para los interesados en inscribirse, pueden hacerlo por un monto de 1.800 pesos, "esto incluye el lugar donde dormir, comidas y el taller", informaron los organizadores. Durante el curso se mostrará cómo se hace una casa desde cero, también los techos vivos, métodos para analizar la tierra, "porque no es igual en todos lados, la mezcla de arenas, arcilla, hay que conocerla y para esto implementaremos varios métodos", analizó Pablo.

La ordenanza que prohibía este tipo de construcciones con paredes de barro fue derogada en Chajarí hace poco más de un año

Beneficios

Pablo Stivanello resaltó que en los momentos de crisis que se vivien en el país está bueno que se pueda mirar hacia otra dirección y buscar alternativas. "Son casas más económicas, más funcionales, las pueden hacer cada uno, son térmicas, ideales para los alérgicos, porque no tienen humedad, frescas en verano y cálidas en invierno, es hora de que nos demos cuenta que el cemento no es la única opción".

Permisos y expedientes

Esta construcción es la primera que se habilita en Chajarí con estos métodos alternativos. "Se fijan en cómo hacemos las uniones, con los palos, que no sea ignífuga, las separaciones, entre otras cosas, pero no mucho más". Vale señalar que la ordenanza que prohibía este tipo de construcciones con paredes de barro fue derogada en Chajarí hace poco más de un año, lo que permitió la construcción dentro del ejido urbano. En su momento, durante la década del 70, se las había prohibido como una manera de erradicar los "ranchos" del pueblo.