Lucía Torres
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Melisa Coulleri es la presidenta de la Fundación Proyectar Oportunidades y en diálogo con Mirador Entre Ríos hizo referencia al proyecto para que personas con discapacidad fabriquen y vendan barbijos quirúrgicos en Chajarí.

“Nosotros ya habíamos adquirido la máquina selladora para otro taller, pero pensamos en qué más hacer, y surgió la idea de los barbijos, por eso el pedido a la Municipalidad es para comprar la materia prima, tres rollos de 4 mil metros cada uno de una tela especial y con todos los requerimientos para hacer los barbijos quirúrgicos. Afortunadamente en el municipio tuvimos respuesta positiva”, destacó Coulleri.

La Fundación

Fundación Proyectar Oportunidades tiene su personería jurídica desde finales del 2019. “Desde hace unos cuantos años venimos trabajando en talleres para personas con discapacidad mayores de 18 años, siempre abocado a una cuestión productiva-laboral, con trabajos tercerizados”, indicó su presidenta.

Los talleres se manejan con un grupo de profesionales y personas que trabajan a la par y que son fundamentales para el desarrollo del taller. “En total somos unas ocho personas, entre psicólogos, profesoras de educación especial, psicóloga social, entre otros”.

La Fundación está conformada por tres integrantes entre presidente, vicepresidente y secretario, “pero los talleres se llevan a cabo mediante un equipo de ocho profesionales. No hacemos terapias individuales, los talleres semanales son a cargo de un equipo”, afirmó su Presidenta.

Taller de barbijos

Este taller está destinado a jóvenes y adultos con discapacidad, mayores de 18 años. En este caso Coulleri aclaró que “si bien no se establece una discapacidad, en este caso, al requerirse motricidad muy fina, estarán al frente integrantes que sean seleccionados por las profesionales, por una cuestión de seguridad, no más de seis u ocho, siempre a cargo de talleristas”.

En cuanto a la funcionalidad de este taller, explicó que del monto que se obtenga por las ventas de los mismos, “el 50 por ciento será para la Municipalidad, porque así fue el convenio, y del otro 50 por ciento es para talleristas y para los integrantes para que tengan su rédito”.

Recordemos que para la confección del barbijo según las normas establecidas, el municipio entrega la materia prima. “Con los 80 mil pesos se compra tres rollos de tela, para el barbijo quirúrgico, que son tres telas juntas, selladas hay que manipular esa tela, son tres rollos de cuatro mil rollos cada uno, estimamos fabricar unos 20 mil barbijos. El elástico va aparte, además del alambre forrado que lleva en la zona de la nariz, y el empaquetado, la idea es hacer bolsas de cinco o diez unidades, ya que al ser venta masiva no tiene sentido hacerlo por menos”, explicó.

Otros talleres

En la Fundación trabajan con otros talleres, “el envasado de tutucas, la decoración de cajas de pizzas, se embolsan caramelos, está también la propuesta del eco vuelto, para comerciantes, que es un sobre de te dentro de una bolsa de papel, para que se utilizado como vuelto, y el envasado de hiervas naturales, además este año incorporamos la decoración de bolsas de papel para comerciantes”, dijo la referente.

En cuanto a los inicios del taller y la búsqueda de satisfacer una necesidad en la sociedad reconoció que, si bien actualmente hay otros espacios, “nosotras arrancamos hace más de cinco años, y no había en ese momento opciones para los adultos con discapacidad, terminaban la escolaridad y las terapias generalmente ya habían sido dados de alta, y no había otras alternativas, ahí apareció entonces la capacitación laboral”.

En esta línea explicó que se trata de personas que pueden realizar estos trabajos, por eso la importancia de que se les dé su lugar. “Nuestra idea era que se inserten en unas empresas, pero la realidad es que es muy complejo, para la familia, para la empresa, porque ellos tienen que estar con un profesional al lado, para Chajarí todavía no es fácil, por eso creemos que lo más acertado es el trabajo tercerizado, y así estamos haciendo con muchas empresas y locales, y se trabaja muy bien, en un ambiente seguro, con trabajo fundamentalmente mecanizado, ellos saben qué trabajo tienen que hacer, y confían en que su compañero hará lo anterior o posterior, eso es fundamental”, señaló Melisa.