Hernán Alvarez
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El aislamiento social impuesto en Argentina golpea a casi todos. Choferes de ómnibus, empleados y empleadores de restaurantes, bares, salones de fiesta. La lista continúa. E incluye a dueños de gimnasios deportivos. Este segmento de la economía salió a manifestarse en la mañana del miércoles frente al Monumento Nacional a la Bandera, en Rosario, para buscar soluciones a una realidad acuciante por la falta de ingresos en estos más de dos meses sin actividad en su rubro.

Santiago Barbuscia, dueño del gimnasio Malvinas Argentinas de bulevar Seguí al 2.400, fue una de las personas que estuvo en la protesta. El grupo le entregó un petitorio al propio intendente Pablo Javkin. "Hace 70 días que estamos sin poder trabajar. Uno tiene que mantener los alquileres, sueldos e impuestos. Fuimos los primeros que tuvimos que cerrar y somos los últimos para una posible reapertura de nuestras fuentes laborales", dijo Barbuscia a Mirador Provincial.

Estos establecimientos no tienen fecha establecida hasta el momento para reabrir sus puertas. "Por lo que se manifestó en la reunión, lo único que tenemos es que el intendente tiene buena predisposición, pero que depende de elevar una nota a la Provincia en la cual el gobernador todavía no tomó cartas en el asunto", dijo el propietario de Malvinas Argentinas.

"Todo va un poco lento y nosotros hace 70 días que estamos pagando impuestos, alquileres y sin poder trabajar. Nos vemos dejados de lado. Hay rubros que abrieron que no son de importancia como seríamos nosotros", argumentó.

"(Un gimnasio) es fundamental para la salud de la gente. Va a estar afectada mucha gente en el tema salud. Muchos van a salir perjudicados de este encierro largo que tuvieron", agregó. El propietario de un centro para ejercicios físicos aseguró que serán cautos en el tema salud. "Uno sabe cuáles son los requisitos. Es adecuarnos a lo que después de esta pandemia uno va a tener que empezar a convivir", dijo Santiago Barbuscia.

No se cobra la cuota
En su gimnasio, no se le cobra la cuota a los clientes en el período en que permanece cerrado. "Yo no acepté ni que paguen ni cobrar rutinas a través de redes sociales. Nosotros el día que tuvimos que bajar las persianas de nuestro local nos hicimos cargo de nuestros deberes. Subimos una rutina básica a través de nuestras redes sin costo para que el que la quiera, la pueda hacer tranquilo en su casa", aseguró el propietario. "Sabemos el momento que estamos pasando. Como la estamos pasando nosotros en el tema económico, hay mucha gente que también la está pasando mal", afirmó.

Tras la reunión en la intendencia, a estos pequeños empresarios les queda aguardar que el pedido llegue a las manos de Omar Perotti. "Después estamos en manos del gobernador en qué podemos llegar a hacer", concluyó Barbuscia.