Hernán Alvarez
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Miércoles 6 de enero. 5 de la tarde. La cantidad de gente que podría esperarse para las 5 de la mañana de un día normal es la que ocupa la terminal de ómnibus Mariano Moreno en Rosario a esa hora. En las dársenas, sólo cuatro buses se encuentran estacionados para trasladar gente a otras localidades. Hay un quinto, tipo colectivo, cerrado y sin ninguna indicación de que vaya a salir próximamente.

La pandemia del coronavirus golpeó al transporte de larga distancia desde que se inició. Se esperaba un repunte en estos meses de mayor movilidad por ser de verano, pero las expectativas no se cumplen. El ascenso de casos, la cantidad de permisos y trámites a realizar y la incertidumbre de poder llegar y volver al sitio de origen son una combinación explosiva que ha atentado contra el turismo. Y en la época más febril del año, plena etapa veraniega.

Los pasajes se venden de manera contada y los pasillos de la terminal parecen mucho más espaciosos de lo que aparentan ser cuando están atiborrados de gente. Es muy poca la gente que se va en ómnibus y poca la que viene. La oficina de información turística prácticamente no tiene trabajo ya que pocas personas arriban en ómnibus a la Cuna de la Bandera.

80% de caída en las ventas
“Nosotros arrancamos a Mar del Plata recién el 3 de enero. Vamos solamente en temporada -aseguró Diego Heredia, de la empresa El Pulqui-. Es totalmente distinto a los años anteriores. La venta ha caído un 80 por ciento”.

La cantidad de pasajes es escasa por este estado de desconocimiento sobre las medidas que pueda tomar el Estado nacional en relación a la pandemia. “Hay mucha incertidumbre en qué va a pasar con el tema del coronavirus. Si se va a permitir el ingreso en la ciudad, si se van a cortar los servicios de transporte. La gente tiene mucha información y todo variado. En una localidad le piden un permiso para ingresar, en la otra localidad no se lo piden”, aseguró Heredia.

En el caso de viajar, a los pasajeros se les solicita tener la aplicación Cuidar en el teléfono celular junto con la declaración jurada de estar libre de covid-19. Además, se exige un certificado único de circulación junto al certificado llamado Verano. “Mucha gente viene para comprar de un día para el otro y no saben que el certificado hay que pedirlo 48 horas antes de viajar. A mucha gente no le da tiempo para solicitarlo”, afirmó el empleado de El Pulqui.

El servicio semicama Rosario-Mar del Plata está en 3.200 pesos. Mientras, el servicio cama cuesta 3.800 pesos. Los residentes en nuestra provincia sacan pasajes de ida y vuelta con una diferencia de una semana o 10 días como máximo. “No se extiende mucho en tiempo porque justamente tiene mucha incertidumbre en cuanto a qué va a pasar con el transporte en base a la situación del coronavirus”, dijo Heredia.