Verano en pandemia

Qué factores impulsaron el crecimiento del parque náutico en el Paraná rosarino

El río atraviesa hoy un momento de esplendor debido a la gran cantidad de embarcaciones que navegan a diario. Si bien la cuarentena empujó la demanda, hay otros motivos económicos que impulsaron el crecimiento de las ventas. En los últimos 5 años, se triplicó la cantidad de vehículos para el agua.


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Ignacio Pellizzón
redaccion@miradorprovincial.com


Enero y febrero fueron dos meses en los que se notó un fuerte aumento del parque náutico frente a las costas rosarinas. La circulación de cientos de embarcaciones en plena pandemia tiene su razón de ser en algunos factores clave que impulsaron un incremento en la venta de embarcaciones.

Los nueves meses de cuarentena durante el 2020 y el encierro obligado, produjeron un combo perfecto que generó que las personas se vuelquen de lleno al río, apenas se habilitó la libre navegación en todo el territorio santafesino. Esto mostró una fotografía plena del Paraná con miles de embarcaciones copando las aguas y las islas entrerrianas, inclusive con fiestas ilegales.

Por supuesto que el crecimiento del parque náutico vino acompañado de más accidentes en el Paraná, lo que motivó un refuerzo de seguridad por parte de Prefectura. Con aguas picadas por el alto tránsito en horarios pico, que rondan entre las 18 y las 20 horas, sobre todo los kayakistas -que en muchos casos no portan ni siquiera una linterna- se convirtieron en obstáculos prácticamente invisibles para embarcaciones más pesadas.

El mercado náutico de la ciudad, que viene creciendo a un ritmo vertiginoso, pareciera que, pese a contar con 30 mil embarcaciones ubicadas en 16 guarderías y 15 clubes náuticos, no dieran abasto. En todo ese universo, hay registradas 6.100 lanchas, 7.500 yates, y unos 15.000 kayaks, sin contar los que son guardados en domicilios particulares, en base a cifras oficiales referentes al mes de noviembre 2020.

Este auge de ventas, según confirmaron distintas fuentes a Mirador Provincial, se debe a factores clave como, por ejemplo, el hecho de que “muchas personas optaron por no irse de vacaciones e invertir en comprar alguna lancha y disfrutar del aire libre”, contó Sonia Mariani, la titular de una de las guardarías náuticas más emblemáticas de Rosario como lo es Henry Morgan.

Este tipo de embarcaciones tienen precios muy disímiles dependiendo de sus tamaños y comodidades. Actualmente, los costos oscilan entre un millones y medio de pesos -lancha chica-, pasando por una mediana de tres millones y medio de pesos, alcanzando precios más elevados acorde a su tamaño y potencia.

Si se tiene en cuenta el tipo de cambio de la moneda estadounidense acorde al blue -cotizado en 0 al momento de escribirse la nota- la lancha más pequeña tiene un costo de unos 10 mil dólares, algo que en el mercado náutico no representa un precio muy elevado.

El significativo aumento de embarcaciones en el río, la referente de la guardería, también lo detecta en un incremento en el consumo de combustible. Es que Mariani tiene una estación de servicio náutica en su establecimiento, en la que detecta que “se consume hasta un 30% más” que en años anteriores.

Este hecho coincide con otro dato importante que destaca la titular de Henry Morgan: “Nosotros tenemos la guardería al 100%, pero sí detectamos que cada vez más personas se anotan en nuestra lista de espera deseando que se habilite una cuna”, explicó.

Un factor muy importante que destaca Fernando Cando, del astillero Arena Náutica, uno de los espacios que más buscados por rosarinos y rosarinas, tiene íntima relación con la brecha cambiaria que hubo.

Desde su óptica “aumentó la venta de lanchas por la brecha que hay entre dólar oficial y blue”, señaló y agregó que se detecta este incremento “desde mayo del año pasado”. También, aseguró que este fenómeno se debió, además, a que “la gente no gastó plata en vacaciones” y tomó la decisión de quedarse en la ciudad y disfrutar del río, para lo cual invirtieron en alguna embarcación.

En la última década, Rosario fue creciendo de manera exponencial con respecto al uso del río Paraná. Año tras año se advierte un aumento de personas que navegan en kayaks, lanchas, yates, botes. De hecho, según cifras oficiales, el parque náutico local creció de 10 mil embarcaciones en 2015 a 30 mil en 2020, es decir, que se triplicó en el último lustro.

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