Cultura urbana

Piden la puesta en valor del skate park

 


Ampliar [+]
Aldana Badano 
redaccion-er@miradorprovincial.com

Ahí donde termina la costanera para adentrarse en el barrio y en el arroyo, se inauguró el 28 de junio de 2014 el skate park de Paraná. Por aquellos años, la ciudad reclamaba un espacio público de encuentro, esparcimiento y deporte. Fueron cuatro años de pedidos, marchas y notas que devinieron, por la gestión de la exintendenta Blanca Osuna, en la construcción del espacio. Fue así que la obra comenzó, pero nunca llegó a su culminación, ya que desde el Municipio no se realizó la etapa de finalización de obra. El skate park se inauguró, pero sin los detalles propios del espacio, cuestiones que ante cualquier ojo fuera de la disciplina pasarían desapercibidos, pero para los usuarios diarios del espacio son fundamentales. “Hay rampas que no tienen razón de ser, hay uniones escalonadas que representan un gran peligro para quienes se deslizan en skate por las rampas y, finalmente, hay una baranda que históricamente ha tenido problemas ya que su inclusión en el parque fue escueta y con solo tres soportes amurados al piso que devino en que se rompa”, explican los que frecuentan este parque para practicar deportes extremos sobre ruedas. Específicamente sobre la baranda que debería estar instalada en el centro del parque, comentan: “Se quiso mantener este hierro paralelo al piso para realizar deslizamientos. El problema llegó cuando la instalación comenzó a ceder ante el peso y empezó a desmembrarse. Actualmente la baranda ya no existe más, sólo quedan sus soportes tapados por dos bancos de concreto para evitar que algún usuario caiga y se lastime”, explican.

MIRADOR ENTRE RÍOS dialogó con Nahuel Agustín Mancini, skater de 25 años, nacido en Paraná, pero actualmente viviendo en Colonia Avellaneda. Es instructor de skate e integrante de la Federación Argentina de Skate (FASB).

—¿Hace cuánto haces skate?

—Patino hace 11 años. A lo largo de estos años pude viajar a distintos lugares del país yendo exclusivamente a patinar y conocer skateparks. Cuando empecé a patinar a los 14 años, la calle fue el primer lugar que frecuenté. Particularmente calle Chile, al lado de lo que ahora es el shopping La Paz, en ese momento era el mercado central. Allí conocí el deporte, porque mi familia tenía un pequeño negocio de comidas tipo resto-bar, y por lo general laburaban hasta tarde. Recuerdo que una de esas noches vi un grupo de pibes que estaban patinando en la calle, saltando una bolsa de basura y las escaleras. Lo primero que me llamó la atención fue el ruido de las ruedas y las tablas picando, que me quedo grabado… ¡qué sensación hermosa! Ese día empecé a pedir en casa con que quería una tabla de skate, que me regalaron en Navidad y empecé a andar buscando algo en internet cómo hacer trucos. Conseguimos practicar luego en el club Neuquén, después en el Parque Berduc, hasta que se inauguró el skate park, en la Costanera. En 2018 me fui a Esquel, donde di una mano en una escuelita de skate. En 2020, con la pandemia, volví a Entre Ríos, particularmente a Colonia Avellaneda. Me propuse generar aquí un espacio de desarrollo de skate y arte, que funciona en el polideportivo y que denominé “Trazos escuela de skate”. Se trata de un colectivo en el que armamos rampas de skate y además experimentamos algo de arte con dibujo aerosoles y pintando las rampas. Todos los martes, miércoles y viernes armamos una pequeña pista con rampas de madera y patinamos, y el espacio está disponible todo el día. También doy clases en el Portal Club de Arte donde funciona una rampa de skate estilo Miniramp, ahí se practica más que nada el uso de skate en transición, que es una rampa que propone un acercamiento al uso de skate parks más profesionales o desarrollados.

También estoy trabajando haciendo rampas de skate por pedidos y algunos laburos de construcción en madera para patios y jardines, en estos tiempos de pandemia hay que encontrar algunas changas, que son las que me vienen salvando.

Variantes

—¿Qué otras disciplinas se practican en el skate park?

—En Paraná y alrededores se están practicando cada vez más deportes del estilo callejero, skate con tabla y trucos combinados con diferentes disciplinas, como street, que sería como un estilo de calle con trucos de giro en la tabla y el cuerpo, también se desliza en barras, cajones y se saltan escaleras, rampas y transiciones dónde se usan skate parks como el de Paraná o la rampa de Colonia Avellaneda. También se practica longboard, sobre tablas en la calle, por lo general en las bajadas buscando velocidad, derrapes y hacer trucos arriba de la tabla con diferentes movimientos. El BMX que se practica con bicis pequeñas haciendo trucos y saltos en diferentes estilos de rampas, y quad skate que se practica con patines, también incluye saltos, giros y deslizar distintas superficies con barandas y bordes de metal.

—¿Cuáles son las características ideales que debería tener un espacio para la exploración en el skate y otras disciplinas similares?

—Creo que un espacio ideal es el que genere una contención y desarrollo social de esta cultura alternativa. Es un lugar en el que crecen personas y es hermoso ver distintas camadas de skaters. Pensando en un lugar ideal, tendría que haber profesores de educación física que vayan aunque sea una vez por semana para dar clases y concientizar sobre cómo practicar de forma sana un deporte. Debería haber baños, una escuela de skate activa y acompañada por la municipalidad, módulos y espacios para patinar contemplando que respeten una progresión así es posible aprender a usar los distintos estilos de rampas. Este espacio debería tener un mantenimiento anual, porque es esencial para la seguridad.

—¿Qué le hace falta al skate park de Paraná?

—A nuestro skate park le hace falta mantenimiento. Hace siete años se construyó y se le han realizado algunos mantenimientos muy precarios que se rompen. Queremos plantear una forma de mantenimiento y posible expansión de la pista que sirva y a eso se llega acompañando y trabajando en la obra quienes hacemos el deporte, no sirve que nos separen de lo que es el mantenimiento contratando una empresa o mandando a alguien que se dé maña pero no tenga conocimiento sobre skate parks.

Testimonios

Santiago Sánchez tiene 30 años, es paranaense y trabaja en Cartocor. Dijo a MIRADOR ENTRE RÍOS: “El skate park para mí es un lugar donde podemos practicar nuestro deporte sin molestar a nadie, compartir con amigos y despejar la cabeza”. Y coincidió en que “se debería arreglar las juntas entre pisos y rampas, aunque sea un deporte extremo, resulta peligroso. También hace falta un espacio para iniciales del deporte, ya que se complica un poco a la hora de querer aprender. Y agregar al skate park una parte para practicar wtreet sería muy bueno también”.

Leandro Rogel tiene 30 años, es músico y emprendedor. Aseguró que “el skatepark es un punto de encuentro, es como un club, es ir a entrenar a un espacio que tiene que estar preparado y en buenas condiciones para recibir a los y las deportistas. Es un lugar donde se crean lazos de amistad y compañerismo. Es un lugar muy importante porque es único nuestra ciudad. Sería hermoso que haya otras rampas y pequeños skates parks en los barrios y en otras zonas. Este espacio ya está quedando chico para la cantidad de personas que lo frecuentan. Es necesario su mantenimiento año tras año ya que se han sumado varias disciplinas”.


Continuar Leyendo...


+ Mirador Provincial