Carlos Retamal
En poco menos de cinco horas, Rosario sumó dos crímenes. El primero de ellos tuvo lugar poco antes de la medianoche del miércoles, en una vivienda ubicada en inmediaciones de pasaje Franco al 2.000. La víctima, de 47 años, recibió un disparo en el rostro y falleció en el hospital Carrasco. Mientras que el segundo asesinato tuvo lugar en una casa de Sinópolis al 500, cuando sicarios en moto pasaron y balearon a un joven de 28 años, que resultó gravemente herido y murió en el hospital Roque Sáenz Peña.
El primero de los hechos ocurrió alrededor de las 23:45, cuando al menos dos personas llegaron hasta la puerta de una vivienda ubicada en inmediaciones de pasaje Franco, entre San Jerónimo y República Dominicana, en el barrio conocido como Vieja España, en la zona norte de Rosario.
Según fuentes policiales, los homicidas tocaron a la puerta y cuando salió Natalia Andrea Longui, le efectuaron varios disparos desde muy corta distancia y se dieron a la fuga. La mujer recibió al menos un impacto en el rostro y otro en la zona baja del abdomen, y fue trasladada en un auto particular hasta el hospital Carrasco, donde ingresó en el área de guardia y falleció mientras era asistida.
En el lugar del hecho, personal del gabinete crminalístico de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) realizó un relevamiento de la escena del hecho, levantamiento de rastros y toma de testimonios a vecinos de la zona.
En una primera inspección, halló dos vainas servidas y dos plomos deformados. Además hizo un relevamiento de las cámaras de seguridad públicas y privadas existentes en la zona, que serán revisadas para ver si se observa alguna imagen que pueda ayudar a la investigación, en la cual también interviene la división homicidios de la AIC.
Muerte en el sur El otro asesinato ocurrió alrededor de las 4:30 de este jueves 6, en inmediaciones de Sinópolis y Salvá, en el barrio Molino Blanco, también conocido como Magnano, en la zona sur de Rosario.
Voceros policiales señalaron –en base a testimonios de vecinos de la zona– que, a esa hora, dos personas llegaron en una moto hasta una vivienda, se bajaron, entraron por la fuerza y balearon a un joven de 28 años, que resultó gravemente herido. Mientras los autores del ataque sicario se daban a la fuga, algunos vecinos denunciaron la balacera al 911, en tanto que familiares del joven lo subieron a un auto particular y lo llevaron hasta el hospital Roque Sáenz Peña.
Otra versión señala que los atacantes pasaron en moto y efectuaron múltiples disparos cuando la víctima estaba a punto de ingresar a su casa y que, tras esto, huyeron a toda velocidad.
El joven ingresó en la sala de guardia, con al menos tres disparos, dos en la zona del tórax y otro en el abdomen, y falleció mientras era atendido. En el lugar del ataque fueron halladas al menos cuatro vainas servidas y un plomo deformado, que fueron enviadas a peritar.
Fuentes del caso señalaron que la víctima, identificada como Pedro Daniel Coronel, era hijo de un ex empleado policial y estaba vinculado a una causa relacionada con narcotráfico en la que también estaba mencionada la banda Los Monos, y era considerado testigo protegido.
Cabe remarcar que algunos meses atrás, la vivienda donde ocurrió el crimen estuvo a punto de ser blanco de un ataque intimidatorio, que según se indicó en su momento, pudo estar relacionado con la causa en la cual Coronel había atestiguado. Una madrugada, tres personas llegaron en un auto cuando la custodia policial se había retirado del frente del domicilio y arrojaron combustible sobre la puerta de ingreso a la casa. No lograron cometer el ataque porque llegó el móvil de reemplazo y los detuvo. En poder del trío, la Policía halló varios teléfonos celulares, 50.000 pesos en efectivo y elementos para encender el combustible, dijeron en su momento fuentes policiales.
Con estos dos nuevos asesinatos, que son investigados por el fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Alejandro Ferlazzo, ya son tres los crímenes registrados en Rosario en los primeros seis días del año, lo que equivale a uno cada 36 horas.
