Noelí Rojas | redaccion@miradorprovincial.com




El caso de María Fernanda Chicco provocó una gran conmoción en Ceres y en todo el centro norte provincial, cuando fue asesinada por Karen Ñanez en febrero de 2015. La víctima tenía 18 años, se había ido a estudiar a Córdoba y volvió a su ciudad, ubicada en el noroeste de la provincia de Santa Fe, a pasar el fin de semana largo de Carnaval. Recibió un mensaje desde el celular de Rodrigo, su ex novio, y coordinaron para verse en un corralón. Los mensajes no los había escrito Rodrigo sino su nueva novia, Karen Ñañez, quien había planeado cómo asesinarla a Fernanda.

Al llegar al lugar, Ñañez -de apenas 16 años- la sorprendió con un puntazo de tijera en el cuello y le quitó la vida rodeándole el cuello con unos alambres. La familia Chicco y la ciudad de Ceres se movilizó para buscar a Fernanda hasta que encontraron el cuerpo sin vida a la vera de la ruta nacional 34, junto a su bicicleta.

Rápidamente se esclareció el crimen porque el corralón tenía cámaras de seguridad que registraron todo. Desde ese momento su familia no para de pedir justicia, mientras que Ñañez continuó en libertad.

La sentencia

Después de 7 años de espera y de un arduo trabajo de los abogados de la familia, esta semana notificaron la sentencia de los tres jueces penales de segunda instancia de la Cámara de Apelación Penal de Santa Fe, integrando el Colegio de Jueces de segunda instancia de Rafaela en relación a la apelación horizontal interpuesta por la defensa: 13 años de prisión, con la modalidad de cumplimiento efectivo, para Karen Ñañez.

El Dr. Hugo Parma, representante de la familia Chicco, habló con este medio para explicar de qué se trata esta sentencia que esperan que sea ratificada muy pronto y que, finalmente, Ñañez termine en prisión.

"En este caso puntual, el delito por el cual fue imputada Ñañez cuando lo cometió tenía 16 años de edad, por lo tanto era menor, por la legislación de fondo en Argentina los menores que cometen delitos entre 16 y 18 son relativamente punibles. En este caso se aplica por una parte del régimen penal juvenil, en relación a la legislación de fondo que es una ley nacional y con respecto al proceso el Código Procesal de Menores. Nosotros, con los padres de María Fernanda, desde un principio planteamos la inconstitucionalidad del régimen penal juvenil que es del año '83 y las inconstitucionalidades que tiene el código procesal de menores de la provincia de Santa Fe".

La defensa agotará todos los recursos que tenga a su alcance para evitar la sentencia, pero la familia confía en que recibirán la justicia que tanto esperaron. Aunque la lucha fue inmensa por ser menor Ñañez al momento de cometer el asesinato y eso genera un debate a nivel nacional sobre las leyes y protecciones de los menores de edad que cometen delitos.

"Hay un grado de irresponsabilidad de los políticos, incluyo a los legisladores nacionales y provinciales, están en deuda con la sociedad porque hoy se observa que los menores cometen delitos y el más grave que es el delito contra la vida: el homicidio".

En este caso, en 2018, el juez Penal de Sentencia, el Dr. Bottero, la declaró a la imputada autora del delito de homicidio agravado por alevosía, que si fuese adulto la sentencia es perpetua. Fue apelada por la defensa, la Cámara Penal de Rafaela la confirmó, y estando firme el fallo, la jueza de Menores de Rafaela en 2020 dictó la sentencia de 7 años de prisión de cumplimiento efectivo. Esa sentencia fue apelada por la fiscalía y por la defensa, y se constituyó el primer tribunal pluripersonal con vocales del Colegio de Jueces de la ciudad de Santa Fe y se modifica parcialmente la sentencia elevando la pena de 7 a 13 años con cumplimiento efectivo.

Se interpuso una apelación horizontal y otros tres jueces de Santa Fe dictaron el 30 de mayo la sentencia que confirma la resolución del tribunal pluripersonal anterior, es decir, condena a la imputada al cumplimiento de la pena de 13 años de prisión de cumplimiento efectivo.

"Lo que a la familia le interesaba y con lo que hemos trabajado con los fiscales de primera y segunda instancia, más allá de la gravedad del hecho cometido, de alguna manera repara el daño que la autora del hecho ha infrigido: mató a una joven de 19 años y destruyó una familia porque es un dolor insuperable la pérdida de un hijo. Resulta satisfactorio para los padres de la infortunada María Fernanda que se haya contemplado la pérdida de una vida, el dolor de la familia, la forma en que actuó la autora del hecho, esa confusión que tenía de principios y valores que llevó a matar de la forma en que lo hizo. Técnicamente nos parece impecable la pena que se aplica y la familia está conforme", detalló el Dr. Hugo Parma.