Los ciudadanos que viven, tienen familia, trabajan y estudian en ambas orillas tienen un beneficio para circular rápido entre las dos ciudades. La medida surgió por pedido de un grupo durante la pandemia.
El sábado 11 de febrero fue un día de celebración. En la calurosa tarde se llevó a cabo la entrega anual de las autorizaciones de atención preferencial en el Centro de Frontera Concordia - Salto para trabajadores y estudiantes de las dos ciudades.
Las personas que cuenten con ese permiso podrán atravesar la frontera sin sufrir las largas filas ni perder tiempo esperando. La medida fue aplicada como prueba piloto durante los últimos meses de 2022, en período post pandemia, y este año decidieron reforzarla.
En 2020, con la llegada del coronavirus, los pasos fronterizos se cerraron en todo el país. Como respuesta a esta medida se formó el “Grupo Puente”, un conjunto de familias que compartían vida entre las ciudades de Argentina y Uruguay. Ellos intentaban explicar a autoridades nacionales que entre Concordia y Salto hay una relación diferente a la de las otras ciudades de frontera. “Nosotros compartimos vida, amores, estudio y trabajo. Es como si la frontera no existiera y fuéramos una ciudad única, y eso es lo que no entienden”, decían en ese momento. Cuando abrieron las fronteras, las filas se volvieron interminables por el cruce de uruguayos que viajaban para aprovechar el cambio y hacer compras, y eso complicó la fluidez.
Aunque en algún momento estuvo en carpeta el proyecto de crear una tarjeta vecinal que permita pasar por el puente –de la misma manera en que se hace en un peaje– la idea nunca tuvo el visto bueno y el grupo de familias con vida en las dos orillas decidió hacer otra propuesta: permisos especiales. La respuesta esta vez fue positiva.
Diego Labeque Drewanz es el coordinador del Centro de Frontera Concordia- Salto. En diálogo con Mirador Entre Ríos recordó que a las autorizaciones comenzaron a entregarlas con una prueba en 2022. “Todo surgió a raíz de las reuniones que mantuvimos con el Grupo Puente de Concordia y Salto, que eran autoconvocados durante la situación de pandemia cando las fronteras estaban cerradas y planteaban poder pasar para trabajar, estudiar o tener contacto con sus familias y vínculos en Uruguay. Cuando flexibilizamos las aperturas en el centro nos reunimos y nos planteaban que necesitaban una solución para las demoras que había y hay, ya que por el beneficio en el tipo de cambio se armaban colas muy largas, a veces en ciertos horarios tenían demoras de horas y expresaron que necesitaban tener una solución con alguna medida que los contemple, sobre todo para llegar a horario a su trabajo o la universidad. Los escuchamos y nos reunimos con los distintos organismos que intervienen en el centro de frontera, hablamos, estudiamos las normativas y decidimos dar este permiso preferencial”.
Luego de analizar los casos, definieron que las personas que estudien o trabajen en la ciudad que tienen enfrente –sean concordienses en Salto o al revés– puedan solicitar esta autorización. Pero no es para todo el mundo, para obtener la certificación, que tiene vigencia por un año, deben cumplir ciertos requisitos: la persona debe conducir un vehículo, debe presentar certificado del lugar en el que trabaja o de la universidad, y documentación que acredite su ciudadanía tanto como que la actividad es constante.
“Lo que logran con esta autorización es que, si hay fila en la oficina de trámite migratorio, pueden acercarse, mostrar el permiso primero a Gendarmería y luego en migraciones, y que lo atiendan de manera más dinámica y que puedan pasar rápidamente para llegar a horario a trabajar o estudiar”, aseguró el funcionario.
Según informó Labeque, durante la prueba de aplicación en 2022 no fue significativo el número de personas que contó con el permiso especial. “Por ahora es un porcentaje mínimo, no es la mayoría, aunque hay una relación entre Concordia y Salto que no se puede negar. El año pasado tuvimos 100 solicitudes y, tras estudiar el cumplimiento de requisitos, entregamos 43 y este año quizás lleguemos a 100 permisos entregados. No es un número relevante porque tuvimos movimiento récord de personas que atravesaron la frontera: pasaron en diciembre más de 192 mil y eso marcó un récord histórico. Así que los que comparten la vida laboral, estudiantil y familiar no son tantos como los que viajan por turismo o de compras, pero no por eso dejaremos de valorarlos”, explicó.
Durante el acto de entrega de autorizaciones, Labeque y representantes de migraciones y las fuerzas que trabajan en el centro contaron detalles sobre el desarrollo del proyecto y la obra de renovación y modernización del lugar.
“Hace poco comenzaron las obras. Una empresa correntina está trabajando y hay un 7% de avance. Comenzaron por los extremos, los removieron e hicieron pavimento nuevo. Eso tiene un plazo de 18 meses y en un futuro tendremos sectorizado todo el movimiento vehicular, es decir que los camiones irán por un lado, los vehículos por el otro y los ómnibus por el otro. Cada uno tendrá su carril”, detalló Labeque Drewanz.
Cerca del lugar en el que los obreros trabajan está el Centro Sanitario de Frontera que fue montado durante la pandemia. A pesar de estar terminado, no fue inaugurado. Al ser consultado sobre ese tema, el director de frontera respondió: “El funcionamiento del centro de salud depende de un acuerdo que tiene que hacer el Ministerio de Salud de Nación con el de Provincia. Eso es ajeno a la coordinación del Centro de Frontera. La estructura está terminada, tiene su equipamiento, pero deben coordinar para que llegue personal de salud capacitado a trabajar”.
