Tras la bajante del nivel de agua

Miramar al descubierto: un fotógrafo santafesino capturó la magnífica vista

Es una población ubicada en el noreste de la provincia de Córdoba, en el departamento San Justo, sobre la costa sur de la gran laguna de Mar Chiquita. El ceresino Diego Dadone realizó un documental fotográfico que permite visualizar lo que se oculta debajo del agua.


Ampliar [+]

Miramar comienza su historia con asentamientos espontáneos y se declaró como fecha de su fundación el 18 de noviembre de 1924. El balneario se desarrolló rápidamente entre los años 1940 y 1960, merced a las propiedades terapéuticas de los barros y aguas saladas de la gigantesca laguna de Mar Chiquita, el espejo de agua más grande de la Argentina.

Hacia 1970, Miramar llegó a tener una población estable de unos 4500 habitantes, con 110 hoteles y un casino. En su época de esplendor alcanzó una capacidad de 70 mil turistas.

En 1977 se produjo una gran inundación debido a los excesivos aportes hídricos del río Dulce, el principal tributario de la laguna, el Suquía y el Xanaes. Esta inundación sumergió la planta original de la población, unas 37 manzanas, quedando numerosas viviendas, hoteles y comercios bajo el agua y significó una emigración masiva de sus pobladores. Muy lenta y gradualmente el poblado se fue refundando a partir de mediados de los años 1980, tomando como su centro, las manzanas que quedaron a salvo de la invasión de las aguas salobres.

En 2003 nuevamente ingresó un caudal importante de agua amenazando con superar la nueva cota del pueblo, razón por la cual la población de Miramar se mantuvo en vigilia durante algunos meses. A partir de 2005 el nivel del agua comenzó a bajar sostenidamente hasta aproximadamente 2012. Tras estas inundaciones y con la inmersión de construcciones completas, incluida una iglesia, el gobierno provincial, ocupado por militares tras el Golpe de Estado de 1976, decidió detonar las estructuras para evitar que, ante una eventual bajante, se derrumbaran.

Actualidad

En el presente, con una bajante histórica de la laguna, quedaron al descubierto las ruinas de épocas pasadas que se convirtieron en un importante atractivo turístico y cultural.

Para poder registrar las imágenes del lugar, el fotógrafo ceresino Diego Dadone viajó a Miramar y capturó unas fotos espectaculares y con detalles muy particulares de lo que había debajo del agua y que hoy se dejan ver.

Cómo surgió la idea

Sobre el documental fotográfico, Diego contó que su mayor curiosidad por la naturaleza comenzó con la asistencia al Congreso Internacional de Fotografía y Naturaleza que se realizó en Villa La Angostura el año pasado.

“Con el único propósito de sumar conocimientos en un área de la fotografía que siempre me apasionó pero desconocía. Cuando realmente en nuestra región tenemos patrimonios culturales que podríamos a través de estas fotografías, no solamente difundirla, sino que promocionarla y protegerla, de esa forma me encuentro con esta capacitación que dice que hay que amar para poder conocer y conocer para poder difundir, promocionar y proteger. Me entero del nivel tan bajante de la laguna y decido emprender un viaje en el cual fui con mi familia, mientras ellos disfrutaban del paisaje yo pude hacer las imágenes que hoy pueden disfrutar”.

La satisfacción del trabajo logrado

El fotógrafo, que también se dedica a dictar cursos de fotografía en general, se mostró realmente feliz por la gran repercusión que tuvieron las imágenes y que se trasladará hacia algo más importante como la producción de un libro.

“La sensación es de una inmensa alegría, es satisfacción, creer que el deber que uno cumple, de ser un puente entre las personas que no pueden visitar el lugar porque es un territorio muy hostil, estuvo mucho tiempo bajo el agua, todos los ladrillos están sueltos y que las fotografías nos hagan viajar un poquito. Si bien la fotografía en mi vida ya me ha dado tantas alegrías, esto es algo regional, es nuestro y tan temporal que con el paso del tiempo se puede borrar y es posible que este museo natural se vaya perdiendo con el paso del tiempo así que para mi trabajo era de vital importancia documentarla”.

A lo largo de su carrera, Diego ha obtenido premios y reconocimientos a nivel internacional pero este proyecto tiene un sabor especial.

“Cada vez que me embalo en un proyecto personal creo que está en mi cabeza nomás, mi pasión la puedo imaginar y visibilizar para realizar un trabajo pero nunca pude creer que tenga tanto alcance este documental, ya perdí la noción de la cantidad de veces que se compartió y de la cantidad de personas que solicitan el material de distintos ámbitos. Cuando los ámbitos que lo requieren tienen que ver con la cultura en general considero totalmente necesario convertirlo en un material tangible que con el paso del tiempo sea un aporte, por lo tanto, estamos viendo la posibilidad de hacer un libro que haga este tipo de aporte para que la gente pueda visibilizar esto que sólo se puede ver temporalmente y me parece que regionalmente es una forma de difundir este patrimonio y es el inicio de la historia del lugar”.

Con la decisión de la creación de ese libro, actualmente Diego con un equipo de trabajo se encuentran en la etapa de edición, para luego poder realizar la culminación del diseño y presentarlo en sociedad lo antes posible.


“Es una forma de devolver a la comunidad la amplia repercusión que ha tenido el material y compartirlo por muchos lugares”.


Continuar Leyendo...


+ Mirador Provincial