Informe del Conicet

El río Paraná recibe los efluentes de más de 70 ciudades, en su mayoría sin tratar

Investigadores del Conicet realizaron una base de datos integrada bajo la pregunta: "¿De dónde viene y adónde va el agua de las ciudades?". Casi la mitad de la población urbana depende de ríos que nacen en otro país.


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"¿De dónde viene y adónde va el agua de las ciudades?", fue la pregunta disparadora de 15 investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), quienes elaboraron la primera base de datos integrada de 243 centros urbanos del país.

En este primer relevamiento integral sobre fuentes de provisión de agua y disposición de efluentes de la Argentina, la investigación describe -entre algunos de los datos más relevantes- que el 45% de la población urbana argentina depende de ríos que nacen en otro país, y alrededor del 76% de las ciudades no devuelve las aguas de saneamiento a la cuenca proveedora.

El río Paraná a la altura de Reconquista.
Archivo.



En el mapeo realizado se detalla la fuente de provisión de agua que utilizan las grandes ciudades: aguas subterráneas; grandes ríos; ríos de menor caudal y arroyos; lagos; cosecha de lluvias; y mar.

María Poca, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora del Conicet, en una entrevista con El Litoral comentó los detalles que pudieron obtener del estudio. Al ser consultada respecto de los graves problemas que develó la bajante del río Paraná, destacó que "es preocupante en muchos sentidos. Por un lado, el problema más evidente es la incapacidad de la infraestructura existente para la toma de agua directa con niveles tan bajos del río".

En esta línea, la Dra. en Ciencias Biológicas señaló que otra dificultad que contrajo el bajo caudal es que "impide que los procesos ecosistémicos que ocurren de manera natural se sostengan en el tiempo ya que, ante el exceso de nutrientes y desechos cloacales en proporción a la cantidad de agua, el ecosistema acuático no es capaz de procesarlos pudiendo promover la floración de cianobacterias".

Esto -prosiguió- es particularmente alarmante al considerar que 74 ciudades vierten sus efluentes en el río Paraná, algunas de ellas incluso sin tratarlos previamente. Ante condiciones normales, al ser un río muy caudaloso esto no es un problema mayor, ya que la relación población/caudal es baja. Pero al disminuir el caudal esa relación aumenta poniendo en riesgo la salud de la gente y del ecosistema acuático".

De estas 74 ciudades, en la provincia de Santa Fe hay tres localidades con gran densidad poblacional que vierten sus líquidos cloacales al río Paraná sin un tratamiento complejo para reducir efectos contaminantes: en Santa Fe capital se hace una separación parcial entre la materia líquida de la sólida que va por las cloacas y desembocan en el río Colastiné; en Rosario los líquidos se tiran crudos al río; y en Reconquista, ciudad en la que el gobernador Omar Perotti y el por entonces presidente del ENOHSA, Enrique Cresto, firmaron un convenio en agosto del 2021 para la construcción de una planta depuradora que aún no se terminó de ejecutar, por lo que sus cloacas llegan al Paraná sin ser tratados.

Relevamiento en detalle
-¿Qué fue lo que los motivó a iniciar la investigación sobre este tema?

-Este trabajo surge a partir de nuestra colaboración en la Red de Evaluación y Monitoreo de Ecosistemas Acuáticos, una iniciativa dedicada al vínculo entre la ciencia y gestión de los ecosistemas acuáticos de Argentina, integrada por investigadores de Conicet y el Ministerio de Ambiente y desarrollo Sostenible de la Nación. Mediante esta red, en una primera instancia, participamos relevando los servicios ecosistémicos hídricos que brindan los ecosistemas acuáticos, es decir con un enfoque desde la oferta de los servicios.

Este tipo de aproximación ignora relaciones hídricas complejas entre las ciudades y el territorio causadas por la transformación que imponen al recorrido natural del agua. El estudio desde la demanda de las ciudades puede representar esta complejidad e identificar el territorio relevante para la provisión de estos servicios. Esto fue lo que motivó que en esta segunda instancia evaluáramos la demanda desde las ciudades.

-¿Qué zonas del país relevaron?

-En este trabajo relevamos todas las ciudades que en el censo 2010 tenían más de 20.000 habitantes, abarcando toda la extensión del país . Elegimos este umbral porque fue un compromiso entre comprender la mayor cantidad de centros urbanos posibles y el número de participantes del equipo de trabajo y su tiempo disponible para la obtención de datos. De este modo, quedaron relevadas 243 ciudades, tanto aquellas de gran tamaño que forman conglomerados (por ejemplo el AMBA, Gran Córdoba, Gran Rosario), así como ciudades medianas (Puerto Madryn, San Juan) o pequeñas (Carmen de Patagones, Laboulaye).

 

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-¿Qué pudieron investigar acerca del tratamiento de efluentes que hacen las ciudades antes de devolverlas al río?

-A partir de nuestro trabajo, hay dos aspectos importantes a destacar acerca del tratamiento de efluentes. Por un lado, un 38,1% de la población se encuentra sin cobertura de saneamiento, lo que representa un problema de contaminación directa a acuíferos libres. Es importante destacar que esta población sin cobertura se encuentra repartida en una gran proporción de ciudades, más que estar nucleada en pocas ciudades.

Por otro lado, de la población con cobertura de saneamiento, en muchas ciudades no hay planta de tratamiento, vertiendo sus efluentes de manera directa a cursos de agua superficiales, y muchas de las que sí tienen ven su capacidad de depuración desbordada. El estado actual de esta infraestructura no fue relevado en el estudio, pero se sentaron las bases para un diagnóstico integral al identificar los puntos de vertido y las relaciones población-caudal.

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Dependientes de ríos trasfronterizos
-El 31% depende de ríos transfronterizos exclusivamente, mientras que otro 14% de manera parcial, por lo que un 45% del agua que reciben estos domicilios urbanos tienen su fuente fuera del país ¿Qué significa que dependan de su fuente fuera del país?

-El hecho de que una proporción importante de ciudades sean dependientes de fuentes de agua superficiales que tienen sus nacientes en países vecinos tiene una gran relevancia desde el punto de vista del encadenamiento de numerosos centros urbanos. Con encadenamiento de ciudades nos referimos a que sobre un mismo curso de agua hay ciudades que vierten sus efluentes aguas arriba de otras ciudades que toman agua para provisión aguas abajo. Al haber una alta proporción de ríos transfronterizos, el encadenamiento de ciudades sobre un mismo curso de agua es aún mayor a lo que evidenciamos en nuestro estudio dentro de los límites nacionales.

La relevancia de esto, tiene que ver con que Nación y/o las Provincias no tienen jurisdicción sobre las nacientes de estos cursos de agua, por lo que no pueden regular el tipo de actividades que se realizan y el uso que se da a estos ecosistemas acuáticos y los impactos y las amenazas sobre la calidad del agua. En este sentido, los comités de cuencas hídricas internacionales son fundamentales para regular y asegurar que la calidad del agua esté dentro de los parámetros aceptables para la salud de quienes habitan toda la extensión de la cuenca, sin importar a qué país pertenezcan. También estar preparados para enfrentar crisis (derrames contaminantes, fenómenos climáticos extremos, floraciones algales, etcétera).

-¿De dónde proviene el agua?

-Por ejemplo, de estos ríos son los que ingresan desde el noreste, como el río Paraná y Uruguay. En este sentido, estamos realizando un trabajo similar al que hicimos para las ciudades de Argentina, pero para toda la extensión de la Cuenca del río de la Plata. Mediante este trabajo donde relevamos las ciudades de los cinco países que comprende la Cuenca del Plata (Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay) buscamos ahondar en este tipo de relaciones de ciudades concatenadas en toda la extensión de la cuenca, dada la magnitud de la población dependiente de esta fuente de agua vital.

Las aguas de los grandes ríos que componen la Cuenca del Plata, como el Paraná, Paraguay o el Uruguay, junto con sus afluentes, son fundamentales no sólo para proveer de agua a las ciudades, sino también para la depuración de sus efluentes. La conexión de estos territorios es compleja y está sujeta tanto a fenómenos naturales como sequías o inundaciones, así como a decisiones humanas de, por ejemplo, la apertura y cierre de represas.

A su vez, bajo la superficie de la cuenca se encuentran enormes reservorios de agua dulce como son el acuífero internacional Guaraní, el Pampeano en Argentina o el Patiño en Paraguay. Las interacciones de estas aguas subterráneas con el agua superficial, de forma natural o por acción antrópica, es también compleja y su comprensión es de fundamental importancia. A modo de ejemplo de las implicancias de estas conexiones territoriales, en un trabajo de Aubriot y colaboradores (2020), los autores describen cómo durante la estación seca del año 2019 hubo una floración de cianobacterias en el reservorio de Salto Grande sobre el río Uruguay y en el reservorio del río Negro, ambos en territorio uruguayo y que desaguan sobre el río Uruguay.

En ese momento las compuertas de las represas estaban cerradas y el agua que ingresaba al río de la Plata fue dominada por el río Paraná. Pero en la estación lluviosa, debido al aumento del caudal de los ríos abrieron las compuertas de dichas represas y las cianobacterias fluyeron hacia el río Uruguay, llegando al río de la Plata. La presencia de cianobacterias en las costas de Montevideo se registró durante tres meses posterior a la apertura de las compuertas.

-Hay un concepto entre biólogos-ecólogos que se llama "caudal ecológico", ¿ustedes lo tuvieron en cuenta en su investigación?

-El caudal ecológico refiere al agua necesaria para preservar la biodiversidad acuática y los procesos ecosistémicos que allí ocurren. En este trabajo no tuvimos en cuenta este concepto ya que el enfoque estuvo puesto en la demanda del servicio desde las ciudades y no en la oferta de los ecosistemas acuáticos y su preservación.

En este sentido, la falta de monitoreo del caudal de ríos y arroyos impide realizar un diagnóstico apropiado sobre la disponibilidad de agua. La ausencia de esta información representa una de las principales amenazas a la toma de decisiones y al control apropiado para preservar el recurso hídrico; no solo para el abastecimiento de agua a la población que depende de esta fuente de provisión, sino también para la planificación ordenada del crecimiento urbano y los grandes proyectos inmobiliarios que pretenden establecerse en la región, así como por la preservación del caudal ecológico per se.

-¿A qué conclusiones llegaron?

-Dentro de los resultados de este trabajo considero que lo más relevante es haber podido representar espacialmente y hacer evidente la información disponible sobre la provisión y disposición de agua de las ciudades de más de 20 mil habitantes de Argentina. Esto permitió poner de manifiesto, por ejemplo, la escasez y fragmentación de la información oficial disponible para el público, ya que sólo para el 57% y 42% de las ciudades se obtuvo información oficial de los puntos de toma y vertido de agua.

La principal consecuencia de esto es la desconexión de la población con los ecosistemas acuáticos críticos para proveerle de servicios ecosistémicos vitales para la vida como es la provisión de agua y la depuración de efluentes. Probablemente pocas personas se pregunten de dónde viene el agua de la canilla cuando abren el grifo en sus casas o adónde van a parar sus efluentes al apretar el botón del inodoro. Tomar conciencia de ello es una manera de acercarnos a la naturaleza para empezar a protegerla.

Un aspecto interesante que nuestro trabajo pone en evidencia y es muchas veces ignorado, es que el 30% de la población argentina relevada se abastece de grandes ríos transfronterizos que tienen un área de captación gigante extraterritorial; es decir, son ríos que nacen en y transcurren por extensos territorios de países vecinos hasta llegar a nuestro país, como el río Paraná y Uruguay.

Otro resultado interesante fue detectar el complejo redireccionamiento de flujos de agua que se da entre fuentes proveedoras de agua y cursos receptores de efluentes, habiendo trasvases de todo tipo: río a río, agua subterránea a río o agua subterránea y río a acuíferos. Finalmente, poner de manifiesto la concatenación de ciudades que vierten efluentes y toman agua de un mismo curso de agua es también un resultado destacable por las implicancias de contaminación y salud que pueden tener.


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